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Créditos: IISD Reporting services
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Kajkoj Maximo Ba Tiul

Si queremos encontrar un lugar en América Latina, en donde el capitalismo y el neoliberalismo, donde la oligarquía y la burguesía, vuelven a tomar el control de poder político, económico, social, militar y cultural, utilizando actitudes de racismo, odio, xenofobia, machismo, intolerancia, dogmatismo, fanatismo, miedo y muerte, es Bolivia.

Cuando habíamos pensado que era posible, pasar del multiculturalismo al plurinacionalismo. Que las nuevas constituciones que fueran más incluyentes podrían ayudar a elevar la autoestima de los colonizados y comenzar a trazar el rumbo de los países, con mayor y mejor democracia. Hoy nos hemos dado cuenta, que solo basta con lanzar alguna frase de odio hacia el Otro, para que las huestes se envalentonen y comiencen a odiar y a sacar su origen animal y destruir lo poco que se ha construido.

Al mejor estilo del circo romano, el imperio norteamericano, sabe muy bien que con mentiras se puede mantener tranquilo al pueblo. Y para eso tienen sus organismos que solo distraen, como esa cosa fea que se llama OEA y vuelven a distraer a un pueblo que tiene en su historia grandes hombres y mujeres que han dado su vida para construir un futuro mejor: Tupac Amaru, Tupac Katari, Bartolina Sisa, Domitila Chungara, el Ché, Fausto Reinaga y cientos de mineros, cocaleros, campesinos, sindicalistas, indígenas, etc.

La oligarquía y la burguesía criolla de Santa Cruz de la Sierra, desde que Evo Morales y García Linera, llegaron al gobierno, siempre han querido impedir que se le devuelva la dignidad a un pueblo, que siempre había recibido el azote del neoliberalismo. Pero para ello, siempre recurrieron con la mentira y el odio visceral que genera que un “indio”, les haya ganado varias veces la presidencia y que nunca habían podido doblegarlo, como no doblegaron a sus antepasados, cuando dijeron: “volveremos y seremos millones”.

Hoy la noticia que llenó todos los medios de comunicación, fue la inesperada renuncia del presidente Evo Morales y su vicepresidente García Linera. Una renuncia que se diera poco tiempo después, que Evo había convocado a nuevas elecciones como había sugerido por la OEA y que posteriormente no fue escuchada por Las Fuerzas Armadas, la Defensoría del Pueblo y el comandante general de la Policía Boliviana, quienes llamaron al presidente a renunciar y este a la vez hace eco para no derramar sangra inocente en Bolivia y al mismo tiempo llama a Mesa y a Camacho[1] (Guaidó boliviano), a parar la destrucción en todo el país.

“Una Bolivia, que tiene el record de más golpes de Estado de toda latinoamericana”[2], vuelve hoy a un periodo de oscurantismo. El imperio norteamericano y organismos como el FMI, Banco Mundial, CIA, Departamento de Estado, USAID, entre otros, estarán alabando a su dios, como lo hizo Camacho, al saber de la noticia de la renuncia de Evo, a colocar la biblia sobre la bandera de Bolivia. Hoy comienza la involución boliviana, los logros pocos o muchos del gobierno del MAS, pueden venirse al carajo, como pasó con Argentina en los años del gobierno Macrista; o en Brasil a la llegada de Bolsonaro, que echo al suelo los logros de los años de gobierno del PT; Ecuador con Lenin que tiró al suelo los logros del gobierno de la revolución ciudadana, etc.

No hay peor cosa que le puede suceder a un democracia, que cuando los pueblos se convierten en jaurías al servicio de sus propios verdugos. Hoy vemos en Bolivia, los parques y las calles, jóvenes que nacieron y crecieron durante estos 14 años de cambios en Bolivia, acusando a Evo de dictador. Cosa contraria en Chile, cuando jóvenes que crecieron con el modelo “Chicago Boys”, se dieron cuenta que el neoliberalismo no respeta la democracia y salieron a las calles a pedir la renuncia del “asesino” de Piñera y que no ha querido irse.

Lo cierto es que a Evo lo obligaron a renunciar, utilizando muchas formas, por un lado la petición de las fuerzas armadas, la policía, el defensor del pueblo, la oposición, pero por el otro lado, la forma cobarde con que fueron presionando a muchos funcionarios (alcaldes, diputados, ministros, etc), utilizando formas de torturas crueles, como quemar la casa de su hermana y amigos y familiares de altos funcionarios: “Lamento mucho que en este momento ha sido tomado de rehén mi hermano, ha sido trasladado descalzo a la plaza, les pido respetar su vida. El problema es mi ideología es conmigo y no con mi familia”, indicó Borla al momento de su renuncia”[3].

Si hace unos días nos alegrábamos porque el neoliberalismo estaba siendo derrotado, hoy nos damos cuenta, que la derrota total, está muy lejos y para ello se requiere de la solidaridad latinoamericana y mundial, sobre todo, porque los serviles y los enemigos de los cambios están adentro y de estos se sirve el imperio para matar a los más pobres.


[1] Católico y cercano a iglesia evangélicas, extremista, incluso había afirmado que “llevaría a Dios de vuelta al Palacio Quemado”. Ha tenido encuentros con Bolsonaro e involucrado por escándalo de evasión fiscal en los documentos de Panamá (Panamá Papers).

[2]https://www.jornada.com.mx/2019/11/10/opinion/002a1edihttps://www.telesurtv.net/news/escenario-tras-renuncia-evo-morales-bolivia-20191110-0028.html

[3] https://www.eldesconcierto.cl/2019/11/10/luis-fernando-camacho-el-fundamentalista-religioso-que-lidero-el-golpe-en-bolivia/

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