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Juana Floridalma, una migrante cuya historia por salir de la pobreza se convirtió en tragedia

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Créditos: Francisco Simón Francisco.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Francisco Simón Francisco

Este martes 22 de junio, autoridades de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos confirmaron la muerte de Juana Floridalma Álvarez Rodríguez, una mujer migrante maya K´iche, originaria de la aldea La Concordia del municipio de Totonicapán. Ella fue rescatada por las autoridades de seguridad fronteriza en el desierto de Arizona días atrás.

Foto: Cortesía.

Según la versión de los familiares, a Juana Floridalma la encontraron deshidratada. Había perdido el conocimiento por el calor que supera los 40 grados centígrados en el desierto y a pesar de los esfuerzos realizados por los agentes, perdió la vida en tierra estadunidense. Ahora su cuerpo se encuentra en la morgue de Tucson, Arizona, a la espera de que se le repatrie a su lugar de origen en Guatemala.

La historia de una tragedia

Juana Floridalma, una madre soltera de 32 años, decidió migrar a los Estados Unidos con uno de sus tres hijos de 16 años en búsqueda de mejores condiciones de vida, que se convirtió en una tragedia, después murió intentado cruzar el desierto de los Estados Unidos.

La historia y el contexto de su realidad es contada por su familiar, Francisco Pablo Mazariegos en una entrevista a Prensa Comunitaria.

Ella, junto a su hijo salieron de la aldea La Concordia de Totonicapán el 24 de mayo con la intención de reencontrarse con un hermano que radica en Houston, Texas, Estados Unidos.  Nunca imaginó que en el desierto le esperaba con la muerte.

Su hermano le ofreció ayuda económica para costear el viaje durante el tránsito por México hasta llegar a su destino final.

Cruzando la línea fronteriza entre México y Estados Unidos junto a su hijo ante las altas temperaturas en el desierto de Arizona. Ella se desmayó y nadie la ayudó. Los agentes fronterizos llegaron horas después cuando ya se encontraba inconsciente. La llevaron a un centro de atención médica pero días después falleció, según contó su familiar.

Su hijo quien la acompañó, ahora se encuentra en un centro de detención para menores de edad en la frontera sur de Estados Unidos, a la espera de resolver su situación migratoria. Ella era madre soltera con tres hijos de 16, 14 y 6 años. Con su muerte quedaron en la orfandad.

Foto: Cortesía.

Juana Floridalma se juntó a los 16 años debido las carencias económicas sin pensar si su vida sería un calvario junto a un hombre que nunca la apoyó.

Se había separado de su esposo desde hace varios años, por la situación del alcoholismo. Él nunca la apoyó, la maltrataba y la agredía. Esta realidad la situó en condiciones de abandono y pobreza. Con apenas el nivel primario de escolaridad que cursó le costó encontrar trabajo en su comunidad por eso decidió migrar a los Estados Unidos, en busca de oportunidades laborales para proveerles a sus dos hijos en Guatemala: hogar, alimentación, educación y vestimenta.

Ella creció en la pobreza, perdió a su madre hace ocho años y a su padre hace tres. Vivió con una de sus hermanas que también es madre soltera porque murió su cónyuge hace años.

Los familiares esperan que su cuerpo sea retornado a su pueblo con el apoyo de una organización de jóvenes migrantes que viven en los Estados Unidos, que están apoyando con la logística de su traslado. Ya que hasta el momento no han recibido ningún ayuda por parte del gobierno central. Además, ante la burocracia que existe al realizar los trámites correspondientes desconfían en el servicio, “se tardan mucho, no atienden a uno, más cuando uno que habla un idioma maya y de una comunidad rural, cuesta localizarlos, concluyó el familiar. 

Kamala Harris: No basta decir “No vengan, no vengan” a los Estados Unidos

En la reciente visita de la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris a Guatemala en una conferencia de prensa, junto al presidente Alejandro Giammattei, advirtió a la población guatemalteca que no vayan al país norteamericano. Según ella, los migrantes se encontrarán con un viaje peligroso y con una frontera que no está abierta, sino controlada con fuerzas de seguridad de alta inteligencia para detenerlos.

La población escuchó el mensaje pero la necesidad que se reduce a pobreza y desempleo los empuja a abandonar su lugar de origen, para establecerse en un lugar desconocido, al que algunos llaman el sueño el americano.

Foto: Cortesía.

¿Cuántas veces se tiene que explicar al gobierno de los Estados Unidos que las causas de la migración irregular hacia ese país son por la corrupción y el debilitamiento del sistema de justicia y que la pobreza y el desempleo son solo efectos de estas causas?

Se suman a estos efectos, el desempleo que provocó la inesperada llegada de la pandemia de la COVID-19 en 2020 y las pérdidas de cultivo y vivienda que ocasionaron las tormentas Eta y Iota en ese mismo año.

Sin embargo, al presidente Alejandro Giammattei y sus ministros les cuesta aceptar que la gente se va del país, porque les roban el dinero destinos para el desarrollo social. Esto significa que habrá más migraciones pese a los riesgos que implica el ciclo migratorio y la migración siempre tendrá rostro de poblaciones indígenas, mujeres y niños, niñas y adolescentes no acompañados.

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