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Ixcán: elaboran panela artesanal como parte de la lucha por la soberanía alimentaria

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Créditos: Pascual Pérez Jiménez.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Elías Oxom

La Agrupación por el Desarrollo Económico de Ixtahuacán Chiquito “La Floresta” (ADEIC) es el nombre de un grupo de comunitarios de la aldea Ixtahuacán Chiquito, Playa Grande Ixcán, Quiché, que impulsa proyectos de manera colectiva.

Las personas que forman parte de ADEIC son sobrevivientes del Conflicto Armado Interno y tienen como idioma materno el Mam y el Q’anjob’al.

Uno de esos proyectos comunitarios es la elaboración de panela artesanal. Según Pascual Pérez Jiménez, uno de los socios de ADEIC, antes de la guerra tenían un trapiche y el interés de la comunidad fue recuperar las prácticas de sus abuelos como una forma de lucha por la soberanía alimentaria de los pueblos.

Foto: Pascual Pérez Jiménez.

En 2014 propusieron a la municipalidad que el presupuesto se invirtiera también en proyectos productivos en las comunidades y no únicamente en la construcción de obra gris. Ese mismo año también se presentó la Política Pública Municipal de Soberanía Alimentaria, como una propuesta de las comunidades.

Con el apoyo de varias organizaciones inició la ejecución del proyecto del trapiche, que produce jugo de caña, el elemento principal para producir la panela. La comunidad compró uno de segunda mano porque los nuevos estaban muy caros y solo contaban con un presupuesto de Q 10 mil para el proyecto. Con el apoyo de los socios del grupo se construyó una galera y se rodeó con malla, en tanto que la caña se sembró en un pedazo de tierra que donó una de las personas de la organización.

Foto: Pascual Pérez Jiménez.

Al principio se contó con 35 socios, pero el número fue en aumento, con el paso del tiempo y diferentes circunstancias. Actualmente participan 25 familias que colaboran para el funcionamiento del trapiche.

Pérez Jiménez indicó: “lo que les digo a mis hijos es que debemos demostrar que podemos hacer algo en nuestras tierras, se puede producir y ayudar a nuestra comunidad para la lucha de la soberanía alimentaria, la lucha por la tierra, por la vida, por el agua y por un futuro mejor para nuestros hijos”.

Foto: Pascual Pérez Jiménez.

Para la elaboración de la panela artesanal se siembra la caña, se limpia, se madura y se cosecha; se procesa en el trapiche, se cuece y posteriormente se deja enfriando para que se solidifique en porciones de un café oscuro. La caña se limpia cada dos meses por el clima; la elaboración de la panela se hace durante marzo, abril y mayo. Hay un comité responsable que coordina el trabajo y capacitación de los socios. El grupo también cuenta con la participación de las mujeres.

El aprendizaje para la elaboración de la panela fue un proceso en el que se recurrió a personas externas, porque nadie de los socios la sabía hacer. La primera persona que enseñó dio algunos consejos y formas de llegar al punto de la panela, pero luego de varios intento, fue un fracaso. Posteriormente, con la ayuda de otra persona se logró llegar al punto de la panela y obtener un producto de buena calidad, indicó el comunitario.

Foto: Pascual Pérez Jiménez.

Por medio del proyecto comunitario se impulsa la economía y la agricultura familiar y más adelante, con los ingresos que se obtengan, se promoverán más ideas de proyectos agrícolas, aseguró el líder comunitario.

La panela que producen se vende en maqueta de 2.5 libras, con un costo  15 quetzales cada una. Como todo producto cuando es una novedad todos quieren, pero de ahí se estanca y después ya no hay demanda porque en las familias se enseñó a consumir el azúcar procesada, concluyó Pérez Jiménez.

Foto: Pascual Pérez Jiménez.

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