Un ministro de Ambiente, nuevo en el cargo, solicitó en octubre de 2016 el cierre técnico del vertedero de la zona 3 por medio de la resolución 1593-2016, al considerar que había terminado su vida útil. El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) otorgó a la municipalidad de Guatemala un plazo, a partir de entonces, de seis meses para presentar un plan en esa línea. Con más de 70 años de funcionamiento, este botadero que recibe toneladas de basura de vecinos de la capital y de 14 municipios del área metropolitana es considerado el mayor foco de contaminación de la ciudad. Algunas secciones del vertedero fueron cerradas en los últimos nueve años, pero no por mucho tiempo.
Por Claudia Méndez Villaseñor
En el MARN la información sobre el proceso del cierre técnico del basurero de la zona 3 se comparte a cuentagotas. A la fecha se conoce que la municipalidad de Guatemala aceptó clausurar algunas áreas del lugar y promovió acciones encaminadas a cumplir los requisitos que exige la cartera, pero ni lo uno ni lo otro parece avanzar hasta ahora ya que, a la alcaldía capitalina le interesa reabrir las secciones que había cerrado y obras como el gran colector RMR, indispensable en el proceso, ni siquiera ha logrado alcanzar la fase de adjudicación de un contrato. En estos momentos, el enorme basurero opera con una licencia ambiental, vigente hasta 2027 y es muy posible que le sea renovada.
La Dirección de Comunicación Social, del ministerio de Ambiente, informó que la alcaldía capitalina entregó el Estudio de Impacto Ambiental EIA-0218-2021 “Cierre Técnico y Remediación de las áreas 1A, 1B, 1C, 2A, 2B, 2C, 3A, 3B, 3C y 4A del vertedero de la zona 3”, y obtuvo una licencia ambiental categoría A. Sin embargo, esta dependencia no definió la extensión de cada una de estas secciones; los lugares en los que están ubicadas o cuántas y cuáles de estas 10 celdas están cerradas.
“Unas secciones ya fueron clausuradas y no reciben desechos sólidos, pero desean reabrirlas para depositar residuos orgánicos y producir gas metano. Existen otras en la parte baja que se siguen usando para depositar basura”, indicó Cecilia Valdez, responsable de esta dependencia. “Deben (personal de la municipalidad de Guatemala) presentar un instrumento ambiental si desean reabrir secciones clausuradas, indicó.
Un documento de la municipalidad de Guatemala identificó el área 1A como oficinas administrativas; 1C como el sitio en el que se ubicaron biopilas y se colecta composta y lombricomposta; la 2A corresponde a la garita peatonal, la clínica, oficinas administrativas y de coordinación y el comedor de trabajadores; la 2B es el parque D y la garita de cobro, así como los jardines que dividen las vías y la 2C, el módulo de baños. De las restantes secciones no se dispone información.
En la actualidad, la alcaldía opera el botadero con el permiso que otorga una licencia ambiental vigente del 13 de mayo de 2022 al 12 de mayo de 2027, mencionó Valdez. El EIA (Estudio de Impacto Ambiental) se circunscribe al proceso del cierre técnico, lo que significa que la alcaldía metropolitana registró dos expedientes distintos en el MARN y están pendientes de aprobación. Un tercer expediente para solicitar la ampliación del vertedero todavía no ha ingresado a la cartera.
Valdez omitió señalar que el estudio que presentó la alcaldía capitalina en 2021 establece las medidas de mitigación que debe cumplir para agilizar el cierre técnico de las 10 secciones como lo son: impermeabilizar las áreas de ampliación; proteger taludes; recolectar y tratar lixiviados y gases y construir el colector Reformita-Mariscal-Roosevelt (RMR) con el cual se evitaría la llegada de basura al río Las Vacas, afluente del Motagua.
Ni tampoco explicó que en septiembre de ese año, la alcaldía tenía que presentar un Plan de Cierre de la plataforma 10 del botadero, ni los alcances de la licencia ambiental categoría B1 con vigencia hasta 2027.
Edwin Castellanos, viceministro de Ambiente hizo comentarios adicionales a los de Valdez en el sentido de que en el vertedero se clausuró una de las áreas, otra está en proceso de cierre técnico y otra que opera, sin una fecha establecida para su cierre, “y que quieren abrir a futuro”, indicó el funcionario. “Esta última necesita tener aprobación y no hemos recibido la solicitud porque el estudio del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) no ha terminado. Cuando presenten esa solicitud si no cumple con los requisitos se tendrá que rechazar”, indicó.
