De acuerdo con la población de Santiago Atitlán, el Centro de Atención Integral Materno Infantil (CAIMI) fue inaugurado en abril de 2015, cuando era presidente Otto Pérez Molina y el ministro de Salud, Luis Enrique Monterroso.
Por Prensa Comunitaria
Casi una década después, el edificio del Centro de Atención Integral Materno Infantil (CAIMI) luce abandonado. El centro fue recategorizado como un Centro de Atención Permanente (CAP), con un costo de más de Q22 millones.
En un inicio, se previó que el CAIMI de Santiago Atitlán, Sololá, contaría con un área de encamamiento de maternidad y pediatría, dos salas de operaciones y cinco clínicas para consulta externa, entre otras áreas que beneficiarán a más de 115 mil personas locales y de comunidades cercanas.
Su objetivo era disminuir la mortalidad materna y neonatal, pero hasta la fecha no funciona. Durante las dos pasadas administraciones de gobierno, Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, no ocurrió nada al respecto.
Recientemente, el gobierno de Bernardo Arévalo ha realizado dos visitas oficiales a través del viceministro de atención primaria de salud, Donato Camey, para constatar y evaluar las condiciones del edificio.
La primera visita fue el 29 de abril pasado, en ella participó la titular de la Comisión Presidencial de Asuntos Municipales (Copresam), Alida Vicente. Estas visitas fueron una respuesta a las denuncias de las autoridades y dirigentes comunitarios de Santiago Atitlán.
De acuerdo con declaraciones de Camey, el Ministerio de Salud tiene “toda la disposición y voluntad para atender esta situación y brindar una solución a la población de Santiago Atitlán”.
Por su parte, el viceministro dijo que una de las primeras acciones será “apoyar el proceso legal por una denuncia interpuesta por la mala construcción del edificio. La segunda es recategorizar el servicio de salud y construir un Centro de Atención de Especialidades en Salud (CAES).
De acuerdo con el funcionario, la edificación de este nuevo centro asistencial beneficiaría a seis municipios de la cuenca sur del lago de Atitlán, ya que actualmente estos municipios se tardan aproximadamente dos horas para llegar al hospital nacional de Sololá y con la construcción del CAES este tiempo se reducirá a 30 minutos.
Según las autoridades comunitarias, este proceso de diálogo y acercamiento con el gobierno central inició en abril de este año, a través de la Comisión Presidencial de Asuntos Municipales.
Alida Vicente, titular de la Copresam, señaló que atender las peticiones y prioridades de las comunidades y construir procesos de soluciones en conjunto son prioridades para el actual gobierno y para la oficina que dirige.
En el caso de la situación de salud en Santiago Atitlán, expresó, como acción inmediata, se integró una mesa interinstitucional y se definió una ruta para responder a la necesidad planteada. En dos meses pretenden tener una evaluación de la situación.
#Corrupción ☝🏽 En una visita oficial del Gobierno de Bernardo Arévalo al municipio, a través del Ministerio de Salud y la Comisión Presidencial de Asuntos Municipales (Copresam) que dirige Alida Vicente, dirigentes comunitarios y autoridades locales, denunciaron que las… pic.twitter.com/fKWG45G74P
— Prensa Comunitaria Km169 (@PrensaComunitar) April 30, 2024
La corrupción causa muertes
Diego Petzey, presidente de la Comisión de Salud Comunitaria de Santiago Atitlán, dijo que las instalaciones que ocupa el centro de salud, ubicado a cuatro kilómetros de la cabecera municipal, fue inaugurado, en abril del 2015, como un CAIMI por el expresidente Pérez Molina y autoridades municipales.
Sin embargo, dos meses después de ese acto protocolario, el agua comenzó a filtrarse por el techo y por esta razón nunca fue categorizado y equipado como un CAIMI, sino como un Centro de Atención Permanente.
Según Petzey, esta situación es el resultado de la mala gestión, impunidad y corrupción en la construcción de la obra municipal y la causa de que no se encuentra habilitado como CAIMI. Resultado de esas condiciones, en los últimos cuatro años han ocurrido 10 muertes maternas a nivel municipal, agregó.
Para el presidente de la Comisión de Salud, varias de estas muertes han ocurrido en la carretera mientras se dirigían hacia el Hospital Nacional de Sololá.
Heidy Ajchomajay, de la asociación comunitaria Colores de Vida, estas muertes maternas se pudieron haber prevenido e indica que los servicios de salud se deben brindar con pertinencia cultural y resalta la importancia de generar una red de servicio, coordinado con terapeutas mayas, abuelas comadronas y dirigentes comunitarias.
Una construcción de 20 millones que no funciona
Las instalaciones nunca funcionaron como un CAIMI debido a que el techo de concreto no se construyó bien y en la mayoría de la superficie se filtra agua en casi todos los ambientes de las instalaciones y la humedad provocó derrumbes. Según las denuncias, pone en riesgo la vida de las personas que utilizan los servicios de salud y el personal.
La construcción del CAIMI se inició en 2012, bajo el proyecto “Programa de Desarrollo Integral en Santiago Atitlán”, suscrito entre la municipalidad local y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID) de la Junta de Andalucía, este programa de cooperación nació como parte de la reconstrucción post tormenta Stan ocurrida en el 2005.
La construcción se realizó en dos fases. La primera costó Q18 millones y una segunda de Q4 millones 615 mil 331.
El total de la construcción fue de Q22 millones 615 mil 463. Todos los fondos para la edificación de la obra fueron otorgados por la cooperación internacional ejecutada a través de la municipalidad de Santiago Atitlán.
La construcción de la obra estuvo a cargo de la empresa Compañía Constructora de Obras Civiles, S.A (COCISA), que está señalada dentro del caso “Construcción y Corrupción”, que investigó la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Se le acusó como una de las empresas que pagaba sobornos para que fueran beneficiados con adjudicaciones de proyectos entre el 2012 a 2014. Según la CICIG la empresa pagó más de Q3.5 millones a la entidad El Florido S.A vinculada al exministro Alejandro Sinibaldi.
La obra fue inaugurada por el expresidente Pérez Molina, acompañado por Luis Florencio García Chutá quien fungía como gobernador de Sololá, el exdiputado Manuel García Chutá, el exministro de salud Luis Enrique Monterroso, el exalcalde Tomás Chiviliu Quievac y por Javier Serrano Puente representante de la cooperación internacional.