Créditos: Parque Intercultural de Quetzaltenango
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En el Museo de la Memoria, ubicado en el Parque Intercultural de Quetzaltenango, familiares de Joaquín Rodas Andrade, detenido y desaparecido el 2 de marzo de 1985, realizaron una acción en pro de la memoria, la verdad y la justicia.

Por Prensa Comunitaria

Elizabeth Andrade ha buscado a su hijo Joaquín Rodas Andrade por más de 40 años. Este 10 de mayo, en el Día de la Madre, ella y familiares realizaron una acción para recordar al estudiante universitario, detenido desaparecido el 2 de marzo de 1985, según el registro que apareció en el Diario Militar.

Como parte de esta acción “de justicia poética” se realizó una marcha encabezada por su madre, Elizabeth Andrade, quien no ha cesado de buscarlo.

“Algún día miraremos tranquilos caer la tarde sin esperar inseguros la noche”, es el fragmento de un poema que escribió Joaquín Rodas Andrade, de 23 años, y que fue recuperado por su familia dentro de un libro de filosofía que su padre le regaló y con este texto se recordó al estudiante de agronomía y líder en el Centro Universitario de Occidente (Cunoc), detenido desaparecido por el Estado de Guatemala en marzo de 1985.

La familia Rodas Andrade acompañan a la madre de Joaquín Rodas, Elizabeth Andrade, en el Día de la Madre, para recordar a su hijo. Foto Colectivo Sona Encendida

La actividad se desarrolló en las instalaciones del Parque Intercultural de Quetzaltenango con la intención de honrar también a Elizabeth Andrade, su madre, quien aún espera ver a su hijo.

Rodas Andrade era estudiante de Agronomía en el Centro Universitario de Occidente (CUNOC) y fue secuestrado en 1985. Los datos sobre él están registrados en el Diario Militar, un documento de inteligencia militar hecho público en 1999, también conocido como “Dossier de la Muerte”.

En el documento se incluye el registro de 183 personas opositoras al gobierno que fueron detenidas desaparecidas o ejecutadas por un escuadrón que operó ilegalmente al amparo del Estado de Guatemala entre 1983 y 1985.

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La actividad se hizo en conjunto con la familia Rodas Andrade y el Museo de la Memoria de Quetzaltenango. El recorrido inició en la zona 7, donde se ubica la capilla del Cristo del Secuestro, construida en memoria del joven y luego dejaron una ofrenda de flores en su vivienda para finalizar en el Parque Intercultural.

Familiares colocan velas para Joaquín Rodas, detenido desaparecido en 1985. Foto Colectivo Sona Encendida

También se realizó un empapelado en la 4ª. calle y 14 Avenida de la zona 3 de Quetzaltenango, el lugar de donde desaparecieron a Joaquín Rodas.

“Desde aquel 2 de marzo de 1985, mamá, mi abuelita y nuestra familia ha sufrido durante cuatro décadas y cuatro generaciones. Hoy estamos en el punto exacto donde ese día, cuando se dirigía al CUNOC con un morral de estacas para su práctica de agronomía, mi tío, Joaquín Rodas Andrade, por atrás y de la manera más cobarde, desde un vehículo del Estado asignado a la zona militar, le dispararon en las piernas; lo recogieron y nunca más volvió a ser visto”, dice un fragmento del discurso que leyó su sobrino Héctor Rodas Garzona.

Rodas Garzona dijo que todos estos años ha sido testigo del dolor que principalmente su abuela ha sufrido.

La memoria de Joaquín Rodas Andrade vive en sus familiares que no han dejado de buscarlo. Foto Colectivo Sona Encendida

“Si hoy nos encontramos acá es para conmemorar no su memoria, sino la esperanza, esa esperanza que a sus 89 años aún se mantiene de ver el rostro de su hijo por última vez, esa esperanza que junto con mi abuelo le dio las fuerzas para levantar con sus manos la capilla del Cristo del Secuestro, un monumento a la memoria histórica, a la esperanza y a la fe”, fueron las palabras del nieto de Elizabeth Andrade.

Los asistentes también encendieron fuego en una ceremonia, colocaron rosas en el monumento a la Paz que se encuentra en el Parque Intercultural y exigieron justicia para las madres que aún buscan a sus familiares desaparecidos.

Un acto de justicia poética

Branly López, del colectivo Sona Encendida, parte de los organizadores, dijo que decidieron realizar esta acción para mantener la memoria y alcanzar la verdad y la justicia. Además, el 10 de mayo es una fecha que reúne a toda la familia Rodas Andrade. Fue un momento también para recordar la lucha de todas las madres que continúan buscando a sus hijas e hijos.

Como parte de la acción, los organizadores colocaron una bandera blanca con el rostro de Joaquín como un símbolo de exigencia de justicia. Su madre pidió que se pusieran canciones del grupo venezolano “Los Guaraguao” pero principalmente la canción Quincho Barrilete del compositor nicaragüense, Carlos Mejía Godoy.

El colectivo Sona Encendida realizó un empapelado en el lugar donde fue secuestrado Joaquín Rodas. Foto: Colectivo Sona Encendida

López cuenta que es la segunda bandera que colocan de este tipo; la primera fue con el rostro de Marco Antonio Molina Theissen.

“Creemos que ante los retrocesos en los procesos de justicia transicional, consideramos que nos queda hacer justicia poética a través de estas acciones”, explicó López.

Sona Encendida es un colectivo que tiene la finalidad de impulsar una zona de arte y cultura en el Parque Intercultural de Quetzaltenango.

En lo que ahora es el Parque funcionó la antigua zona militar 17-15, en donde funcionó un centro desaparición forzada en los años 80. A finales de febrero de 2024 se abrió en este lugar el Museo de la Memoria. Es el único lugar de Guatemala donde funciona un museo donde se han denunciado se cometieron crímenes de lesa humanidad.

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