Texto: Juan Calles
Fotografía: Publinews
Niñas abusadas, niños obligados a trabajar en las calles, padres y madres abusivos y violentos; milenios soportando e ignorando el problema de cómo educan a los niños y niñas. Una idea fija y disfuncional sigue repitiéndose a pesar del evidente fracaso: “la familia es la base de la sociedad”. ¿Cuántos milenios más habrán de pasar antes de reconocer que esa es una idea que debemos repensar?
A pesar de todos esos milenios en los que la sociedad –y la familia como su piedra angular– no han logrado desarrollarse de manera positiva, esta semana en Guatemala se desarrollará el Congreso Internacional titulado Generación Vida, en la que se abordarán temas como el peligro de la ideología de género, el uso de anticonceptivos, la pornografia como problema de salud pública, el matrimonio y la familia como base de la sociedad, claves para ganar el debate pro vida.
“El objetivo primordial de este congreso es despertar en la juventud la pasión y el compromiso para la construcción de un mundo que le apueste a la vida, las relaciones sólidas, el matrimonio y la familia para un verdadero desarrollo”, afirmaron los organizadores durante la conferencia de prensa en la que presentaron el congreso.
La ideología de género es contra natural, el uso de anticonceptivos vulnera los derechos humanos y el matrimonio religioso y la familia en su concepción tradicional es la respuesta a los problemas socioeconómicos de la humanidad, concluyen muy serios y doctos.
Resulta muy ofensivo para los cristianos y cristianas (católicos y evangélicos) decir que el mundo ha cambiado, que el ser humano ha cambiado, que sus creencias están basadas en ideas y conceptos de hace milenios, las cuales no corresponden al mundo de hoy en día. Hay necesidades, ideas, formas de vida, deseos, anhelos, prácticas que no corresponden en nada a sus fundamentos, a sus sistemas de ideas, a su concepción de lo bueno y lo malo, a su moralidad; una moralidad que no es garantía de corrección. Abundan los ejemplos y sería aburrido mencionarlos y enumerarlos.
En Guatemala, la Constitución establece que la familia es la base de la sociedad, basado en eso las mentes más conservadoras gritan que no hay otra forma de vivir en esta sociedad. Ideas diferentes u otros modelos de vínculos afectivos simplemente no existen para ellos. La familia es importante, de eso no hay duda, pero el concepto de familia ha cambiado, debe cambiar.
La familia es un grupo de personas unidas por el parentesco, o la afinidad. Esta unión se puede conformar por vínculos consanguíneos o por un vínculo constituido y reconocido legal y socialmente, como el matrimonio o la adopción. Esta es una definición básica y retrógrada de la familia. Hoy se debe ampliar la definición tomando en cuenta los diferentes tipos de familia, por mencionar algunos pocos: familias monoparentales, familias homoparentales, familia ampliada, familia compuesta, entre muchos otros.
Como vemos, la familia ha cambiado. Hay diferentes tipos de familia, los grupos religiosos y conservadores se niegan a aceptar esos nuevos modelos de familia contradiciendo lo que ellos mismos afirman. El tipo de familia no importa, lo importante es el acompañamiento, la comprensión y solidaridad entre los miembros de esas familias, el respeto, la aceptación y el amor; de esa manera, la familia, cualquier tipo de familia, puede ser la base para que las nuevas generaciones construyan una mejor sociedad.
Otro congreso internacional
Hace pocos meses se desarrolló otro encuentro internacional, la Sensual Expo. Era exposición erótica en donde se reunirían personas que disfrutan plenamente de su sexualidad mediante expresiones artísticas, sex shops, conferencias, talleres, entre otros.
Los mismos grupos que esta semana celebrarán su Congreso Internacional Pro Vida pusieron el grito en el cielo y exigieron que se cancelara dicho evento por inmoral y por violar los derechos de jóvenes y niños. La presión fue tan fuerte que los organizadores de la Sensual Expo tuvieron que cancelar el evento y buscar un lugar alejado de la ciudad para poder reunirse y realizar su congreso.
Hoy nadie atenta contra la libertad de los religiosos de realizar su congreso, nadie está diciendo que amenaza sus creencias y forma de vida. Las organizaciones y personas que piensan diferente no han hecho manifestaciones ni declaraciones contra la organización de un evento en el que se promulgan ideas contrarias a las suyas.
El respeto y la tolerancia son conceptos que deben aprender estas organizaciones conservadoras, que se sienten en libertad de vapulear mediáticamente a quienes no piensen y sientan igual que ellos.
Los hombres y mujeres que pensamos diferente y queremos un nuevo modelo de vida tenemos derecho a decidir cómo vivir, cómo conseguir nuestro desarrollo económico, social y espiritual. Guatemala en específico y Latinoamérica en general no han logrado su desarrollo en todas estas décadas, a pesar de ser sociedades conservadoras, religiosas, que basan sus leyes en ideas arcaicas. Es tiempo de empezar a cambiar el modelo.