El 1 y 2 de noviembre son fechas importantes para las familias de El Estor Izabal, quienes días antes limpiaron y pintaron las tumbas de sus seres queridos ante la creencia de que son días que visitan este plano terrenal.
Por Juan Bautista Xol
Desde el 31 de octubre varias familias de El Estor, Izabal, comenzaron a concentrarse en el cementerio general de la localidad para limpiar el perímetro de las tumbas de sus difuntos.
Cada año las familias esperan con alegría la visita espiritual de sus seres queridos que ya partieron de este mundo.
Carolina Calel, quien limpió la tumba de su padre el 31 de octubre, indicó que a pesar de que el 1 y 2 de noviembre son fechas importantes, siente una gran tristeza cuando llega el día de los difuntos ya que le recuerda los momentos de alegría y de tristeza que convivieron en vida con su ser más apreciado.
“Uno quisiera tener a la persona en este momento, pero sabemos que es imposible porque ya partieron de este mundo, tenemos una esperanza de que algún día nos volvemos a reunir” agregó con un gesto de tristeza en su mirada.
Algunas familias pintaron los panteones de diferentes colores y las decoraron con flores y coronas. Otras mantienen viva la costumbre de sus antepasados de sepultar debajo de la tierra a sus seres queridos sin la necesidad de una tumba fabricada para lo cual utilizaron la cal para pintar las piedras y formarlas en cruz.
Un símbolo de conexión espiritual
La tradición que se vive en los territorios a nivel nacional es símbolo de amor, unión y una conexión espiritual con sus seres queridos.
Para muchas familias no solo es un momento de dolor, sino también de alegría ya que aprovechan a elaborar todo tipo de comidas tradicionales, lo cual comparten el uno y dos de noviembre.
Según la tradición de los abuelos, en estos dos días los espíritus de seres que han partido de este mundo se encuentran visitando a sus familias.
Música de marimba acompaña a las familias
La visita en el cementerio general continuó el 1 y 2 de noviembre. No faltaron las notas de marimba ejecutadas por los abuelos para acompañar a las familias que llegaron esos días a visitar las tumbas.
También se realizó una misa en honor a los difuntos por los sacerdotes de la localidad quienes purificaron las flores y coronas que fueron colocadas sobre las tumbas.
Algunos personas llevaron alimentos en el cementerio el 2 de noviembre, otros oraban cerca de las tumbas. Según las familias es para darle la bienvenida a sus seres queridos.
Pedro Rax, un vecino del Barrio El Esfuerzo, manifestó que el día de los Santos y de los Difuntos, es un momento de demostrar el amor y cariño que tiene cada familia hacia sus seres queridos.
Mientras pintaba la tumba de su esposa dijo con tristeza que desde hace 10 años respeta su memoria pues ella estuvo con él en los días buenos y malos.
“Solo debemos guardarles respeto, cariño y amor, este día es importante, todos debemos pedir por ellos, aunque ya no estén en vida con nosotros, sabemos que están en un lugar descansando y algún día nos volveremos a ver para ajustar cuentas, debemos orar por ellos, aunque ya no estén y orar por nosotros quienes aún estamos luchando en esta vida”, indicó.
