El exembajador de Estados Unidos, que incomodó a empresarios y políticos, regresó al país encabezando una delegación de expertos sobre seguridad. Tras casi ocho años de su partida, conversó sobre cómo ve el país actualmente y sus perspectivas en el actual escenario político.
Por Isela Espinoza
El Subsecretario de Estado de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL), Todd Robinson, llegó a Guatemala, este 1 de octubre y este sábado concluye su visita. El exembajador de Estados Unidos regresó ocho años después encabezando una delegación de expertos en seguridad del Gobierno de Estados Unidos quienes participaron en el Primer Dialogo de Alto Nivel sobre Seguridad entre Estados Unidos y Guatemala.
Según Robinson este diálogo sirvió para compartir estrategias frente a las amenazas de seguridad para ambos países y la región. Además, su visita incluyó recorridos a las instalaciones de la Dirección General de la Policía Nacional Civil, así como de la Casa Intermedia de la Secretaría de Bienestar Social.
El viernes, la INL donó motores para apoyar a la flotilla interceptora de la Marina guatemalteca y un buque de patrulla costera para reducir el contrabando y el tráfico de drogas. El acto de entrega se realizó en la base del Comando Naval del Pacífico, Escuintla, en donde participó el presidente Bernardo Arévalo; el embajador de Estados Unidos, Tobin Bradley y Robinson.
El buque GC-871 Hunahpú fue entregado por el Departamento de la Defensa y será dirigido por 10 integrantes de la naval, que fueron capacitados para esta misión en Estados Unidos.
Robinson fue una figura que, durante su misión diplomática en el país (2014-2017), incomodó a empresarios y políticos por ser uno de los principales defensores de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y apoyar la administración de Thelma Aldana como fiscal general. Ambas entidades presentaron importantes investigaciones sobre redes de corrupción.
Además, su período coincidió con las movilizaciones de la población contra la corrupción, en 2015, que provocaron la renuncia del expresidente Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta, Roxana Baldetti. Casi ocho años después regresó al país como subsecretario de la INL en cuyo cargo fue nombrado en septiembre de 2021.
El viernes conversó con medios de comunicación, entre ellos Prensa Comunitaria, en donde abordó detalles sobre el apoyo de Estados Unidos en defensa de la democracia y las sanciones contra personajes corruptos del país.
En su retorno al país, ¿visualiza cambios o retrocesos?
Veo desafíos grandes, pero estoy aquí para enfocarme en el futuro. Nosotros anunciamos un programa que se llama “Guatemala se Transforma” que está apoyando las alianzas entre los gobiernos de Estados Unidos y Guatemala, pero también entre la sociedad civil, las comunidades, el sector privado y los jóvenes. Tuve el honor de traer una delegación, bastante importante, que incluyó a miembros del Departamento de Justicia, la Casa Blanca, la DEA, USAID, todos para llevar el mensaje que nosotros estamos apostando en el Gobierno (de Bernardo Arévalo) y en el país.
Cuando Arévalo visitó la Casa Blanca empezamos con US$50 millones. Trabajando con el Congreso, logramos un acuerdo de agregar US$50 millones más. Estamos haciendo esto porque hemos visto las posibilidades en Guatemala. No lo estamos haciendo en otros países y vamos a seguir trabajando para el futuro del país.
Y claro, hay obstáculos. Hay gente que no quiere trabajar con nosotros, hay personas que van a socavar la democracia en el país, pero no vamos a enfocarnos en ellos. Vamos a mirar y trabajar para el futuro.
¿Qué sectores o actores no quieren trabajar?
Yo creo que son obvios los sectores, hemos sancionado a algunos de ellos. Hay una lista bastante grande, inclusive en el Congreso, pero de nuevo, no vamos a enfocarnos en ellos. Tenemos un compromiso con el futuro de este país.
¿Cómo se logra trabajar temas como el narcotráfico, migración o seguridad con personas que menciona como un obstáculo?
Yo diría que a nivel técnico hemos seguido trabajando tanto con el Ministerio Público, como con los ministerios y otras autoridades. Los retos son tan importantes que vamos a encontrar la manera de seguir trabajando. No podemos dejar a otros detener nuestro trabajo. Eso es lo que ellos quieren, que nos distraigamos con ellos en vez de enfocarnos con los sectores. Pero eso no va a pasar, vamos a seguir enfocados en el desarrollo.
¿Cómo ve a Guatemala actualmente?
Las elecciones tienen consecuencias tanto aquí en Guatemala como en Estados Unidos. Cuando me fui de Guatemala teníamos un buen momento tanto para los sectores del país como en la relación en nuestros Gobiernos. Ha habido dos o tres elecciones y con las nuevas administraciones los enfoques cambian. Lo que nosotros vemos ahora es un Gobierno que, por la valentía y coraje de los pueblos indígenas, los jóvenes y los sectores creyentes en la democracia, tenemos nuevamente una oportunidad y este equipo en Guatemala con el actual embajador ha notado este momento y van a sacar todos los beneficios posibles antes de una nueva elección porque quién sabe qué va a pasar.
A Estados Unidos han asistido diferentes personajes para realizar cabildeos para retroceder en términos democráticos y facilitar el camino a la fiscal Consuelo Porras y el régimen corrupto. ¿Tendrían algún impacto estos cabildeos?
Hemos visto algunas de las consecuencias, como repito, hay una lista grande de funcionarios sancionados por parte de los Estados Unidos y la comunidad internacional. Estas personas no tienen acceso al sistema bancario de Estados Unidos ni de Europa, no pueden viajar a Estados Unidos. Estas son parte de las consecuencias, pero yo he dicho que al final de cuentas si vamos a ver cambios en Guatemala tiene que ser a través de los guatemaltecos.
La CICIG fue un órgano que evidenció casos emblemáticos de corrupción. ¿Cómo califica que tras su salida las investigaciones se estancaron?
Voy a ser honesto, es lamentable que un ente como la CICIG lo cerraran. No fue perfecta la organización, pero hizo cosas buenas y dio un poco de esperanza a la población. Pero eso es pasado y ahora nos toca encontrar las maneras, las entidades y las organizaciones para que trabajando con el nuevo Gobierno tomemos los beneficios del pasado y seguir adelante.
Se han sancionado a decenas de funcionarios y exfuncionarios, ¿Hay probabilidades de que escalen estas sanciones o las consecuencias para los actores corruptos? ¿Hay probabilidades de extradiciones?
No puedo hablar de casos específicos, pero puedo decir que todo está sobre la mesa y vamos a seguir haciendo lo que podemos hacer para defender la democracia de Guatemala en conjunto con este Gobierno para defender también los derechos humanos, para defender la libertad de prensa, para trabajar con las comunidades indígenas que tanto han sufrido en décadas. Vamos a usar todas las herramientas para defender la democracia en Guatemala.
En cuanto al papel de las autoridades indígenas, ¿Cómo visualizan su incidencia?
Es muy simple: ellos salvaron la democracia en la última elección y cuando nosotros hablamos de los verdaderos demócratas en el país, a mi juicio, son las comunidades indígenas. Ellos siempre defienden la democracia.
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