Castellanos también mencionó que la municipalidad de Guatemala busca reabrir una sección de la parte del botadero que está cerrada con el fin de disponer allí de material orgánico para producir biogás. No obstante, la comuna tampoco ha tramitado una licencia en el ministerio de Ambiente, con ese propósito.
¿Qué ha hecho la alcaldía capitalina?
En 2021, la comuna aseguró que no trabajaba en el cierre técnico del vertedero, como lo había solicitado el ministerio en 2016, sino en el reordenamiento de ocho patios (secciones, celdas o áreas) en la que se disponía la basura. Cuatro seguían en uso, uno servía para generar gas metano y tres habían sido clausuradas ese año.
En noviembre de 2021, la cartera de Ambiente anunció que contaba con Q11.5 millones, financiados por el Fondo Verde del Clima para agilizar el cierre técnico del vertedero de la zona 3, pero desde entonces, se desconoce sobre el destino de esos recursos.
Prensa Comunitaria envió el 17 de febrero pasado, un correo a la dirección electrónica guatemala.alcaldia@gmail.com para solicitar información sobre el proceso del cierre técnico del basurero de la zona 3, pero no se obtuvo ninguna respuesta, pese a que Dina de Herrera, asistente del alcalde Ricardo Quiñónez remitió la solicitud a la Unidad de Asuntos Públicos.
De las memorias de labores de la Dirección de Gestión de Manejo de Residuos y Desechos Sólidos, de la municipalidad de Guatemala de 2020 a 2024 se obtuvo la mayoría de información utilizada en este reportaje. Esta dependencia fue creada en 2017, por medio del Acuerdo COM-15-2017, pero comenzó a aparecer en el listado de oficinas municipales obligadas a presentar una memoria de labores hasta 2020. De 2027 a 2019 no presentó ninguna.
La situación del basurero
En 2020, las autoridades ediles confirmaron que el Sitio de Disposición Final (SDF) como llaman ahora al botadero de basura de la zona 3, había superado su capacidad instalada, es decir, había quedado sin espacio para recibir más basura y carecía de un sistema para drenar lixiviados, así se llaman los líquidos que emana material orgánico en descomposición.
“Su operación no ha sido monitoreada a detalle por lo que no se tiene registro de las compactaciones, tipo y fechas de dónde y cómo se ha almacenado la basura. Hasta finales del año 2019, se implementó un sistema de control de ingreso y básculas para tener un registro del volumen real que ingresa al sitio”, se mencionó en la Memoria de Labores 2020, de la Dirección de Gestión de Manejo de Residuos y Desechos Sólidos.
En este documento se afirmó que el terreno (en usufructo) había alcanzado el límite de capacidad. “Queda muy poco espacio para disponer basura. La mayor parte se encuentra en fase de cierre técnico y está en fase de reforestación. Se trasladaron oficinas administrativas para aprovechar el área disponible en el sitio, así como vehículos depositados por la Policía y la Entidad Metropolitana Reguladora de Transporte y Tránsito del municipio de Guatemala y sus Áreas de Influencia Urbana (EMETRA), la mayoría chatarra”, agregó el documento.
En 2020, la municipalidad de Guatemala obtuvo resolución favorable al Diagnóstico Ambiental “Plan técnico de operación y remediación del vertedero municipal, zona 3”, resolución del MARN 05214-2020/DIGARN/CGCA/rdor.e, y obtuvo la licencia ambiental categoría B1, del “Plan técnico de operación y remediación del vertedero”.
Dos años después
En la Memoria de Labores, en 2022, esta dirección mencionó que se había dado otro paso en el camino al cierre técnico del vertedero al actualizar “El Plan Maestro de Desarrollo del Sitio de Disposición Final (SDF)” y se planificaron obras nuevas de mitigación, se remodeló infraestructura y se revitalizaron algunas áreas.
