Search
Close this search box.

En riesgo la vida de 25 mil personas con VIH por cierre de programas de USAID en Guatemala

COMPARTE

Créditos: Estuardo de Paz
Tiempo de lectura: 11 minutos

 

El ministerio de Salud (MinSalud) evalúa las consecuencias para Guatemala de la orden del presidente Donald Trump de congelar el financiamiento a programas contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), responsable del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), patrocinado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID). Desde el 20 de enero, cuando Trump asumió el cargo, una de sus primeras directrices se dirigió a suspender ayuda económica a programas de desarrollo durante 90 días. En el país, la oficina de USAID guarda silencio, pese a la información sobre el cierre inminente de la oficina a nivel mundial.

Por Claudia Méndez Villaseñor

Con la suspensión del financiamiento a través de USAID corren riesgo la vida de 25 mil personas con VIH y las acciones dirigidas a la planificación familiar y embarazos seguros. Algunos de los socios implementadores tienen la esperanza de que en los siguientes tres meses, Trump cambie de parecer. Pero, tras los últimos anuncios, resulta más probable que USAID desaparezca en el corto plazo.

La suspensión de fondos en este tema para el país representa unos USD 44 millones (Q338 millones 800 mil) en el periodo actual de ejecución de USAID, con programas que deben finalizar en 2025 y 2027.

En Guatemala, USAID otorga financiamiento técnico y económico a cuatro programas esenciales: “Cuidado y tratamiento de VIH en redes privadas”; “Promoviendo resultados a través de políticas y palancas económicas PROPEL HEALTH”; “Proyecto Para el Cuidado y Tratamiento de VIH e Infecciones Oportunistas” y “Servicio de prevención en VIH”, los cuales quedarían sin financiamiento si Trump decidiera suspender en definitiva cualquier ayuda financiera.

En una cruel paradoja la orden presidencial de congelar la ayuda financiera, otorgada a programas que luchan contra el VIH en el mundo, se dictó el pasado 28 de enero una fecha simbólica porque conmemora la vigencia del Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR), instaurado por George W. Bush en 2003, quien fue uno de los principales líderes republicanos de los Estados Unidos.

Sin embargo, 21 años después, un presidente del mismo partido es quien dicta nuevas directrices y suspende la ayuda económica dirigida a combatir la epidemia a nivel mundial, al señalar que el trabajo de USAID ha sido dirigido “por un puñado de lunáticos radicales”.  Otros funcionarios cercanos al Gobierno de Trump también expresaron fuertes opiniones en contra de USAID: “es una organización criminal”.   “Se hizo evidente que es una manzana con un gusano dentro. Hay que deshacerse de todo. No tiene remedio. Vamos a cerrarla”.

La mañana del 3 de febrero, el Departamento de Estado anunció que Marco Rubio había sido nombrado administrador interino de USAID, actual secretario de Estado, quien días antes se había expresado en términos despectivos en contra de la oficina.

En este sombrío contexto, el ministerio de Salud dijo que tras lo ordenado por Trump se evalúa el impacto que podría generar el posible cese de operaciones de proyectos financiados con fondos federales de Estados Unidos. “En este análisis se identificarán las intervenciones esenciales y prioritarias con la finalidad de asignar recursos que garanticen la continuidad de la atención a los guatemaltecos”, indicó.

“Un ejemplo clave es el programa de VIH y se determina el esfuerzo financiero necesario para cubrir las necesidades y asegurar la prestación ininterrumpida de los servicios a las personas que lo requieren”, afirmó.

La cartera mencionó que USAID Guatemala, por medio de socios implementadores, ofrece apoyo técnico a las Unidades de Atención Integral (UAI) que atienden específicamente a personas con VIH. Como programa, USAID beneficia a 25 mil usuarios de la UAI, quienes representan el total de la cohorte de las personas con VIH del país.

