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Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Jesús Hernández

Se traduce en el idioma k’iche’ como ‘mono’ o ‘hilo’. Es el inicio, el tiempo, el comienzo. Imaginemos cómo el hilo se enrolla en el carrizo, o en la “canilla” que utiliza el tejedor del güipil o corte. Cada canuto es de un color y, al cruzarlos de manera vertical, horizontal, de acuerdo con el pepenado que se hace con los dedos, se transforma en un hermoso tejido.

A propósito de esta espiritualidad maya, esta semana se presentó en Quetzaltenango el libro: Para los nacidos en claridad, discernimiento y calendario maya, escrito por el jesuita ‘Vico’, como le llaman cariñosamente por estas tierras, que expone la experiencia vivida en las comunidades, el aprendizaje adquirido en el día a día a través de la consulta, el discernimiento y reflexión con el estilo de vida que tiene cada uno.

Releyendo algunas páginas de esta construcción de un calendario maya vinculado con el día a día, rescato lo que escribe sobre el día B’atz, una experiencia desde el pueblo y compartida como forma de vida para nosotros hoy:

La unidad que Dios, la naturaleza y los antepasados quieren de nosotros. El trabajar en unidad nos hace persona. Concentrémonos profundamente. Persona tejedora de la historia, la cosmovisión, la espiritualidad, la raíz y el origen del rostro y del corazón de los pueblos. Día importante para amarrarse y entregarse total y sabiamente a un servicio, a una decisión de la vida, o aun trabajo debajo de los pies y manos de Dios Creador y Formador y de nuestras abuelas y abuelos. Hacerse y sentirse como parte de la trama de un gran tejido, es decir, mis venas son tus venas. (Castillo, 2024, p.52)

Somos, pues, una serie de hilos que vamos tejiendo, y de muchos colores, esta unidad de pueblos. Esos hilos se realizan en el ejercicio de la profesión, lo que cada uno sabe hacer para mejorar, transformar, aportar y hacer de esta sociedad algo diferente: dignidad y respeto, comunidad. No se puede pensar ese hilo multicolor de manera individual. Ese hilo está conectado con otros, está amarrado y por eso se une, tiene fuerza y sirve. Está al servicio de los demás.

Si esta mirada de corresponsabilidad tiene como prioridad la complementariedad, es decir, la unión, el compromiso, el proyecto entonces habrá que ponerlo en ese hilo de la historia. Mirar el pasado para proyectarse en el futuro, pero para mejorarlo, transformarlo o cambiarlo para algo mejor, para “una buena vida” o “vivir bien”.

Estas ideas llaman entonces la atención a lo que se avecina en los próximos días: “el día mundial contra la trata de personas”. En una reciente actividad sobre esta campaña: “Pacta con el Corazón azul”, el ser humano no está en venta en ninguna circunstancia, la academia se une a esta campaña, pero pensando precisamente en eso que se leyó más arriba “mis venas son tus venas”. Los hilos que llegan al corazón no pueden provocar dolor, muerte, utilización y atropello a la vida de las personas, especialmente hacia las mujeres.

Los 11 preceptos (https://svet.gob.gt/re-lanzamiento-corazon-azul/) que la campaña diseña son como la pedagogía de componer aquello que se ha olvidado del respeto, la equidad y fortalecer las capacidades de las personas para vivir en condiciones dignas. No se puede tolerar que continúen las formas de esclavitud, de explotación, de venta y utilización de las personas para fines que van en contra de la vida.

Sin duda que tenemos que seguir reconociendo que seguimos fallando en esta protección de las personas más vulnerables de nuestra sociedad, pero no es tarde para empezar y corregir el rumbo. Hay que tejer la sociedad de colores más puros, más humanos y solidarios, porque queremos “vivir bien”. Libre de violencia, maltrato y abusos. Si el tejedor transforma con sus manos, significa que en nuestras manos está el cambio: nuestras actitudes, nuestros valores, nuestras prácticas deben ponerse al servicio de la comunidad.

Todas y todos debemos sumarnos a estas acciones que nos lleven al cuidado y protección de las personas. De repente, al terminar de leer esto, ¡reflexionamos un momento y tomamos conciencia de lo importante que es la lucha a favor de los derechos humanos de las personas…y cambiamos!

 

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