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Créditos: Internet.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por: Arturo Chén Bin

Desde tempranas horas del día lunes 29 de mayo del año 1978 cientos de familias q’eqchi’ se movilizaron hacia la cabecera municipal de Panzós, para exigir a las autoridades de gobierno que atendiera sus demandas para tener acceso a la tierra, pero la respuesta de la autoridad fue terrorífica. Ya estaban posicionados los militares en puntos estratégicos para masacrar a las familias, todo estaba planificado desde el Estado para cometer ese crimen.

Entre 9 y 10 de la mañana,  según las víctimas sobrevivientes, el ejército activó sus municiones de guerra en contra de su propio pueblo, había niños, niñas, hombres y mujeres de todas las edades en esa gran movilización, pero sus demandas fueron silenciadas con un saldo de centenares de personas asesinadas.

No existen datos exactos de las personas que  corrieron para defenderse de los cañones de fuego, pero varios se ocultaron en el río Polochic, los que no sabían nadar, principalmente niñas, niños y mujeres fueron arrastrados por el río, junto a otros que se encontraban con heridas con gravedad. En esa masacre perdió la vida Adelina Caal Maquín, conocida hoy en día como MAMA MAQUIN, una mujer q’eqchi’ que enfrentó a los militares, en ese entonces ella tenía 65 años de edad. Las personas asesinadas fueron jaladas por tractores y camiones de evacuación de tierra hacia un hoyo que días antes la municipalidad  había preparado. Lo anterior nos recuerda a la nieta de Mamá Maquín, María Cacao, sobreviviente de la triste masacre, ella tenía 13 años de edad.

Fotografía de Mamá Maquín.

Este acto cometido por un sector de la sociedad guatemalteca en contra de los pueblos indígenas fue la noticia contemporánea más triste del momento. Cinco días después de la masacre de Panzós, el 3 de junio de 1978, en un evento folklórico por la feria de San Pedro Carchá, Alta Verapaz, la señorita Fidelina Tux Chub tenía 18 años de edad, participó como candidata a “India Bonita, sin embargo fue descalificada por el jurado debido a su rechazo por la masacre que recién había ocurrido,  no les convenía repudiar actos del Estado por su actuación en contra de los pueblos indígenas porque llamaría la atención del público urbano y sectores acomodados, sin embargo logró dar su discurso y fue aplaudida por el público. Actualmente doña Fidelina tiene 58 años y compartirá su experiencia este 29 de mayo de 2018, en Panzós.

Las masacres ocurridas durante el conflicto armado interno, las desapariciones forzadas, las tierras arrasadas y violaciones cometidas por militares no están aisladas de la masacre de Panzós, hay casos que se han llevado a juicio,  como el caso por genocidio de Ríos Montt, mujeres violadas en Sepur Zarco, el último juicio por el caso de Marco Antonio y Emma Guadalupe Molina Theissen, que por cierto fue histórica la reparación de daños dictada por el juez Xitumul que atendió el caso, esa es lo que se espera ocurra por el caso de la masacre de Panzós.

Las causas de este hecho continúan siendo las mismas en la problemática actual, asesinatos y violaciones a los derechos humanos entre otros. Los hijos, nietos y familiares de las víctimas ahora están organizados en Comité Victima de la Masacre de Panzós, siendo miembro activo doña María Maquín Cacao de 53 años de edad, quien tendrá participación en la conmemoración este 29 de mayo, donde se ha invitado a comunidades, pueblos, organizaciones y centros académicos para la conmemoración de la horrible experiencia, se debe dignificar al pueblo Maya Q’eqchi’ y recuperar la memoria histórica de los Pueblos.

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