Por: Quimy De León
La tarde del 29 de julio, la opinión pública, familiares, amistades y compañeros, quedaron consternados ante la noticia de que el diputado Álvaro Velásquez había fallecido. De acuerdo con los medios de comunicación escritos fue encontrado en su casa sin vida. Hasta la fecha se desconocen las causas de su muerte.
Álvaro era joven, con una carrera política por delante, tenía 50 años de edad. Ya entonces tenía una larga e interesante trayectoria, fue revolucionario y militante del movimiento estudiantil universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) y de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) durante la década de 1990, en donde fue conocido como “Ernesto“ y “Brañas“.
Por sus ideas y convicciones se vinculó a partidos de izquierda y democráticos como Encuentro Por Guatemala y la Convergencia (CPO), razón por la que en el año 2015 salió electo diputado por el distrito central. Meses después de haber tomado una decisión como diputado, ese partido le pidió la renuncia. En el último tiempo de su trabajo como diputado formó parte de la Comisión de Asuntos Electorales del Congreso, en el que impulsó 15 iniciativas de ley como la de uso recreativo y medicinal del Cannabis y la regulación de los parqueos.
Dedicó su vida al estudio y la escritura, estudiaba una maestría en Teología en la Universidad Panamericana de Guatemala. Como sociólogo e intelectual, escribió sus ideas desde la perspectiva del materialismo histórico, que defendió en distintas tribunas y logró posicionarlas incluso en medios escritos y de televisión, con ello logró respeto de personas de otro signo ideológico. Por su trabajo e iniciativas obtuvo un espacio en los medios de comunicación. Al mismo tiempo, durante muchos años fue columnista en los diarios escritos Prensa Libre y Siglo 21, y en los últimos meses se desempeñó como columnista del medio digital Plaza Pública.
Trabajó en varios centros de estudios en ciencias sociales como la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y en el Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IPES). Publicó varios ensayos y dos libros: “Ideología burguesa y democracia. Una aproximación al movimiento libertario en Guatemala y sus discursos” (2014) y “Entre lo público y lo privado. Análisis de la privatización del Estado Guatemalteco y propuesta de rescate” (2015).
Lamentamos su muerte de Álvaro Velásquez, y reconocemos el papel que jugó desde la posibilidad de hacer valer la voz, la escritura y las ideas sin dogmas y esencialismos.