De acuerdo con el ministerio las acciones financiadas con fondos de Estados Unidos son:

  • Pruebas para el VIH y asesoramiento iniciados por el proveedor (PITC).
  • La búsqueda activa de casos de personas que abandonaron el tratamiento antirretroviral.
  • Consejería Intensificada en Adherencia (CIA) que busca que los pacientes sigan los tratamientos.
  • La Notificación Asistida a Contactos (NAC) de personas con diagnóstico reciente cuya finalidad es obtener información sobre los contactos sexuales de los pacientes. Con ello se obtiene el tamizaje oportuno de pruebas de VIH, sífilis, hepatitis B y C, así como el inicio temprano de terapias antirretrovirales.
  • Capacitación continua al recurso humano que labora en las Unidades de Atención Integral.
  • Apoyo para el fortalecimiento y equipamiento del área de laboratorio en algunas Unidades de Atención Integral.
  • Apoyo al traslado de muestras en algunas ocasiones, de ADN proviral y cargas virales hacia las dos Unidades de Atención Integral de referencia del país que son el Hospital Roosevelt y el Hospital General San Juan de Dios.

Prensa Comunitaria solicitó una opinión a la oficina de Prensa y Medios Digitales de USAID Guatemala, el pasado 29 de enero, para obtener una postura, luego de lo ordenado por el presidente Trump, pero no obtuvo ninguna respuesta.

Los programas que reciben financiamiento de USAID Guatemala en la lucha para enfrentar el VIH son cuatro, según el sitio oficial de la agencia, el cual quedó inhabilitado el pasado 1 de febrero y no se permite acceso a la página. El mismo día, la cuenta de la plataforma X también quedó deshabilitada.

Prensa Comunitaria consultó el sitio antes de que ocurriera esta falla tecnológica y evidenció que cada uno de estos programas tiene una contraparte nacional que gestiona y ejecuta los recursos. Las siguientes son las fichas técnicas de cada programa que eran información pública hasta el 31 de enero.

En octubre entrevistamos al principal asesor de USAID para Centroamérica, Administrador Adjunto interino de esta agencia, Michael J. Camilleri, sobre la continuidad de la agencia frente a la posibilidad de la llegada de Trump a la presidencia.

Michael Camilleri: “Tener Unidades de Probidad en los ministerios permitirá identificar y desmantelar redes de corrupción”

“Cuidado y tratamiento de VIH en redes”

Este programa recibe financiamiento de USAID Guatemala por USD$10.4 millones (unos Q80 millones), en un periodo que comprende de 2023 a 2027. Lo implementa la Asociación Pro Bienestar de la Familia (APROFAM) en consorcio con la Asociación Hondureña de Planificación de Familia (ASHONPLAFA) y Asociación Panameña para el Planeamiento de la Familia (APLAFA).

Las acciones del programa se impulsan en clínicas que dirigen estas organizaciones en Guatemala, Honduras y Panamá y están dirigidas a atender pacientes con VIH en clínicas privadas; ofrecer pruebas de diagnóstico y otro tipo de pruebas de forma que se cumpla el segundo y tercer objetivo 95-95-95 de ONUSIDA, que significa que el 95 por ciento de personas que conocen su estado serológico tengan acceso a tratamiento y que el 95 por ciento de las personas en tratamiento alcancen la supresión viral.

Este programa también tiene el objetivo de reducir la morbilidad y mortalidad por VIH y el manejo de infecciones oportunas; el diagnóstico temprano del cáncer cervicouterino y otras comorbilidades que ponen en riesgo la calidad de vida de las personas con VIH.

Los beneficiarios del programa son: hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH); personas que viven con VIH; los grupos étnicos Ngäbe-Buglé y Garífuna de Panamá y Honduras; migrantes así como pacientes trasladadas a clínicas desde los hospitales nacionales y del Seguro Social.

Créditos: Abastecimiento de medicamentos contra VIH. USAID, Guatemala.

“Promoviendo resultados a través de política y palancas económicas PROPEL HEALTH”

Este programa tiene vigencia de 2022 a 2027 y lo financia USAID Guatemala por USD$17 millones (unos Q136 mil millones). Grupo Palladium es el responsable de implementar las acciones.

