11 de octubre 2019
Semana del 3 al 9 de octubre de 2019
El espejo enterrado
1. El 4 de octubre de 2012 Hugo Chávez realizó su cierre de campaña para su última elección. En esa ocasión el líder venezolano definió el carácter de la lucha de los pueblos latinoamericanos de la siguiente manera:
Esta batalla nuestra tiene más de quinientos años en esta tierra. Aquí estamos los hijos de Guaicaipuro. […] De ahí venimos nosotros, de la resistencia aborigen, de la resistencia india, de la resistencia negra, de los explotados, de los dominados de siempre. Ha sido larga la batalla.
Con ese discurso, sin saberlo, se cerraba un ciclo en América Latina. Después se intensificaría la crisis de las economías basadas en los precios altos de las materias primas, el retroceso de los gobiernos de izquierda en la región y el regreso de la derecha latinoamericana al poder. Pero también con ese discurso del líder venezolano podríamos definir los acontecimientos de esta semana.
La viviente suma total del pasado
2. Esta semana el presidente Lenin Moreno tuvo que decretar el Estado de sitio en Ecuador ante las protestas de transportistas que rechazaban la eliminación de subsidios a los combustibles. El uso de la fuerza para imponer una medida obligada por el Fondo Monetario Internacional no es nueva en América Latina ni en sus causas ni en sus métodos. La economía ecuatoriana se encontraba en crisis desde el fin del ciclo de los precios altos de las materias primas. El nivel de inversión pública implementada por Rafael Correa tuvo que ser solventado con deuda ante la baja en los ingresos del Estado y antes que imponer mayores restricciones a la tasa de ganancia de los capitalistas, Moreno decidió hacer pagar los costos a la mayoría de la población. Aunque lo tuviera que imponer con las armas.
3. Sin embargo, las protestas no se acabaron con el fin del paro de transportistas. Las organizaciones indígenas de la CONAIE empezaron a avanzar sobre las capitales departamentales y sobre Quito. Los pueblos indígenas, que ya habían mostrado un cierto alejamiento de las posturas de Rafael Correa y de su sucesor, se lanzaron a las calles para protestar ante las medidas inflacionarias que impactarían de manera negativa en el ingreso de las clases bajas, provocando un mayor empobrecimiento de los ecuatorianos. El aún presidente tuvo que huir de la capital de Ecuador para retrasar su renuncia.
4. Juan Guaidó, el títere de Donald Trump, vio con preocupación que uno de sus aliados en la búsqueda de derrocar a Nicolás Maduro podía perder el poder, debilitando con ello el bloque de la derecha regional. Ante ello hizo declaraciones que buscan internacionalizar los conflictos. Denunció que el gobierno venezolano esta sufragando las protestas y que Rafael Correa las dirige desde Venezuela:
En el marco de la emergencia humanitaria compleja que vive Venezuela, es una tragedia que Maduro utilice dinero de venezolanos para simplemente tratar de desestabilizar la región
El líder golpista antes que buscar sacar raja política de la crisis ecuatoriana debería de reconsiderar sus compromisos con los capitales internacionales. Ya que en el remoto caso de que Donald Trump venciera a Rusia y lograra derrocar a Nicolas Maduro, las protestas del pueblo venezolano ante las medidas que tendrá que implementar para pagar los favores que ha recibido serán mucho mayores que las que ocurren hoy en Ecuador.
5. En Perú, otro gobierno de derecha y aliado de Trump y Guaidó contra Nicolas Maduro se encuentra en severa crisis. Pero ahí el problema es más profundo. Han surgido declaraciones que involucran a miembros de los partidos de oposición en la red de sobornos de la empresa Odebrecht. El presidente Martín Viscarra vio con buenos ojos la posibilidad de utilizar ese escándalo para debilitar por la vía judicial a un Congreso que se le ha opuesto en varias de sus políticas. Los diputados respondieron destituyéndolo. Viscarra disolvió el Congreso. Y los congresistas nombraron a una presidenta sustituta, Mercedes Aráoz, quien también ya renunció al cargo. La clase política quiere salir del atolladero convocando a elecciones anticipadas en enero de 2020.
