Los ministros de Ambiente y Energía y Minas señalaron que encontraron anomalías en la solicitud de actualización de la licencia ambiental en donde se incluye un cambio de sistema de explotación de subterráneo a cielo abierto por parte de la empresa Elevar Resources, propietaria de la mina Cerro Blanco. Por esta razón, dejaron claro que no se puede realizar explotación a cielo abierto y que la empresa debe solicitar una nueva licencia y presentar un nuevo estudio de impacto ambiental si lo que pretende es cambiar el sistema de explotación.
Por Regina Pérez
Las autoridades del Ministerio de Ambiente y Energía y Minas señalaron que la empresa Elevar Resources, encargada del proyecto minero Cerro Blanco en Asunción Mita, Jutiapa debe solicitar un nuevo estudio de impacto ambiental y pedir una nueva licencia para el cambio de actividad subterránea a cielo abierto. Eso implica que la empresa no tiene autorización para operar a cielo abierto como lo ha venido realizando actualmente.
“La licencia para operar en forma subterránea está vigente. El cambio en la forma de minería es lo que no puede autorizarse” indicó el ministro de Energía y Minas, Víctor Hugo Ventura en una rueda de prensa luego de que la ministra Patricia Orantes expuso que la empresa incurrió en varias anomalías al solicitar la actualización de la licencia ambiental, en 2021.
Orantes señaló que la empresa solicitó la actualización de su licencia ambiental en 2021, la cual le fue aprobada por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) el 9 de enero de 2024 por el gobierno de Alejandro Giammattei, cuando lo que debió realizar es solicitar una nueva licencia, presentando un nuevo estudio de impacto ambiental.
“Con base en los dictámenes jurídicos y técnico ambientales realizados por el MARN, el cambio de un sistema de explotación subterráneo a cielo abierto representa un proyecto diferente, es decir nuevo, por lo tanto, no le correspondía solicitar una actualización de licencia ambiental, debió haber solicitado una nueva licencia” indicó Orantes.
#CerroBlanco ❌️⛏️Elevar Resources sin permiso para operar a cielo abierto
La empresa Elevar Resources, propietaria del proyecto minero Cerro Blanco, debe solicitar un nuevo estudio de impacto ambiental y pedir una nueva licencia para el cambio de actividad minera subterránea… pic.twitter.com/r5hS4Uv3p4
— Prensa Comunitaria Km169 (@PrensaComunitar) June 14, 2024
Entre las anomalías está que el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa en 2021 indicaba un cambio del sistema de explotación subterránea a cielo abierto. La figura de actualización ambiental no procedía por esa razón.
Es por ello que la cartera decidió que ese procedimiento para acceder a una licencia ambiental debe enmendarse y que la empresa debe solicitar al MARN la evaluación de un nuevo estudio de impacto ambiental para el nuevo proyecto.
La ministra Orantes también informó que presentaron una denuncia en contra del exdirector de Gestión Ambiental y Recursos Naturales por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes ya que fue durante su mandato que ocurrieron esas anomalías.
Ventura informó que no pueden otorgar la licencia de minería a cielo abierto a Elevar Resources. “Tendrá que hacer un nuevo estudio”, indicó.
La actividad minera de Cerro Blanco en Asunción Mita Jutiapa llevó a los vecinos de esa localidad a realizar una consulta comunitaria en septiembre de 2022 donde el 87 % de la población votó en contra de la minería a cielo abierto.
Conoce más detalles acá:
Cómo el gobierno de Giammattei salió a la defensa de la mina a la que un pueblo ya dijo NO
Las anomalías cometidas
Según el MARN se cometieron al menos 7 anomalías en la aprobación de la licencia ambiental. La primera es que el estudio de impacto ambiental presentado por Elevar Resources indicaba un cambio de explotación subterránea a cielo abierto.
“La entidad aplicó a la figura de una actualización de licencia ambiental, esta figura no procedía pues el cambio de actividad subterránea a cielo abierto implica un proyecto enteramente nuevo y diferente al proyecto original”, dijo Orantes.
Segundo, el expediente tiene asignado un número correlativo que le correspondía a otra empresa; la rúbricas y firmas en la solicitud de ampliaciones de oficios emitidos en el Viceministerio de Ambiente son presuntamente falsas lo que llevó a los asesores ambientales presentaran una denuncia en el Ministerio Público (MP).
Tampoco existe evidencia documental que se haya notificado a la empresa Elevar Resources sobre solicitud de ampliaciones, pero estas sí fueron presentadas.
Toda resolución debe ir acompañada de un número seguido por las iniciales de la persona que la redactó. En este caso en la resolución 8-2024 del 9 de enero aparecen las iniciales JARC que correspondían a un procurador jurídico que ya no laboraba en el Ministerio desde diciembre de 2023.
Sexto, se usurpó la identidad del notificador ya que en la notificación se usó el nombre de una persona que estaba en vacaciones. Séptimo, hubo un extravío de más de 900 folios del expediente original del proyecto Cerro Blanco.
Impactos de la minería de cielo abierto
La ministra de Ambiente explicó por qué un proyecto a cielo abierto es altamente impactante en términos potenciales.
Con un sistema de minería a cielo abierto se incrementó del flujo de metales pesados presentes en las rocas hacia las fuentes de agua superficiales como consecuencia de la remoción del suelo en los procesos de extracción minera a cielo abierto; hay una afectación a la vida y diversidad del agua; hay arsénico natural en ríos de la región que sumado a la actividad minera representan un alto riesgo para la salud humana, aumento de la turbidez en los ríos y arroyos como resultado de la erosión del suelo; produce un impacto en los flujos naturales y disponibilidad de agua en el área de influencia debido a la extracción de agua.
También se señala la pérdida de suelo fértil, pérdida de flora y fauna, alteraciones geomorfológicas por la extracción de más de 250 millones de metros cúbicos de suelo y subsuelo, alteración de patrones de infiltración y drenaje de aguas pluviales, microsismos vibraciones y alteraciones a la estructura del suelo por detonaciones, ruido por detonaciones y tránsito de maquinaria pesada. El Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) aprobado no contemplaba una fase de cierre y recuperación del área afectada.