Según el sitio oficial de USAID Guatemala, cerrado desde el 1 de febrero, PROPEL HEALTH se trata de una iniciativa global que tiene el objetivo de mejorar el entorno, propiciar servicios equitativos de salud y suministros lo que implica: desarrollar políticas, financiamiento adecuado, predecible y sostenible de los servicios de salud; mejorar la gestión, transparencia y rendición de cuentas de los Gobiernos y la promoción de enfoques de abogacía basados en evidencia a nivel mundial y nacional.

En el caso de Guatemala, PROPEL SALUD coordina acciones con el ministerio de Salud y las Direcciones Departamentales de Redes Integradas de Servicios de Salud (DDRISS) de 15 municipios de Huehuetenango y Quiché. A nivel central, el programa tiene el objetivo de optimizar el uso de los recursos en el sector público; promover el acceso equitativo a servicios de salud, y mejorar la calidad de la atención.

A nivel municipal, se contribuye a la mejora de la planificación, el gasto y la optimización de los recursos financieros, reforzando los sistemas de gestión interna.

Las áreas que aborda el programa son: planificación familiar; salud reproductiva; atención primaria de la salud y la integración la planificación familiar y salud reproductiva con el VIH y la salud materno infantil.

A finales de 2027, con el apoyo de PROPEL SALUD se esperaría que el MinSalud cuente con las herramientas y procesos necesarios para medir, priorizar y cerrar las brechas actuales en equidad, calidad y optimización de recursos.

Grupo Palladium publicó en octubre de 2022, en el sitio oficial https://thepalladiumgroup.com/ que USAID le había adjudicado el proyecto PROPEL HEALT por USD$100 millones, con duración de cinco años.

“Sobre la base del éxito del proyecto Health Policy Plus (HP+), que recién concluyó, se proporcionó soluciones adaptadas localmente en más de 105 países y se movilizaron USD$465 millones en fondos nacionales para la salud. PROPEL HEALTH acelerará el acceso equitativo a servicios de atención primaria en salud integrados y receptivos; y aumentará los servicios de planificación familiar y salud reproductiva, así como el uso de anticonceptivos”, se lee en el comunicado de Palladium del 20 de octubre de 2022.

“USAID ha sido el principal defensor de las iniciativas de planificación familiar y salud reproductiva de los países durante más de cinco décadas. Ha apoyado a 27 millones de mujeres y parejas con métodos y servicios voluntarios de planificación familiar solo en 2020”, afirmó el documento.

“Tenemos una amplia experiencia, más de 25 años, en política de salud, defensa, financiamiento y gobernanza como implementadores de los programas de política global insignia de USAID”, dijo Suneeta Sharma, vicepresidenta de Salud de Palladium y directora de Salud de PROPEL. “Cuando estos cuatro elementos de política, financiamiento, gobernanza y defensa se unen, respaldados por una base de evidencia sólida, no podemos equivocarnos para lograr un impacto”, dijo ese día.

Al cierre de esta publicación, en el sitio oficial de Grupo Palladium no se había publicado ninguna opinión sobre el tema.

“Cuidado y tratamiento de VIH e infecciones oportunistas”

La Asociación de Salud Integral (ASI) implementa este programa en el país financiado por USAID Guatemala, por USD$5.1 millones (unos 40 millones). La agencia justificó el financiamiento por integrarse al Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR), que en 2023 cumplió 20 años.

El 28 de enero de 2003, el presidente George W. Bush anunció la creación de PEPFAR durante su discurso sobre el estado de la Unión, “aprovechando años de investigación sobre el VIH/SIDA;  el esfuerzo humanitario coordinado; el apoyo bipartidista del Congreso de Estados Unidos y el compromiso de las organizaciones comunitarias y religiosas, así como del sector privado, para crear una respuesta sin precedentes a una crisis sanitaria mundial”, señala un comunicado de la embajada de Estados Unidas acreditada en el país, publicado el 28 de enero de 2023.

Pese al significado de la fecha, el 28 de enero pasado, Donal Trump, actual presidente estadounidense anunció el congelamiento de la ayuda financiera de USAID a programas relacionados con VIH.

El caso del programa “Cuidado y tratamiento de VIH e infecciones oportunistas” tiene la finalidad de alcanzar las metas globales 95-95-95 que se refieren a que al menos el 95 por ciento de las personas con el virus conozcan su diagnóstico; que el 95 por ciento de personas que conocen su diagnóstico reciban tratamiento antirretroviral y que el 95 por ciento con tratamiento antirretroviral logren la supresión viral en Guatemala, El Salvador, Honduras y Panamá.

Este financiamiento se dirige a fortalecer la Clínica Familiar Luis Ángel García, afiliada al Hospital General San Juan de Dios, que maneja la segunda cohorte más grande de pacientes con VIH en Guatemala.

También se destina a fortalecer la FUNGIRED, una red colaborativa de unidades de atención integral de VIH que busca el tamizaje, diagnóstico y tratamiento de infecciones oportunistas en Guatemala. En 2023, la Clínica Luis Ángel García brindó tratamiento a 4 mil 686 personas con VIH.

“Servicios de Prevención en VIH”

Se trata de un programa que se comenzó, en 2020, y finaliza en agosto de 2025. USAID Guatemala financia la iniciativa por USD$16 millones (unos Q128 millones). La Organización Panamericana de Mercadeo Social (PASMO) es la responsable de implementarlo.

El proyecto brinda servicios integrales de prevención enfocados en Personas en Alto Riesgo (PAR), incluye servicios de prueba con consejería libres de discriminación y con enfoque que vincula a personas positivas a la atención integral y al tratamiento.

También promueve enfoques innovadores para incrementar la demanda de servicios de prevención de calidad en personas de alto riesgo, así como abordar barreras estructurales clave al trabajar en la reducción de estigma y discriminación.

En Guatemala, El Salvador, Honduras y Panamá el proyecto se enfoca en Personas en Alto Riesgo, especialmente hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), mujeres trans, personas con VIH, sus parejas y contactos sexuales.

Específicamente en Guatemala, la cobertura geográfica del proyecto incluye: las cabeceras departamentales de Escuintla, Zacapa y Retalhuleu; ciudad de Guatemala; Puerto Barrios, Izabal; ciudad de Quetzaltenango; Flores, Petén y Malacatán, San Marcos.

Además de programas que buscan erradicar el VIH y otorgar tratamiento a los pacientes, USAID Guatemala también patrocina el programa: “Mejorar la salud materna, neonatal, infantil y reducir la desnutrición crónica”. Esta iniciativa recibe financiamiento para un periodo que comprende de 2020 a septiembre de 2025 por USD$19 millones 470 mil (unos Q156 millones). El responsable de este proyecto es la fundación JhPiego.

Con este proyecto se busca reducir la desnutrición crónica; mortalidad materno-neonatal e infantil; mejorar el acceso a métodos de planificación familiar para hombres, mujeres y adolescentes y así prevenir embarazos no planificados en los departamentos de Huehuetenango y El Quiché.

USAID Guatemala trabaja por medio de organizaciones locales e internacionales para implementar programas. USAID Guatemala no proporciona recursos financieros directamente a las instituciones de Gobierno sino que brinda asistencia técnica y equipo.

VIH en Guatemala

El informe “Vigilancia Epidemiológica del VIH Guatemala enero-noviembre 2024”, del departamento de Vigilancia y Control, de la dirección de Epidemiología y Gestión de Riesgo del ministerio de Salud, registró 2 mil 115 casos de los cuales 1 mil 142 son pacientes con diagnóstico nuevo y 973 con VIH avanzado

El año pasado, en Izabal, Escuintla, Guatemala, Petén, San Marcos y Alta Verapaz se reportaron 737 casos nuevos de VIH y 592 de VIH avanzado. Totonicapán es el departamento con los menores registros. En 2023 se reportaron en total 2 mil 030 y un año anterior 2 mil 101.

Según este informe de enero a noviembre de 2024 se evidenció un incremento de casos del 4 por ciento con relación al mismo periodo de 2023.

¿Qué se recomendó?

La dirección de Epidemiología y Gestión de Riesgo recomendó a las autoridades ministeriales fortalecer la promoción de pruebas en los servicios de salud dirigidas a población clave o de mayor riesgo; aumentar los servicios de salud del segundo nivel (centros de salud) y hospitales que no son Unidades de Atención Integral (UAI) con el fin de que cuente con disponibilidad de pruebas de tamizaje y confirmación de VIH.