Salvo algunas manifestaciones en favor y en contra de alguno de los bandos, en Perú no se ha dejado sentir la presencia de la protesta social e indígena que hace algunos años prometía convertir a ese país en otro gobernado por la ola de izquierda latinoamericana. La resistencia de la clase política tradicional ha permitido que no se haya dado un giro radical, pero su podredumbre se va profundizando y no es seguro que Perú pueda ser un aliado confiable en un probable segundo mandato de Donald Trump.
6. El 9 de octubre el presidente Mauricio Macri pronunció un discurso que puede tacharse de “histórico”. En un evento de campaña en la provincia de Misiones afirmó que
Ahora viene el crecimiento, mejora del salario y alivio a fin de mes.
Al aún presidente y seguro derrotado por el kirchnerismo, se le olvida que él fue el responsable, con la aplicación de las medidas dictadas por el FMI, de la caída del poder adquisitivo de los argentinos. Parece obviar que el desmantelamiento que hizo de los programas sociales regresaron a la pobreza a millones de ciudadanos. Cree que con una medida populista de aumento salarial la gente va a olvidar los años de crisis y mala conducción de la economía. Macri le está apostando a la desmemoria colectiva, pero los pueblos van caminando hacia otra parte.
7. En las recientes elecciones municipales de Sao Paulo celebradas en Brasil el 6 de octubre, fue electa consejera tutelar la activista de las favelas Patrícia Felix de Lima Padula. El puesto para el que fue elegida la militante del Partido Socialismo y Libertad, grupo separado del Partido de los Trabajadores desde 2004, tiene como responsabilidad la vigilancia sobre el respeto de los derechos de los niños y adolescentes.
Electa con una cifra histórica de votos, Patricia Padula, representa a una nueva generación de militantes de izquierda que, críticos de la antigua camada formada durante la dictadura militar, buscan poner en la agenda pública temas como el derecho a decidir sobre la sexualidad y el fin de la violencia sexual y etaria. Es otro frente de oposición al gobierno de Jair Bolsonaro que no puede ser acusado en el escándalo de Odebrecht ni del Lava Jato.
Surcos de futuro
8. La noticia de ocho fue la foto de Evo Morales conduciendo un automóvil eléctrico totalmente fabricado en Bolivia. La imagen da para una discusión profunda. El fabricante había tenido presencia en los medios durante la semana pasada por la imposibilidad de conseguir los permisos de circulación para sus automotores. ¿La razón? En Bolivia las leyes no consideraban la posibilidad de que algún día pudiera existir un vehículo totalmente construido en el país. Evo Morales en plena campaña de reelección, la cual seguramente ganará, se tuvo que montar en el tema y conducir por las calles de Cochabamba el polémico carro y declaró:
Brindaremos todo nuestro apoyo a los ejecutivos y técnicos de la empresa Quantum, orgullo cochabambino y boliviano, que inaugura con creatividad y esfuerzo el nuevo ciclo de industrialización de autos eléctricos en nuestra querida Bolivia.
El tema pone en evidencia las limitaciones que los gobiernos de izquierda en América Latina han tenido respecto a la industrialización e implementación de políticas públicas que generen desarrollo de nuevas tecnologías. El ciclo de precios altos de materias primas se invirtió en desarrollo social, postura que en sí misma no es criticable y que ha sido reconocida por organismos internacionales, pero se han dejado de lado sectores de punta que puedan hacer frente a los retos que se presentan cuando los precios internacionales bajan o hay recesiones mundiales, fenómenos que en estos momentos enfrenta el mundo. Ojala esto no sea un evento de campaña y esa izquierda que resiste los embates de Donald Trump vea algo que se les ha venido reiterando desde hace tiempo pero que, formados en la vieja escuela, parecen no entender.
Protestas sociales imparables, gobiernos de derecha en crisis por la obstinada decisión de imponer a sangre y fuego los intereses de las clases capitalistas nacionales e internacionales y una izquierda partidaria que aún se debate en las formas y métodos para enfrentar los retos de continuar la lucha de los desposeídos de siempre. Como dijo hace siete años Hugo Chávez, ésta batalla es larga. Y los acontecimientos de la semana latinoamericana son apenas una escaramuza.
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Fuente: Fuente: http://www.lajornadadeoriente.com.mx/tlaxcala/las-ocho-de-ocho-latinoamericanas-2/#.XaCNfMBuKkE.whatsapp