Un campesino de 36 años de la aldea Selich en El Estor, Izabal, se ha vuelto viral por su peculiar forma de cuidar el medioambiente. Inspirado por capacitaciones recibidas en su juventud, comenzó a construir depósitos de basura artesanales para reducir la contaminación en su comunidad.
Por Juan Bautista y Nathalie Quan
En la comunidad de Selich, en El Estor, vive un hombre cuya vida gira en torno a la protección del medioambiente. Su nombre es Pablo Cac, quien por las condiciones económicas de su familia solo cursó hasta tercer grado de primaria, pero eso no fue una limitación para aportar a un futuro sostenible para su comunidad.
A los 16 años, comenzó su trabajo cuidando el medioambiente. Buscó oportunidades para capacitarse sobre este tema en la Fundación Guillermo Toriello, e inspirado por lo que aprendió, decidió actuar y comenzó a elaborar depósitos de basura artesanales para reducir la contaminación. “Mi iniciativa surgió de la conexión con la naturaleza y la importancia de los ríos, la tierra y los alimentos que esta proporciona”, dijo.
“Siempre me ha gustado cuidar el medioambiente. La madre tierra nos da alimentos, los ríos son importantes para las plantas. Por eso inicié con la elaboración de depósitos para basura, para que la gente tenga dónde depositar sus desechos y no los tire en la calle. Me hubiera gustado terminar mis estudios, pero mis padres tenían recursos limitados”, agregó.
Con el apoyo de su familia y la comunidad, Pablo Cac ha logrado transformar su idea en una realidad tangible. A pesar de los desafíos iniciales, cada vez más personas se suman a su causa, depositando sus residuos en los contenedores que él ha construido. Su proyecto ha trascendido las fronteras de Selich, llegando a otras comunidades y generando un impacto positivo en toda la región sur de El Estor.
Un acuerdo para separar desechos
En Guatemala se generan aproximadamente tres mil millones de libras de basura, la mayoría de las cuales contaminan ríos y lagos por eso los esfuerzos del campesino maya Q’eqchi’ adquieren relevancia.
El impacto de su trabajo resuena aún más con la entrada en vigor del Artículo 14 del Acuerdo Gubernativo 164-2021, que exige la clasificación de residuos en los hogares antes de que el camión recolector los recoja. Aunque la legislación enfrenta desafíos en su implementación, Pablo Cac ya ha allanado el camino con su ejemplo. Su proyecto demuestra que, con perseverancia y acción comunitaria, es posible superar la inercia y promover un cambio efectivo.
Cabe destacar que el Artículo 12 del Reglamento, publicado el 10 de agosto de 2021, establece que todas las personas, ya sean individuales o jurídicas, públicas o privadas, nacionales o extranjeras, que generen residuos o desechos sólidos, deben separarlos en el momento de su producción. Además, se especifica que las entidades sujetas a estas disposiciones tienen un plazo de 24 meses para ajustarse y cumplir con ellas. Aunque esta medida es obligatoria, muchas personas aún no están informadas sobre el reglamento y no saben cómo implementarlo.
El 9 de agosto de 2023, el Acuerdo Gubernativo 164-2021 fue modificado para que los ciudadanos separen su basura en desechos orgánicos e inorgánicos. A pesar de la existencia de esta normativa, muchos desconocen cómo realizar la selección de desechos.
“La separación de los desechos plásticos es una obligación para todos, pero no se ejerce. Reciclar ayuda a evitar los riesgos que perjudiquen el medio ambiente”, indicó Erwin Tut, comunitario de Selich.
De la idea a la acción
Pablo Cac, con la ayuda de su hijo, la motivación que recibe de su esposa y la comunidad para depositar la basura donde corresponde, baja desde muy temprano los sábados a comprar materiales para seguir creando los depósitos artesanales, como el alambre de amarre, spray para darles color, cal, nailon y candelas para la perforación de los botes. Por la tarde, recorre las calles de su comunidad en busca de desechos plásticos, que después de recolectarlos clasifica por tamaños.
#RelatosSobreClima 🌎 Pablo Cac es un campesino de la comunidad de Selich, de El Estor, Izabal elabora depósitos artesanales para desechos.
La labor que realiza es para concientizar a su comunidad sobre el cuidado del medio ambiente. Hasta hoy no recibe apoyo de parte de las… pic.twitter.com/sdvRtrVqJS
— Prensa Comunitaria Km169 (@PrensaComunitar) August 4, 2024
En este contexto, la labor de comunitario de Selich ha sido significativa. Aunque al principio fue difícil convencer a las familias de la comunidad para que usaran los depósitos, su perseverancia dio frutos, y ahora el 75% de las familias participa activamente en el proyecto.
Su esfuerzo ha captado la atención de otras comunidades y organizaciones, que han comenzado a replicar su modelo. La iniciativa de Pablo es más que un proyecto local; es un llamado a la acción para todos nosotros. Rosmery Bac, una estudiante de enfermería, destaca la importancia de su trabajo: “Lo que hace el señor es favorable para el medioambiente. Debería tener algún apoyo para que su proyecto llegue a más comunidades”.
En búsqueda de apoyo
La comunidad, con el liderazgo de Pablo Cac, ha demostrado un gran compromiso con el cuidado del medioambiente al crear un espacio para la disposición de residuos a 5 kilómetros del pueblo, aunque sea a través de un método poco recomendable como la incineración. Esta iniciativa, realizada ante la falta de alternativas, resalta la necesidad urgente de contar con el apoyo de las autoridades y organizaciones para implementar un sistema de recolección y reciclaje de plásticos que permita una gestión adecuada de los residuos y evite la contaminación de los ecosistemas.
“Este pequeño proyecto lo hago por el amor que le tengo a la naturaleza. Si una familia necesita un depósito, se los dono. Como seres humanos, debemos cuidar nuestros recursos. Ahora lo que busco es tener un grupo de niños y jóvenes para que este proyecto salga adelante”, concluyó.
A pesar de los logros alcanzados, Pablo no se detiene. Su sueño es expandir su proyecto a las 18 comunidades del sector Sexan y buscar el apoyo de instituciones para poder llevar a cabo sus iniciativas a mayor escala. Además, busca involucrar a niños y jóvenes en este proyecto, fomentando una cultura de cuidado del medioambiente desde temprana edad.
Este texto se realizó en el marco de la Sala de Creación comunitaria y medioambiental, un ejercicio periodístico colectivo organizado con un grupo de periodistas de territorios de Prensa Comunitaria, bajo la coordinación de Francisco Simón.