Así mismo revisar y analizar las intervenciones que se impulsan para controlar la epidemia y asegurar que todo caso nuevo diagnosticado sea en efecto vinculado a una UAI para el inicio temprano de tratamiento.

Además se recomendó buscar la manera de que se promocionen las pruebas en todos los servicios de salud y otras estrategias para que las pruebas lleguen a grandes centros de trabajo privado y público; universidades; fincas ganaderas y agrícolas.

Son acciones enmarcadas en una estrategia formal que busca prevenir, identificar nuevos casos y otorgar los tratamientos a las personas con VIH. Sin embargo, tal y como se encuentra el sistema de salud resulta complicado atender solo una epidemia de esta magnitud. El silencio de USAID Guatemala deja entrever un panorama poco alentador. Oscuridad en este caso.

El medio estadounidense Los Ángeles Time publicó un cable de la agencia Associated Press, el 31 de enero pasado, en que se señaló que a personal del Departamento de Estado y de USAID “se les invitó a presentar solicitudes para eximir ciertos programas de la congelación de la ayuda externa impuesta por Trump, el 20 de enero, y que el Departamento de Estado detalló cómo ejecutar el 24 de enero”.

No obstante, tres días después, al menos 56 altos cargos de USAID fueron puestos, de forma repentina, en excedencia administrativa.

En un reporte interno sobre los cambios de personal, Jason Gray, administrador interino de USAID, mencionó que habían identificado varias acciones que parecían estar diseñadas para eludir las órdenes ejecutivas de Trump.

“Como resultado, hemos puesto a varios empleados de USAID en excedencia administrativa con sueldo y beneficios completos hasta nuevo aviso, mientras completamos nuestro análisis de estas acciones”, dijo Gray.

Asimismo, la nueva dirección de USAID despidió a los contratistas que suponen cerca de la mitad de la planilla de esta oficina.

El domingo, las noticias sobre el futuro de la agencia resultaron desalentadoras y trascendió que incluso se habían retirado los logos oficiales de la entidad. En Guatemala, el personal de USAID no ha emitido ninguna opinión.

Socios implementadores de programas en el país consideraron que no tienen por qué opinar sobre decisiones del presidente Trump, pero sí confirmaron que se les había notificado el cese de la ayuda financiera, lo cual en días ha representado despido de personal, altamente capacitado y con experiencia en el campo y una inminente crisis de desabastecimiento.

Por ejemplo, señalaron que un medicamento como el Abacavir comienza a escasear y es un indispensable en los tratamientos de los pacientes, afirmó un entrevistado de quien omitimos su nombre.

“Además, ahora cómo se va a dar seguimiento a las personas; cómo se van a buscar a los contactos sexuales; cómo se van a hacer las pruebas a las madres para proteger a los bebés. Lo que ocurre es grave”, añadió.

Por ejemplo, debilitar a los pacientes con VIH provocaría un aumento de los casos de tuberculosis y otras enfermedades oportunistas. “Es una cascada. Si hay más tuberculosis hay más contagios”, agregó una fuente que habló con Prensa Comunitaria a condición de anonimato.

Eduardo Arathoon, director y fundador de la Clínica Familiar Luis Ángel García, consideró que este momento difícil podría ser oportuno para que autoridades del ministerio de Salud conozcan a profundidad el trabajo que se hace por las personas con VIH y se involucre en fortalecer las Unidades de Atención Integral (UAI), pero de forma real. “Es importante que se respeten los cargos y el presupuesto”, indicó el experto.

“En un país con renta media y con el presupuesto que se le otorga al ministerio es necesario que se atienda el VIH con otra perspectiva”, mencionó.

Arathoon confía que lo sucedido con USAID se revierta y guarda la esperanza de que el ministro Joaquín Barnoya se reúna con él y los equipos de las Unidades de Atención Integral. “Ahora es el momento, son miles de vidas las que están en juego”, advirtió.

COMPARTE