Asimismo, se presentó el proyecto de ampliación del sistema de aguas pluviales (colector RMR) 7ª avenida norte, 24 calle final, 10 calle y 10ª avenida de la zona 3, cuyo proceso de licitación estuvo bajo la responsabilidad del Fondo Social de Solidaridad (FSS), del ministerio de Comunicaciones. Pero el proceso de adjudicación se declaró prescindido. En los siguientes años no se convocó a una nueva licitación. En los primeros meses de 2025, el Sistema de Compras y Adquisiciones del Estado (GUATECOMPRAS) no registró ningún proceso convocado por el FSS, en los primeros meses de 2025 para construir el colector.
“Ampliar el colector RMR es un requisito indispensable para ampliar el vertedero hacia el norte y facilitar una operación más segura y de menor impacto ambiental”, afirmó ese año la Dirección de Gestión de Manejo de los Residuos Sólidos.
En 2022, se oficializó el cierre técnico parcial de cuatro celdas (áreas o secciones), pero dicha dependencia municipal no especificó cuáles, solo dijo que contaba con la correspondiente resolución y licencia ambiental. Además, indicó que se había construido en el lugar, un canal de emergencia temporal para evitar inundaciones y deslizamientos de tierra. Con la ampliación del colector, RMR dicha estructura será retirada.
¿Qué pasó en 2023?
Al año siguiente, en la Memoria de Labores 2023, la dependencia municipal aseguró que se contaba con el Plan Municipal para la Gestión Integral de los Residuos y Desechos Sólidos del municipio de Guatemala (PIRDES) como parte del cumplimiento del acuerdo gubernativo 164-2021 “Reglamento para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes”.
En 2023, varias dependencias municipales integraron una Mesa Técnica con la finalidad de recuperar las cuencas de ríos del municipio de Guatemala y abordar la contaminación por basura que se origina desde el vertedero de la zona 3 y alcanza al río Motagua. En ese sentido, se planificó construir un canal con revestimiento de concreto para dirigir las aguas pluviales del vertedero, como la primera fase de la Estación de Control de Retención de Sólidos, pero esta obra no ha avanzado.
Asimismo, ese año se comenzó a trabajar una propuesta de reglamento para el cobro de una tasa por la disposición de los desechos sólidos a los camiones que proceden de 14 municipios del área metropolitana.
En 2023, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobó US$D650 mil, unos Q5.2 millones, como recursos no reembolsables, con el objetivo de que se elaboraran los diseños para ampliar el vertedero de la zona 3 y que se incluyera la impermeabilización; los sistemas de manejo de lixiviados y drenaje; el diseño de la planta de lixiviados y otros estudios adicionales, como un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Estos recursos serían administrados directamente por el BCIE y se esperaba licitar algunos de los procesos en 2024.
El proyecto “Estudios de factibilidad y diseño final del Sistema de Gestión Integral de Residuos Sólidos” apoyará a la municipalidad de Guatemala y al ministerio de Ambiente a gestionar el cierre técnico del área de disposición actual y la ampliación de una nueva área con infraestructura y equipamiento necesario”, indicó en el BCIE en un comunicado del 20 de abril de 2023.
“El manejo de los residuos sólidos supone un reto para la región, por lo que el desarrollo de una estrategia es imprescindible para realizar las inversiones necesarias que aseguren una correcta disposición de los residuos y desechos. El Banco continuará apoyando este tipo de iniciativas que impactan en la salud de las personas y que tienen el potencial de mitigar emisiones de gases de efecto invernadero”, indicó en esa oportunidad, Dante Mossi, presidente del BCIE.
Como parte de la asistencia, se elaboraría un diagnóstico de la situación actual del lugar y una propuesta sostenible e integral que facilitara administrar los residuos sólidos urbanos y contribuyera a mitigar la contaminación de los recursos naturales. Estos recursos provenían del Fondo de Preparación de Proyectos de Inversión en Cambio Climático del BCIE. El 15 de abril del año pasado, el organismo multilateral dio luz verde a la empresa Hidrosuelos S.A., para una consultoría sobre estos procesos.
Las obras de 2024
En la Memoria de Labores del año pasado, la Dirección de Gestión de Manejo de Residuos y Desechos Sólidos aseguró que faltaban los diseños y documentos de respaldo de los trabajos de mejoras en el vertedero; así como los mapas de las celdas (espacios en los que se deposita y dispone la basura). “Al contar con un área que se encargue de identificar los espacios mejorados, así como la cuantificación y delimitación de las superficies, es posible hacer un mejor uso de los recursos, utilizar datos reales y ser más eficiente. Se pueden representar de una manera apropiada los avances y facilitar la toma de decisiones”, se consideró en el documento.
