Créditos: Prensa Comunitaria
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Por Miguel Ángel Sandoval.

De pronto analistas de la vida nacional dicen con la mano en la cintura que hay que hacer esto o lo otro. Que el gobierno hace lo que debió hacer hace año y medio y que ahora ya para que. Y de esta manera hay muchas versiones de lo mismo que, en el fondo, parece que lo que les ocurre es que hace mucho que no entienden el país y sus expresiones políticas o sociales.

Es poner una veladora a un liderazgo que no existe o que, en todo caso, uno que nuestro país no ha producido. Es una especie de letanía, con los mejores argumentos que pareciera que dijeran: mejor no mover nada. Junto con ello un tema recurrente: el gobierno o el presidente, debe hacer esto o lo otro, en lugar de hacerse la pregunta: ¿Que hacemos nosotros?

Hay sitios en redes que reciben miles de likes, pero si ese sitio convoca a una expresión típica de calle o a una asamblea política, se corre el riesgo de juntar una docena de personas, pero en redes el dedo que señala falencias abunda. Son Miles y eso es por lo menos bizarro. Vivimos una especie de conciencia política bipolar: la buena conciencia en las redes, pero nunca en las calles. Y la mala conciencia en la crítica a los otros. ¿Me equivoco?

En la actualidad los problemas se acumulan, todos urgen, son para ayer: es la salud y el precio de las medicinas, la infraestructura y el chantaje de las constructoras, la depuración del sistema de justicia, etc. Pero hay que iniciar por resolverlos uno a uno. Es necesario escoger el tema prioritario en la coyuntura. No se puede resolver todos a la vez. Salvo con una revolución.

Hoy necesitamos fortalecer el músculo social para salir del tema principal: dicho con mucha serenidad, hay que parar el carro de la corrupción, con la gente aglutinada en el pacto de corruptos. Y para ello solo sirve la movilización social, pues el sistema de justicia y la carabina de Ambrosio ya sabemos que cantan la misma vaina.

La movilización social y la acción política eso lo que podemos hacer. No sé vale esperar que otros lo hagan por nosotros o esperar todo del presidente. Tenemos que levantar el trasero de la computadora y ver la vida del país más allá del celular.

En ello nos va la vida o para no ser tan dramático, en ello nos va la democracia.

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