Search
Close this search box.
Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Miguel Ángel Sandoval

De muchas maneras se habla en todo el país sobre los acontecimientos de la última semana que tienen origen en el intento de robar los resultados electorales que le dieron la victoria indiscutida a Bernardo Arévalo. Algo llama la atención: se dice con todas sus letras, “estoy en favor de la democracia, pero contra los bloqueos”- En el colmo, un periodista medio dice, apoyo a los manifestantes no a la gentuza de los bloqueos. Una joya metafísica, una basura ideológica de mala factura.

El punto es que nos encontramos ante un levantamiento nacional como resultado del intento de robarse las elecciones por los integrantes del pacto de corruptos, a los cuales se defiende en algunos medios, de todas y todos los días. El asalto al TSE, con sus antecedentes de corruptelas y medidas antidemocráticas para robar las urnas o las cajas con votos y con actas, no merecen de estos personajes nada de comentarios adicionales. Pues finalmente, el MP tiene la razón y está en su derecho de investigar, palabras más, palabras menos.

El punto principal es que ante el descarado robo que se pretende hacer desde el poder, no dicen ni mu. O intentan por todos los medios justificarlo. Es una vergüenza para el periodismo y, sobre todo en coyunturas como la actual en donde de una manera facilísima se inventa una narrativa que condena los bloqueos apoyándose en un tema de tránsito sin tomarse la molestia de ver que es lo que hay detrás de las protestas y el hartazgo. Parecería que quieren que todo pase de forma ordenada, “institucional”, pacifica, agachando la cabeza como todos estos años, cientos, hay que decir.

En la narrativa de cierta prensa, se intenta por todos los medios llevar a cabo en cualquier entrevista o nota periodística, una especie de equilibrio, pues sin ello no hay nota. Es como si para escribir o hablar de una violación se juzgaran las opiniones de las partes…. Es el colmo.

La última maniobra se pinta sola. Grupos organizados, golpeadores, policías de alta o de baja, exsoldados, pero todos organizados desde los albañales de poder, provocan en el centro del capital y al unísono salen diciendo: manifestantes son reprimidos, o manifestantes queman o incendian, o manifestantes violentos actúan. Sin detenerse a pensar que esto es provocado desde el poder.  En los mismos discursos de los más altos funcionarios se anuncia, se perfila, y se presenten como desbordes, como la señal de la violencia de los manifestantes y por ello hay que reprimir, pero a todo el movimiento. Por favor.

Es la lección número uno o número dos, del manual contra manifestaciones, del manual contra la democracia, o de los peores designios de los violentos que usurpan el poder, o de los que siempre y toda la vida se han beneficiado del usufructo del poder. Y ahora cuando ven a la población contra esas prácticas, se asustan y dan inicio a las peores prácticas de los fascistas, es como cuando Hitler quemó el parlamento alemán, para justificar el golpe de estado. Solo que aquí se hacen las cosas a la tortrix.

En la actualidad, maniobras más o menos, se pretende crear un clima propicio para un estado de sitio, un golpe de estado justificado por la violencia que desde el poder se crea a ojos vista. Todo para consumar el robo de las elecciones, el robo del voto popular, la victoria de Bernardo Arévalo. Eso no se puede permitir. Podrán hacer todo pero los bloqueos seguirán, pues forman parte de un levantamiento nacional por la democracia, y si alguien cree que los bloqueos son innecesarios, que convoque a manifestaciones de su gremio o de su amigos o familia para defender la democracia del asalto que se está llevando a cabo desde el poder controlado por el pacto de corruptos. Si pueden o les pedimos, expresar más dignidad democrática.

COMPARTE