La tamaleada guatemalteca

COMPARTE

Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Kajkoj Maximo Ba Tiul*

 

“A 42 años de la Masacre de la Embajada de España 

 y a 40 años de la masacre de la fiesta de  

San Sebastián en San Cristóbal Verapaz”. 

 

En Guatemala no es que se esté desgranando la mazorca, si bien es cierto que quienes ahora están fuera del gabinete de gobierno de Giammattei, han cometido errores o torpezas en sus funciones, no fue ese el motivo para que se hayan ido (Brolo y Gendry).   

Hay varias hipótesis al respecto, pero hasta ahora ninguna conclusiva. Lo que nos debe quedar claro es que esta es la forma de operar del “pacto criminal” que tiene controlado al Estado y ahora a la sociedad. Traslada a sus peones y alfiles, sobre todo a quienes fueron fieles y capaces de morir por la causa, a otros lugares a ocupar puestos de poca trascendencia, pero a seguir con su misión. 

No estamos en los tiempos de las purgas, a no ser que el funcionario o el sicario hayan abusado de la confianza, pero en estos casos, no hubo abuso en contra de los jefes y tampoco quisieron sobrepasarse de las decisiones del “pacto de criminales y corruptos”.   

El trabajo lo hicieron bien hasta el último momento. No es nuestro interés detenernos en lo que hicieron, pero tanto Gendry como Brolo, como parte de ese “pacto criminal y corrupto”, actuaron bajo la venia de ese grupo.  Mientras esto se da, Benito, se entrega porque sabe que saldrá bien librado e hizo mate de que estaba prófugo, fue para esperar el momento oportuno, para evadir la justicia. 

Lo que tenemos es solo un cambio de personas en dos ministerios importantes y la presentación ante la justicia de un exministro que sabe mucho, pero que cantará hasta donde se lo permitan. No olvidemos que este año es preelectoral, no necesariamente campaña abierta, pero ya se están amarrando los tamales para las próximas elecciones. Tampoco debemos olvidar el papel que juega el CACIF, la Fundación Contra el Terrorismo, Avemilgua y la ACDEPRO, así como los grupos de pentecostales y neopentecostales, como quienes promueven la campaña de ayuno para Guatemala, bajo el nombre “Levántate Guatemala”. 

¿Cuál es el objetivo de fondo de este grupo criminal para afianzarse en el poder? ¿Estamos volviendo a un proceso de más militarización para salvaguardar los intereses del pacto criminal y corrupto? ¿Cómo se está configurando el narco Estado guatemalteco?  ¿Qué se está jugando con la comisión de postulación para la nueva fiscal o la estructura de la nueva comisión de derechos humanos del Congreso de la República, teniendo a un anticomunista a la cabeza para elegir al nuevo PDH? ¿Y la nueva represión en los territorios indígenas, qué? ¿Qué se está jugando Estados Unidos ahora que Xiomara Castro es presidenta de Honduras?  

¿Qué esperamos de la próxima campaña electoral? Las preguntas que surgen deben ser pensadas y discutidas a profundidad, no con respuestas mágicas. Deben reflexionarse desde la realidad concreta de nuestro país y la región que afectará nuestra situación política, económica, social y cultural. 

Estos cambios, como los que vendrán, deben ser parte de nuestro análisis para construir futuras estrategias, para saber cómo se están moviendo los grupos de poder ahora que todo el aparato legal está a su favor.   

No olvidemos que la últimas sentencias del caso por genocidio, no tiene a los grupos de poder muy entusiasmados, los reclamos de territorio por los pueblos indígenas, la lista de los no queridos por Estados Unidos, así como la llegada de un nuevo bloque de izquierda en América Latina (Boric, Lula, Castillo, Arce, Castro) le está diciendo mucho al grupo de Lima, integrado por presidentes denunciados por corrupción. Pero es el equipo que tiene de vanguardia a los Estados Unidos en la región para impulsar su programa de nueva contrainsurgencia.   

En Guatemala, las elecciones de Honduras, con Xiomara Castro a la cabeza, los tiene igual muy sentidos y por eso se harán movimientos en el Tribunal Supremo Electoral y el Registro de Ciudadano para fortalecer a los partidos del pacto criminal.  

El problema no es que vuelven los militares a ocupar piezas claves, sino la pregunta es ¿estaremos a las puertas de un nuevo fascismo?, que puede implicar una represión a todo nivel ¿Comenzarán a jugarse todo por el todo? ¿Es tanto el cinismo que dejara de nuevo a Consuelo Porras como Fiscal? Habría que ver cómo se comporta la comisión de postulación, que, según las entrevistas a algunos de sus miembros, no están dispuestos a que sean sometidos por el crimen organizado.   

La tamaleada guatemalteca está amarrada, cocinada y negociada. El crimen organizado sigue controlando el Estado y sus alfiles y peones siguen ocupando puestos, ya sea en el país o fuera de las fronteras.  No olvidemos que el 2022 es año preelectoral, entonces, los puestos y las pagas de factura serán el postre preferido.  Lo veremos desde los puestos en las municipalidades, en la designación de gobernadores departamentales.  Los que aún no han tenido puestos visibles los tendrán, porque al fin y al cabo son pagos de facturas por favores de campaña o porque son las negociaciones con los diferentes cárteles del crimen organizado.  

También es motivo de preocupación la escalada de criminalización contra líderes comunitarios como la detención de Timoteo Valdez, la intimidación en contra de dirigentes comunitarios de las comunidades Tres Lagunas y Oxib Kej de Sayaxché, Petén.  

Mientras tanto, debemos estar atentos al trabajo que está haciendo la Comisión Postuladora para elegir al nuevo o nueva fiscal, que, por lo visto, no nos ofrece nada bueno. Además, seguir de cerca los juicios por genocidio.  

 

*Maya Poqomchi, antropólogo, filósofo, teólogo, investigador y profesor universitario.

COMPARTE