18 de mayo del 2019
“Que sea ley” será la única película argentina en la programación del prestigioso festival y exhibirá el sábado entre las proyecciones especiales, fuera de competencia”
La presencia argentina en el Festival de Cannes estará representada por el cineasta Juan Solanas y su documental “Que sea ley”, basado en la campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito en Argentina.
La obra del hijo del también cineasta y político Pino Solanas será la única película argentina en la programación del prestigioso festival. Se exhibirá el sábado entre las proyecciones especiales, fuera de competencia.
El documental recoge historias y testimonios de sobrevivientes a abortos clandestinos en Argentina, de familiares de víctimas mortales de esta práctica, así como imágenes y voces de las protagonistas de la marea verde que el año pasado llenó las calles una y otra vez para pedir por la legalización del aborto en el país.
La película busca mostrar al mundo las diferencias entre el aborto legal y el aborto clandestino. Se inicia con la aprobación de la normativa en la Cámara de Diputados, sigue su camino con el testimonio de mujeres que sufren la clandestinidad de la interrupción del embarazo y finaliza con la negativa del Senado, que decide no convertir el proyecto en ley.
El próximo 28 de mayo un proyecto para despenalizar el aborto se presentará por octava vez en el Congreso argentino.
“No solo estoy a favor de la legalización del aborto. Me da vergüenza que en la Argentina esté criminalizado. Quería registrar la realidad, pero no bajar línea, por tres razones: soy hombre, vivo afuera del país y si hacés un panfleto, le sacas fuerza. Con solo mostrar la realidad, alcanza”, Dijo Solanas a Página/12 desde París, donde se prepara para el Festival.
“Crecí en Francia donde el aborto no era un tema. Cuando supe a principios de la década del 2000 que en Argentina no era legal, no lo podía creer. Me quedó marcado el tema. No me entraba en la cabeza. La crueldad contra las mujeres se potencia en la dupla entre iglesia y médicos”, agregó.
“Los que estamos por la vida somos nosotros. Ellos se apropiaron de la expresión ‘pro vida’, pero lo único que logran es muerte, sadismo. Es un tema que me conmueve y me jode”, concluyó el cineasta que desde hace cinco años vive en Montevideo, Uruguay, un país que desde 2012 legalizó la interrupción voluntaria del embarazo.