Además del mantenimiento general del vertedero, la municipalidad de Guatemala instaló ventanas y puertas en áreas de servicios; reconstruyó la calle de la bodega; construyó la vereda peatonal, biopilas, la fachada de las oficinas administrativas y el nuevo comedor para el personal, entre otras de infraestructura.
En septiembre de 2024, se reportó el hundimiento y desplazamiento del patio 7. Para evitar que los lixiviados se filtraran en el suelo se construyó un canal. Asimismo, se perforó un pozo de extracción y por medio de bombas se redujo la acumulación de estos líquidos.
Ismail Salomón, concejal séptimo por el Partido Compromiso, Renovación y Orden (CREO) comentó que con la vigencia del “Reglamento para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes” se evidenció que la situación va más allá de la separación de los residuos sólidos. “Es algo más grande, clasificar la basura se hace desde siempre, no en las casas como se espera con la norma, sino en el vertedero. Por eso el proyecto más importante es profesionalizar a los recolectores y separadores”, indicó.
“Esta profesionalización tiene que darse con las asociaciones responsables de recolectar los desechos sólidos, es decir los transportistas. Por ejemplo, los camiones deberían tener la capacidad para el resguardo de lixiviados, que son los principales contaminantes del río Las Vacas y del río Motagua”, dijo.
El concejal de oposición al Partido Unionista (PU) que impulsó la reelección de Ricardo Quiñónez a la alcaldía consideró también la construcción de plantas de tratamiento, a lo que se oponen aliados políticos del jefe edil, como el primer paso para erradicar la contaminación por basura y luego la profesionalización de quienes integran asociaciones de transportista recolectores.
“Es necesario un cierre técnico real del vertedero de la zona 3 y evitar que se hagan más negocios de los que ya se hacen. Se recibe la basura de 14 municipios a costo cero. No se cobra a nadie por el manejo ambiental”, dijo.
De acuerdo con Salomón, el 99.99 por ciento de la contaminación de los ríos es por desechos orgánicos, inorgánicos y lixiviados. “No hay plantas de tratamiento. Es importante que la municipalidad de Guatemala trabajé bien, que termine los negocios con la familia dueña del terreno que ocupa el botadero, que convierta este vertedero en un verdadero relleno sanitario”, comentó.
La ruta de la basura en Guatemala, lee la parte I
La ruta de la basura en Guatemala: la historia del vertedero de la zona 3
Cómo funciona el basurero
Según la municipalidad de Guatemala cada día ingresan 575 camiones recolectores de basura al vertedero de la zona 3. El 51,39 por ciento son transportistas de la capital (293); 19.79 por ciento de Mixco; 6.17 por ciento de Chinautla; 4.85 por ciento de Santa Catarina Pinula; 3.97 por ciento de San José Pinula; 3.48 por ciento de Fraijanes; 2.42 por ciento de Palencia; 2.20 por ciento de San Juan Sacatepéquez; 1.76 por ciento de Villa Canales; 1.32 por ciento de Villa Nueva y el 1.10 por ciento de San Miguel Petapa.
Los camiones de San Lucas y San Pedro Sacatepéquez representan el 0.44 por ciento, 0.35 por ciento y 0.22 por ciento del total de la flotilla.
Con estos datos, se genera la duda sobre si en efecto, del total de basura que ingresa a diario al vertedero (2 mil 500 toneladas) el 49 por ciento corresponde a los 14 municipios.
Por ejemplo, no es igual la capacidad diaria de los 293 camiones recolectores de la capital a la de los 109 que prestan el servicio en Mixco o los 35 de Chinautla. Es menos el volumen de basura que pueden trasladar los 27 camiones de Santa Catarina Pinula o los dos de San Pedro Sacatepéquez.
Cuando llegan los camiones a las instalaciones del vertedero en la zona 3, los esperan 1 mil 140 personas con permiso para separar y comprar los materiales reciclables que ingresan al lugar. En áreas de transferencia y de disposición se ubican trabajadores municipales y compradores. Los fleteros, quienes cargan los productos que se compran se ubican en áreas especiales y los recuperadores, que son 717, en los distintos patios. Dedican la jornada a separar la basura y rescatar cualquier material reciclable que luego venden.
