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Fabián Campos Hernández

El Partido Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe y que llevó al poder al actual mandatario Iván Duque, ha denunciado que “las fuerzas oscuras y extranjeras que han generado caos y violencia a lo largo de toda Sudamérica” ahora centran sus ataques en la democrática Colombia. Esas denuncias tuvieron su origen en la convocatoria hecha por organizaciones utilizando las redes sociales para protestar y realizar un paro nacional el 21 de noviembre. Y, hay que decirlo, los políticos del PCD tienen toda la razón.

Las fuerzas oscuras que atacan hoy Colombia son el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Hace una semana se presentó en este espacio el “paraíso” que estas instituciones tienen planeado para América Latina. Y para construirlo en ese país usan al egresado de la Universidad de Illinois y actual ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. Él ya había a cargo de la misma cartera en el gobierno de Uribe y en aquella ocasión implementó una reforma neoliberal al sistema de pensiones y hoy tiene una nueva propuesta.

Según el propio ministro, hoy en día solamente uno de cada cuatro colombianos en edad de jubilación recibe una pensión. Ese 25% se encuentra en un sistema de prestaciones definida que está sustentada de la siguiente manera. Por cada jubilado debe de haber diez jóvenes que aporten el 10% de su salario al fondo de pensión, logrando así un financiamiento sano del modelo. Pero ello implica que la tercera generación de contribuyentes se expanda a su vez por 10. Y así sucesivamente. Situación imposible si se tiene en cuenta no sólo el envejecimiento, sino también la alta tasa de desempleo y la precarización del mismo al reducirse la obligatoriedad de garantías sociales por parte de los empleadores y el gobierno, resultado de la anterior reforma en la materia de Alberto Carrasquilla.

Para el ministro no hay otra salida. Los colombianos deben de aceptar que al jubilarse van a recibir solamente una parte de su salario en activo. Cifra que, según el Banco Mundial, debe de ser de alrededor del 30%, pero que en Chile, joya de los organismos financieros internacionales, es solamente del 10% -tema que es uno de los motivos de las protestas que aún siguen en el país andino-. En sus propias palabras:

 “El que pretenda que nosotros, en una población que se está envejeciendo al ritmo que nos estamos envejeciendo nosotros, podemos indefinidamente mantener un régimen en el cual los jóvenes pagan el 12% de sus ingresos para aportar a un fondo que va a mantener a los viejitos, eso se me hace ciencia ficción” (20-XI-2019).

Pero no es solamente el ministro Carrasquilla el que sirve de ariete para los ataques del FMI y del BM contra Colombia. Actualmente se encuentra presentada una reforma a la ley laboral que como medida para “favorecer la creación de empleos” pretende aprobar que los jóvenes de 18 a 27 años cobren una cantidad por debajo del salario mínimo. Otro de los puntos de la reforma es la eliminación del pago de indemnizaciones por despido, la cancelación de pago de horas extra, domingos  y feriados.

Además, pretenden modificar la ley para que las empresas puedan contratar por horas a personas mayores de 62 años -edad legal actualmente para jubilarse-. La contratación por horas de personas de la tercera edad implica que los empleadores no tendrán ninguna responsabilidad en materia de seguridad social con sus trabajadores. En la lógica de los diputados del PCD, esto “ayudará” a elevar el nivel de vida de los colombianos.

Estas medidas son muy semejantes a las que Lenin Moreno aprobó en Ecuador hace un mes. Y, en su momento, Iván Duque las calificó de “esperanzadoras”. Pero, claro, esa declaración fue antes de que las protestas hicieran que el gobierno ecuatoriano abrogara el Decreto 800 y que las organizaciones sociales convocaran al paro nacional para rechazar su aplicación en Colombia.

Ante la crisis que ya se avizora, el presidente Iván Duque ha rechazado que su gobierno pretenda aprobar esas medidas, esperando con ello que la asistencia y apoyo al paro nacional se reduzca notoriamente. Pero ya no hay marcha atrás.

Las “fuerzas oscuras y extranjeras” ya están operando en Colombia. La construcción del “paraíso” del FMI y el BM no admite retardos ni concesiones. Iván Duque ya admitió que estudia la posibilidad de un estado de excepción ante amenazas a la “seguridad” y los militares tienen listas sus armas para “defender la democracia”.

El PCD tiene toda la razón. Los causantes de la violencia social que recorre Sudamérica tienen fines oscuros y su origen está fuera de las fronteras colombianas. Pero también tienen a sus alfeñiques locales. Los responsables directos de la violencia son ellos y el pueblo lo sabe.

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