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La desinformación y el Coronavirus

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Créditos: Cuba
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Miguel Ángel Sandoval

Es posible que el coronavirus sea un virus realmente maligno, que sea necesario articular esfuerzos para combatirlo y eliminarlo. Pero no es fácil creer que las enfermedades bronco-respiratorias, pasen de lado del fantasma del coronavirus.

Anualmente fallecen 650,000 personas por enfermedades respiratorias a nivel mundial, y eso no es motivo de escándalo ni de apremio para el sistema de salud o  temas vinculados al medio ambiente. En Guatemala en el año 2016, fallecieron de infección respiratoria 5,251 personas.

¿Hubo escándalo? ¿Se tomaron medidas?

De un plumazo todos los problemas mundiales que merecen atención desaparecieron. La fórmula mágica es el escándalo alrededor del coronavirus. Como si fuera un fenómeno extraterrestre el asunto de una epidemia o pandemia, vaya usted a saber, en las páginas principales de todos los medios a nivel mundial gritan de alarma por la peste que viene de China.

Ni hablar de las cadenas de TV, que  en horarios estelares gritan desaforados por el virus chino. Subrayo su procedencia pues es algo consustancial al hecho médico que nos ocupa. Un virus en Washington no sería nota. De pronto hay intoxicación informativa. No exagero.

Hace un par de días en Antigua Guatemala, al indagar en farmacias sobre el coronavirus, todos estaban al tanto. En alguna me decían que las mascarillas estarían puestas el día lunes a más tardar. Todo porque el mentado virus chino, ya había llegado a México, país vecino. Se detectaron dos casos, decía la gente alarmada.

Sin embargo, un crucero con dos o tres mil pasajeros,  con un caso posible, había tenido el permiso de las autoridades de salud del vecino país para atracar en Cozumel y del mismo ni una línea, nadie sabía.

El esquema informativo se parece mucho al creado en 2001 con el ataque a las torres gemelas en los EEUU. Todos los problemas del mundo desaparecieron y de pronto el terrorismo se hizo moneda corriente y todo se mandó al expediente de terrorismo, real o no. Y el otro esquema informativo fue el Chupacabras.

Desde EEUU hasta la Patagonia en Argentina, de un día para otro el famoso engendro del mal se instaló en todos los hogares. ¿Desinformación? ¿Manipulación?

En nota publicada hace unos pocos días, señalé que la biotecnología cubana había encontrado que un medicamento denominado Interferón y producido en una planta chino-cubana en China, era la mejor medicina para combatir esa epidemia.

Mientras tanto, en el plano mundial, silencio absoluto sobre este hallazgo científico. Es lo que se puede calificar como la expresión más alta de la desinformación y del bloqueo hacia Cuba. Sin olvidar, por supuesto, que la economía China se había convertido en dolor de cabeza principal para las economías de EEUU o de Europa.

Adicionalmente, todos los temas mundiales o de interés regional, desaparecieron de la mesa de discusiones. No hay más tema de migrantes en Europa, se desapareció la guerra criminal en Siria, el tema de Palestina. De igual manera, hablamos menos de Chile, del golpe de estado en Bolivia, del narcotráfico en la región, de la corrupción en Guatemala. Como se puede aquilatar, es el mejor instrumento para la desinformación.

Quisiera equivocarme, pero en un par de meses nadie se acordara del coronavirus, como ya nadie se recuerda el Ébola, de la fiebre porcina o de la peste negra. Quién sobreviva al coronavirus vera…

EE.UU. detecta el primer caso de coronavirus chino en Seattle. Foto RTVE

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