Con la vigencia del “Reglamento para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes” los recuperadores aseguran que perderán recursos económicos con el paulatino descenso de botellas de vidrio, plástico, cartón, entre otros productos reciclables, por la separación en tres categorías que exige la norma y que comienza en los hogares guatemaltecos.
Por este motivo, la municipalidad de Guatemala convocó a una mesa de diálogo, de la que no se tiene información sobre los avances ya que, las reuniones son a puertas cerradas, pese a que se trata de una situación relacionada con un tema público y de interés general. A la fecha se ha informado que el ministerio de Ambiente podría aceptar que en el municipio de Guatemala los vecinos clasifiquen su basura en material orgánico o inorgánico y que en esta clasificación incluyan cualquier producto que pueda ser considerado reciclable.
Vivir en la zona 3
La alcaldía auxiliar de la zona 3, en la Memoria de Labores de 2017, indicó que la zona cuenta con barrios, un área residencial, comunidades y asentamientos en los barrancos del barrio el Gallito. Las comunidades, incluidas las cercanas al vertedero, cuentan con servicios básicos y con infraestructura básica como banquetas y caminamientos. Hay escuelas, colegios, centros de salud, iglesias de distintas denominaciones y estaciones de bomberos. El Cementerio General, ubicado al final de la 20 calle, colinda con el vertedero municipal.
Las comunidades están divididas en tres delegaciones, la delegación dos es la que se ubica en las cercanías del basurero.
Delegación I
La comprenden 13 comunidades: León Tolstoi, La Floresta, Callejón Maravillas, La Bran, El Incienso, Anexo Ruedita, La Ruedita 8, 10 De Junio, Bella Esperanza, Periférico, Orantes, 5ª Calle y El Refugio.
Delegación II
La integran 22 comunidades: La Paz, San Juan, El Recuerdo, 14 de Octubre, Anexo Aguilar II, La Libertad (localizada frente al ingreso principal del vertedero), Plaza Mariachis, Santa Marta, Oralia, Guarda Viejo, Piedra Santa, Nuevo Amanecer, Nueva Concepción, Aguilar, Anexo Aguilar I, La Fe, El Porvenir, 19 Calle, Cantón Barillas, Manuel Colom Argueta, Multifamiliares y Anexo Manuel Colom Argueta.
Delegación III
Está compuesta por 17 comunidades: Trinidad, Tres de Mayo, La Isla, San José Buena Vista, Santa Luisa El Milagro, Esfuerzo I, Esfuerzo II, Casco Central El Gallito, El Progreso, San Francisco, La Joya, El Bosque, Pasaje San Jorge, Santa Isabel, La Cruz, Anexo El Bosque y El Recuerdo.
Al parecer, el trabajo de la Dirección y Gestión del Manejo de Residuos y Desechos Sólidos ha cambiado la cara del vertedero de la zona 3, al menos en las áreas superiores y algunos patios. Hasta 2018, el lugar era tierra de nadie. Por la puerta principal ingresaban cientos de personas con niños de distintas edades. La basura se acumulaba en montañas en las que descansaban docenas de perros. En la época seca, cuando el calor quema la piel, los canes buscaban la sombra, que siempre encontraban bajo algún montículo seco. Mientras, enormes aves de rapiña se enfrentaban por comida en descomposición o los restos de animales. Era común observarlos caminar frente a los grupos de personas y abrir las enormes alas como señal de alerta.
En una especie de sendero se localizaban precarias ventas de frituras y los clientes, los clasificadores de material reciclado, eran los principales compradores.
Hoy, el escenario cambió y hay un orden en el ingreso y áreas compactadas en las que se construyeron oficinas administrativas, calles, un parqueo y una rotonda. Hay un vivero y áreas reforestadas con más de 2 mil árboles, una planta que genera gas metano y una compostera. La ampliación del botadero, en caso de que la apruebe el ministerio de Ambiente, bordeará los cementerios General y La Verbena. Se prevé una vida útil del lugar de 10 a 15 años, lo que significa que el trabajo no terminará ni para recolectores y clasificadores.
Lee la segunda parte de La ruta de la basura en Guatemala: