La Cámara de Acusación Belga emitió una orden de captura en contra de Aníbal Guevara, exministro de la Defensa; Donaldo Álvarez Ruiz, exministro de Gobernación; Benedicto Lucas García, exjefe del Estado Mayor Presidencial; el general retirado Manuel Antonio Callejas y Callejas, y Pedro García Arredondo, exteniente Coronel y jefe del Comando Seis de la Policía Nacional, por el asesinato y desaparición de tres misioneros belgas, Serge Berten, Walter Voordeckers y Ward Capiau, en los años 80.
Por Regina Pérez
Mientras en Guatemala los procesos de justicia por violaciones a los derechos humanos en el conflicto armado están detenidos o encuentran obstáculos para avanzar, la Cámara de Acusación de Bélgica emitió una orden de captura contra exaltos mandos militares y del gobierno, por el asesinato y desaparición de tres misioneros belgas, Serge Berten, Walter Voordeckers y Ward Capiau, en los años 80.
En un comunicado, la organización Guatebelga informó que la Cámara de Acusación Belga emitió una orden de captura contra las siguientes personas: Aníbal Guevara, exministro de la Defensa; Donaldo Álvarez Ruiz, exministro de Gobernación, quien está prófugo desde 2004 cuando fue localizado en México; y Pedro García Arredondo, exteniente Coronel y jefe del Comando Seis de la Policía Nacional (PN), condenado por el caso de la Quema de la Embajada de España.
También se giró orden de captura contra Benedicto Lucas García, exjefe del Estado Mayor Presidencial y el general retirado Manuel Antonio Callejas y Callejas. Ambos fueron condenados por la justicia guatemalteca en el caso de desaparición forzada del niño Marco Antonio Molina Theissen, en 2018.
#MemoriaHistórica ?En un acontecimiento inédito, la Cámara de Acusación de Bruselas giró una orden de captura contra cinco exfuncionarios guatemaltecos por los asesinatos y desaparición de tres misioneros belgas, en los 80.
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— PrensaComunitaria (@PrensaComunitar) November 15, 2022
Guatebelga, una organización sin fines de lucro que se formó para apoyar a las familias de los misioneros víctimas de la violencia en Guatemala, señaló que la orden emitida por la Cámara de Acusación es un acontecimiento inédito.
“Ni en España, -en donde desde hace varios años se intenta denunciar lo que ocurre en Guatemala- se había logrado llevar a los responsables de crímenes antes los tribunales. De esta manera se escribe en Bélgica un capítulo importante en la historia de la lucha mundial contra la impunidad en violaciones graves a los derechos humanos”, indicaron en el comunicado.
Walter Voordeckers, Ward Capiau y Serge Berten, misioneros de la Congregación Inmaculado Corazón de María fueron víctimas de la violencia de Estado que sufrió la población guatemalteca durante el conflicto armado interno.
El sacerdote Voordeckers fue asesinado el 12 de mayo de 1980 en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, donde yacen sus restos. Se destacó por la defensa de los derechos de las personas trabajadoras y campesinas de la Costa Sur.
Conmemoran 41 aniversario del asesinato del padre Walter Voordeckers en Santa Lucía Cotzumalguapa
Serge Berten era seminarista de la referida Congregación que trabajó en Escuintla, específicamente en Nueva Concepción. El 19 de enero de 1982 fue detenido en la zona 4 del municipio de Mixco, por miembros de las fuerzas de seguridad del Estado y nunca más se le volvió a ver. Hasta la fecha continúa desaparecido.
Ward Capiau, o Eduardo Capiau, fue un religioso que se integró a la guerrilla y fue asesinado por soldados en un retén, el 22 de octubre de 1981, en el cruce de la carretera que va de Chimaltenango a la Antigua, Guatemala. Según la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH), Capiau se había integrado al Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP).
Guatebelga señaló que los esfuerzos para lograr justicia en Guatemala fueron infructuosos y fue por eso que las familias de Voordeckers y Berten acudieron al sistema jurídico belga y se han acogido a la ley vigente desde 1999, que dicta que crímenes contra la humanidad cometidos en otro país pueden también ser juzgados en Bélgica.
Viviana Sarmientos, de la Asociación Memoria Dignificación y Esperanza (AMDE), ubicada en Santa Lucía Cotzumalguapa, se congratuló por esta noticia.
A mí me parece muy importante porque viendo la situación del Estado, estamos mal en justicia, ver que en otros países se aplica más la ley, es un avance de ese caso, manifestó.
Aunque la justicia tampoco ha avanzado con prontitud en Bélgica, puesto que desde 2001 se presentó la denuncia penal en Bruselas, con lo que se comenzó con la investigación del asesinato de Voordeckers y la desaparición de Berten en Guatemala. Posteriormente la familia de Capiau se adhirió a la investigación y la Congregación se constituyó como querellante en este caso.
Pese a que la justicia ha sido lenta, según Guatebelga ahora se sabe que se organizará un juicio penal en donde la investigación será evaluada por jueces profesionales y un jurado popular y las partes serán escuchadas. “Las familias de los misioneros belgas esperan que los responsables de los crímenes sean condenados”, enfatizó.
Durante el conflicto armado interno en Guatemala, que inició en 1960 y finalizó en 1996, fueron asesinadas al menos 200 mil personas según registros del CEH, se realizaron 669 masacres y más de medio millón de personas fueron desplazadas por la violencia. La mayoría de las violaciones a los derechos humanos, el 90 por ciento, se atribuye al ejército.