Por Bernardo Caal Xol
Desde la prisión en Alta Verapaz, en la ciudad de Cobán, Bernardo Caal envía una nueva carta, esta vez dirigida a su hija. Caal es preso político del pueblo Maya Q’eqchi por defender los ríos y el territorio de Cahabán, criminalizado por la empresa hidroeléctrica OXEC.
“Hola hija, no puedo abrazarte en tu cumpleaños, hoy 23 de noviembre, no podemos hacer el almuerzo en familia, sin embargo, sabes que te amo con todo mi corazón. Cuando inició la criminalización, difamación, y calumnia contra mí, te expliqué las razones y te pedí ser fuerte, te expliqué las injusticias que existen en este país, más contra los pueblos originarios. Cuando salí de la casa en la madrugada del 31 de enero 2018, te dejé grabado un vídeo por si no volvía, con tu hermana quiero que vuelvan a ver la grabación.
Estoy muy seguro de la fortaleza que has tenido desde que estoy encarcelado. Has cumplido un año más de vida, ¡Muchas felicidades mi amor! ¡Estoy muy orgulloso de vos, sé que también estás orgullosa de mí! ¡Tenés un padre con un corazón grande donde cabe todo un pueblo!
“Los ríos, cerros y montañas nos piden auxilio y esperan mucho de nosotros y nosotras”
Para quienes me leen: los significados de los nombres de mi hija, Ni’kte’= Flor de agua de río, Ixch’umil= Mujer estrella; Saqijix= la Monja Blanca, la flor más hermosa en el territorio Q’eqchi’.”