Por Miguel Ángel Sandoval
Hace días circulan las declaraciones sobre el eventual rol de Paquistán en dónde se señala que si el gobierno de Israel optara por utilizar la bomba nuclear contra Irán, pues Paquistán la utilizaría contra Israel. Son varias las fuentes y analistas que señalan esta variable. Es algo muy serio y no deja lugar a muchas interpretaciones. Al ver la información, lo primero que hicimos fue consultar un mapa y así entendimos las razones de los paquistaníes, pues tienen frontera con Irán, etnias comunes en ambos lados de la frontera, por ello advierten que una bomba nuclear de Israel sobre Irán, daría como resultado una respuesta nuclear de Pakistán contra Israel.
No es un país pequeño. Con unos 240 millones de habitantes, musulmanes en su gran mayoría, una extensión de unos 800 mil kilómetros cuadrados y fronteras con Irán, China, India, Tayikistán, Afganistán, es sin lugar a mucho dudarlo, una suerte de enclave o cruce de caminos geopolíticos de primer orden. Y de manera reciente un país que está en la lista de espera de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). No hay vuelta de hoja: con una bomba nuclear contra Irán los efectos radioactivos llegarían a territorio paquistaní. Dicho de otro modo, lo de Paquistán es autodefensa.
Paquistán forma parte de esa amplia coalición que apoya a Irán y que lo han hecho saber de muchas formas y desde hace tiempo. No es algo que Israel desconozca menos los EEUU, que, desde la sombra, son los principales instigadores de las acciones irreflexivas de Israel. Y son irreflexivas pues no es posible pensar en una victoria militar sobre Irán. Salvo que los halcones de Tel Aviv estén considerando el uso de lo nuclear contra Irán. Aunque quizás el uso de lo nuclear este vinculado con eso que en clave militar de Israel se denomina “Opción Sansón” o lo que es lo mismo, destruir lo más que se pueda, botar el edificio de Israel y morir junto con él.
Pero el tema que parece indispensable destacar es el apoyo claro de Paquistán hacia Irán. Es cierto que existen dificultades, por la rivalidad entre India y Paquistán, de claro origen colonial, que atizó conflictos entre India y Paquistán. En esa época el denominado Indostán, tenía hindús y musulmanes. Lo religioso fue usado por ingleses al grado de separar listas de votantes por religiones. Eso es parte del origen de los conflictos. Han tenido momentos de paz, pausas, siguen los problemas de origen colonial. India y Paquistán son los hermanos distanciados. Aunque ahora lo que importa de manera muy oportuna es el apoyo de Paquistán a Irán.
Quizás lo más relevante en el apoyo de varios países a Irán sean los sendos tratados de colaboración estratégica en lo económico, político y militar firmados no hace mucho entre Irán y Rusia, o los acuerdos de cooperación firmados entre Irán y China. Esto es algo que va contra la idea de que Irán es un país gobernado por autócratas y solito en el mundo. Todo lo contrario. Es miembro pleno de los BRICS y socio en muchos temas con las potencias del sur global.
Aunque lo primero a destacar es que Irán tiene capacidad interna para mantener sus posiciones a pesar de los ataques que ha recibido. Adicionalmente, es un país territorialmente extenso, un millón y medio de kilómetros cuadrados con amplias zonas montañosas, y una población de 88-90 millones. Y, sobre todo, cuenta con una tecnología que le permite una variedad de cohetes, drones, misiles de última generación que ahora mismo se observan en los ataques a Israel. A ello se le suma unidad cultural y religiosa, junto a una larga historia.
Una reflexión necesaria. Los BRICS se han convertido en los últimos años en la pesadilla de los EEUU, de la Unión Europea y de las multinacionales con capitales de estos países. Representa un verdadero desafío global. Tanto en lo económico, político, cultural, militar, comercial. Ya no es posible pensar en el mundo como se construyó después de la segunda guerra mundial. Los países de la UE ya no tienen muchas opciones, es lo mismo con los EEUU. Su época de dominio mundial ya pasó. No hay nada que diga que pueden repetir esa experiencia, o, dicho de otra manera, el mundo que salió luego de la segunda guerra mundial ya no es posible.
Esa experiencia colapso por la voracidad de muchos países y sus elites, pero, sobre todo, por la energía desplegada por el sur global y la necesidad de un mundo multipolar. Eso es lo que observamos en estos días. En esta perspectiva, Rusia, India, China, Brasil, Sudáfrica y muchos países más que se oponen a la ofensiva sionista y de los EEUU contra Irán, tienen en común ser fundadores de los BRICS y ello es algo que se debe valorar en los análisis que se hacen de la guerra que hoy tiene lugar en el medio oriente. El nacimiento de un mundo multipolar viene acompañado de una larga resistencia y su resultado debe de ser una época de paz y desarrollo. Eso es al signo de estos tiempos.
El escenario de los amigos de Irán y Paquistán que se plantea en esta columna, es algo que día a día tiene más pertinencia, pues luego de los ataques y bombardeos de EEUU a Irán con el pretexto de eliminar las bases nucleares iraníes, nos ponen en el centro de la mesa de la geopolítica mundial, un escenario que día a día se complica. Ya se habla del cierre del estrecho de Ormuz, de la búsqueda de lugares para la previsible migración de sectores de la población de Israel ante las dificultades crecientes del Estado sionista.
Es cierto que no se puede hacer de estas variables la explicación de todos los temas, pero sí que deben ser consideradas.