La cosecha representa toda una ceremonia para la población de San Martín Sacatepéquez, Quetzaltenango, donde los agricultores buscan las mejores semillas de maíz, frijol, ayotes y otras para conservarlas y preservarlas como lo hacían sus ancestros.
Por Prensa Comunitaria
Jatx’en es una práctica milenaria de varios pueblos originarios en distintos territorios de Guatemala, donde celebran la vida y sus cosechas, sin embargo, por la influencia de las diferentes culturas incluyendo las religiones esta práctica se ha ido perdiendo.
En el municipio de San Martín Sacatepéquez mejor conocido como San Martín Chile Verde a 222 kilómetros de la capital, Martín Vásquez director del centro de investigación Tja Mash, junto a un grupo de jóvenes, reconstituyen y reivindican la práctica de Jatx’en desde hace más de siete años, combinándola con las distintas expresiones epistemológicas de los pueblos originarios.
Vázquez asegura que con esta práctica se celebran los ciclos desde la preparación de las semillas, la siembra, las primeras hojas, los primeros elotes hasta la tapisca, durante el mes de diciembre. La siembra del maíz se realiza a finales de febrero y en los primeros días de marzo.
Jatx’en es una palabra en Mam, idioma del municipio que traducido al español significa: cosecha o tapisca.
Durante esta práctica se realizan diversas actividades culturales y muestras de arte que se llevan a cabo en un día especial, que es el día Q’anil casi a finales de cada año.
El Jatx’en, la tapisca o cosecha incluye no solo al maíz, como principal grano que es consumido por la mayoría de la población, sino que también otros elementos como los frijoles, ayotes y otros. Es el cierre de un ciclo e inicio de uno nuevo.
“Desde una perspectiva filosófica y en base a la cosmovisión del pueblo Mam, lo hemos considerado como el cierre de un ciclo y al mismo tiempo el inicio de uno nuevo. Es el punto cero, es donde se guarda e inicia la vida; es el punto de partida, es el origen de la vida”, puntualiza Martín Vásquez.
El centro Tja Mash
Esta actividad es promovida por Tja Mash, una iniciativa relativamente joven para la investigación y promoción de la cultura, para la “reivindicación de los pueblos y para reconstituir la identidad del pueblo maya y específicamente de la nación Mam de San Martín Sacatepéquez en el departamento de Quetzaltenango”.
El organizador también asegura que este “encuentro” es para la convivencia, celebración y agradecimiento por la vida y la cosecha de maíz con ciencia y tecnología de los pueblos.
Explica que en el Jatx’en se profundiza sobre “la epistemología de los pueblos originarios y milenarios como una muestra de los grandes aportes de esta gran civilización a la construcción del conocimiento en el mundo y la humanidad”.
Una representación de “resistencia”
Parte de la tapisca es secar y cosechar el maíz, sin embargo, para la cultura Mam, esto no significa el final, sino también la selección de nuevas semillas para las próximas siembras; una práctica que han catalogado como “una herencia” que les han dejado sus ancestros.
“Hoy en día se consideran modelos de vida bien estructurados y fuertes para cualquier catástrofe en el mundo, difícil de que se venga en colapso o a menos que dejemos que las empresas transnacionales y gobiernos privaticen las semillas originarias y las vuelvan semillas modificadas o transgénicas.
Otro de los objetivos de esta práctica es reconstituir la identidad de nuestros pueblos como elemento fundamental para la construcción de un país más incluyente, promover el cuidado y protección del maíz como un elemento fundamental en la vida, y asegurar la seguridad y soberanía alimentaria”, señala el organizador.
Asimismo, con estas acciones, buscan crear conciencia en los pueblos para el cuidado de las semillas originarias, ya que están amenazadas por las transnacionales. Además, buscan educar a las nuevas generaciones para el cuidado del maíz como elemento principal para la alimentación de las futuras generaciones.
Por último, destacan que se busca contribuir a la construcción de un nuevo Estado para Guatemala. “Creemos en el Estado Plurinacional como proyecto que promueve el reconocimiento a los cuatro pueblos para el ejercicio de su libre determinación, en este caso, el maíz como elemento fundamental en su economía y soberanía alimentaria”, concluye Martín Vásquez.