Misiles y bombas sobre Teherán y Tel Aviv

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Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 3 minutos


Por Miguel Ángel Sandoval

Este sábado 14 de junio alrededor de las 15 horas de Guatemala, en una lectura rápida de medios de tres países occidentales, observé la manera poco profesional de tratar la guerra Israel/Irán, y apareció en vivo la superficialidad. En dos platos: la primera plana de El País, de Le Monde y del New York Times, pasaron a segundo plano la realidad de la guerra entre estos dos países y, sobre todo, esconden o le dan un tratamiento solo por no dejar de mencionar, el contrataque de Irán que ha creado el caos y la alarma en Tel Aviv, Haifa, Jerusalén, y otras ciudades de Israel.

Solo a manera de ejemplo, en los medios internacionales se habla del nombre de la operación desatada por Israel denominada León Ascendente, mientras que se omite la operación de Irán que se denomina Promesa Honesta 3. Las dos operaciones, se sabe que fueron preparadas por meses y en cada caso, tomando en cuenta el uso de los medios en cada coyuntura. Pero analistas de visita en Teherán, fueron informados que la operación estaba preparada y solo se esperaba la orden de ejecutar: fue solo después de los bombardeos de Israel sobre Irán, que se dio la orden de ejecutar la operación iraní.

Señalo esto, pues en las últimas 24 horas pude observar varios sitios considerados de gran análisis en términos de geopolítica que dan abundantes datos sobre la realidad de la guerra en esa región. Son los análisis de personas como Lorenzo Ramírez, Pepe Escobar, Alfredo Jalife, Miguel Ruiz Calvo, Valdecasas, entre otros, con datos y videos en tiempo real, con datos de Google mapas, fotos de la Nasa, y muchas fuentes oficiales. Nos interese o no, lo creamos o no, en esa región se está jugando hoy, la supervivencia del Estado de Israel y la paz en Medio Oriente, que 1948 fue incrustado con calzador luego de la segunda guerra mundial en el territorio de Palestina.

Es un asunto de suma importancia, pues la omisión de datos clave no permiten que se tenga una idea clara de lo que esta ocurriendo. El primer lugar que el país que inició los ataques es Israel, que los mismos tuvieron apoyo logístico de Estados Unidos, y que las conversaciones sobre lo nuclear entre Estados Unidos e Irán solo fueron una cortina de humo para esta ofensiva de Israel sobre Irán.

Son los hechos que se han documentado ampliamente en los sitios que señalo. Puede existir mucha IA, pero los videos en sitios de red reconocidos, en tiempo real, no permiten lugar a muchas equivocaciones, así como los analistas involucrados y las fuentes citadas no son dato menor.

Y ello es lo que permite pensar que los medios señalados, obedecen a una especie de matriz informativa que no permite ver con toda su amplitud lo que ocurre en este enfrentamiento entre las dos potencias de la región; antes bien, distorsionan la realidad. Es posible establecer que el miedo que expresa el corresponsal de CNN al trasmitir desde un lugar de Israel y se escuchan las sirenas y los estallidos de misiles, no deja lugar a desinformar. Los hechos son testarudos.

Hay dos precisiones indispensables. La primera es que no se puede con seriedad hablar de un ataque “preventivo” que destruye edificios habitacionales y se atacan centros de investigación nuclear, o de centros en donde existe algo relacionado con lo nuclear. Y el segundo tema es que un ataque a instalaciones nucleares, sean con fines pacíficos o no, es técnicamente un ataque nuclear de consecuencias imprevisibles. Es simple: si existen trabajos nucleares puede haber riesgo de que haya consecuencias nucleares. Es esta la posición de la ONU y sus expertos.

Estos son temas que los medios internacionales deberían abordar y que los medios nacionales deberían de tomar en cuenta. La guerra en el Medio Oriente es demasiado seria, para tratarla con medias verdades o medias mentiras, con información o desinformación. Y no se vale que se analice con anteojos ideológicos, menos con dogmas de fe. La seriedad que se demanda es de primera importancia.

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