El reto de combatir la desinformación sin vulnerar la libre expresión en Guatemala

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Créditos: UNESCO
Tiempo de lectura: 4 minutos

 

UNESCO Guatemala y la Secretaría de Comunicación Social analizaron el impacto de la desinformación en la democracia durante un encuentro con expertos y medios. Lucy Chay, directora editorial de Prensa Comunitaria, defendió la libertad de expresión como pilar frente a la manipulación. El evento promovió estrategias para combatir noticias falsas sin censura.

Por Prensa Comunitaria

La UNESCO en Guatemala y la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia llevaron a cabo el encuentro “Desinformación, libertad de expresión y democracia”. El evento reunió a expertos y actores clave para reflexionar sobre el impacto de la desinformación en la vida pública y los desafíos que plantea para la convivencia democrática en el país.

En el foro donde participó Prensa Comunitaria y representantes de distintos medios de comunicación del país se destacó cómo la proliferación de noticias falsas y contenidos manipulados erosiona el debate público y amenaza las instituciones democráticas. Quienes participaron coincidieron en la necesidad de promover estrategias que combatan la desinformación sin vulnerar la libertad de expresión, así como fomentar la alfabetización mediática entre la ciudadanía para fortalecer su capacidad crítica frente a los contenidos que consumen.

Durante el encuentro, Lucy Chay, directora editorial de Prensa Comunitaria, participó en uno de los paneles y subrayó la importancia de la libertad de expresión como fundamento irrenunciable de la democracia. Con base en su experiencia en periodismo, Chay advirtió que cualquier medida contra la desinformación debe proteger este derecho, especialmente en contextos donde la censura o la estigmatización a periodistas y medios independientes ya son un desafío.

Pero también se refirió a la necesidad de defender y ejercer la libertad de expresión como un derecho inalienable de todos los guatemaltecos y no solo de beneficio para algunos grupos.

“No nos debemos de olvidar tres puntos importantes: primero, que el derecho de libertad de expresión solo cobra vida si la ejercemos; segundo, que la libertad de expresión nos da el derecho de expresarnos libremente pero también hay derecho de la otra persona a recibir y escuchar lo que yo digo; y tercero, no es solo un derecho que atañe a periodistas, comunicadores o cierto sector.  Tanto derecho de libertad de expresión tenemos nosotros los que hoy estamos reunidos aquí como tanto derecho tienen de expresarse y ser escuchadas las poblaciones más alejadas de la ciudad de Guatemala”, dijo.

Chay también se refirió al retroceso en libertad de expresión en el país y enfatizó que varios informes preliminares realizados en mayo pasado por relatores o jefes de misiones diplomáticas han identificado en la mayoría de los sectores (abogados, jueces, políticos, estudiantes, periodistas, empresarios, funcionarios, diputados, activistas ) el miedo y el temor de expresarse ya que podrían ser blanco de un proceso judicial, difamación o amenazas.

“La democracia se define con una palabra: participación.   La participación consciente y constante de la ciudadanía,  esto implica tener una ciudadanía consciente y con un criterio politico profundo para saber tomar decisiones.  En este sentido desarrollar ese criterio profundo, ese pensamiento comprometido con ser ciudadanos y ciudadanos implica desarrollar un pensamiento propio, lo que implica tener acceso  información, el acceso de información implica gozar de libertad de expresión con diversidad y sin exclusión. El acceso a la información es la otra cara de la moneda de la libertad de expresión, van de la mano y juntas nos ayudan a construir la libertad de pensamiento y de opinión”, señaló Frank La Rue, del Instituto Demos.

La UNESCO enfatizó su compromiso con el desarrollo de políticas públicas que equilibren la lucha contra la desinformación con el respeto a los derechos humanos. Este diálogo se enmarca en los esfuerzos globales de la organización por defender la información como un bien común, especialmente en contextos electorales y de crisis sociales, donde la desinformación suele intensificarse.

En la actividad también participó Thomas Peyker, embajador de la Unión Europea en Guatemala. Durante su intervención dijo que “Los actores antidemocráticos usan las redes sociales para difundir narrativas que crean inseguridad y hasta caos”. También agregó: “Debemos combatir la #Desinformación al mismo tiempo que protegemos la #LibertadDeExpresión y la #Democracia”.

La desinformación en Guatemala

El estudio El Virus de la Desinformación publicado por el Centro para el Análisis de las Relaciones Internacionales (GCIAMT), analizó en 2022 el impacto de la desinformación en Guatemala como un fenómeno que distorsiona el debate público y amenaza la estabilidad democrática. La investigación destaca cómo las noticias falsas y los contenidos manipulados se propagan con mayor intensidad en contextos electorales y de crisis sociales, exacerbando polarización y desconfianza en instituciones. Advierte que este “virus” se alimenta de la falta de alfabetización mediática y de la ausencia de mecanismos efectivos para verificar información en el ecosistema digital guatemalteco.

El informe identifica actores clave en la cadena de desinformación, incluyendo cuentas anónimas y bots, que operan con agendas políticas o económicas. La autora propone combatir este fenómeno mediante estrategias multisectoriales que combinen educación digital, regulación equilibrada (sin censura) y el fortalecimiento de medios independientes. El estudio concluye que, sin acciones coordinadas, la desinformación seguirá siendo un “patógeno social” que corroe los cimientos de la democracia en Guatemala.

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