Por Prensa Comunitaria
En Prensa Comunitaria nos gusta recordar el 21 de diciembre, el día en que en 2012 se publicó por primera vez la página con este nombre. Usamos esta fecha para reflexionar sobre lo que hemos hecho en el año y lo que hemos avanzado respecto a nuestro proyecto original, a aquellas preocupaciones que nos llevaron a crear este medio.
El año pasado no pudimos hacer ese alto, en diciembre de 2023 estábamos en medio del pulso que se estaba dando entre el pueblo de Guatemala y quienes buscaban mantener sus privilegios e impunidad a toda costa. La cobertura de esos 106 días fue un reto que creemos que supimos cumplir y del que salimos fortalecidos, con más sabiduría, más equipo y más profesionalidad.
Desde el año anterior, con la fraudulenta elección a rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), habíamos puesto en marcha la cobertura especial titulada “Entre elecciones”: la lectura política del entorno nos hizo estar bien atentos a lo que iba a ocurrir en 2023. Eso nos permitió no solo aportar noticias sobre la marcha de la crisis que se abrió alrededor de las elecciones, sino poder ofrecer análisis desde diferentes enfoques de lo que iba ocurriendo.
La cobertura que logramos durante el Paro Nacional, organizada a través de la densa red de periodistas comunitarios, permitió aportar reportes diarios desde los puntos de levantamiento, y garantizar el seguimiento a varias de las autoridades y los paros autoconvocados en multitud de lugares. Esta cobertura se completó con los análisis, reportajes y la opinión de expertos que fueron desgranando, día a día, los acontecimientos.
Pero eso no es todo. Gran cantidad del material producido en esas jornadas, no se utilizó en las coberturas y, junto con otros materiales, va a formar parte del despliegue periodístico que Prensa Comunitaria presentará cuando se cumple un año del gobierno de Bernardo Arévalo.
¡Estén atentas y atentos!
También se cubrió el proceso de renovación de cortes. Desde mediados de mayo el equipo de Prensa Comunitaria fue mostrando cómo durante el proceso se establecieron alianzas entre operadores del gremio de los abogados, se bloqueó el trabajo de los comisionados, se evidenció el deficiente proceso de evaluación de los candidatos y los intentos de criminalización y acuerdos en el Congreso de la República.
Cuatro meses después, se cerró la cobertura cuando el Congreso de la República eligió a los magistrados que dirigirán la administración de justicia por los próximos cinco años a partir del 13 de octubre. La votación dejó victoriosos a los abogados ligados a Néster Vásquez, magistrado de la Corte de Constitucionalidad (CC); y Estuardo Gálvez, el exrector de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Ambos considerados actores corruptos y antidemocráticos por Estados Unidos.
Gracias a todo esto, este año sí podemos pensarnos con más calma, pero también con mucha más responsabilidad. El Premio Internacional de Libertad de Prensa otorgado por el Comité para la Protección de los Periodistas a nuestra directora Quimy De León, nos coloca en una situación de compromiso que asumimos con orgullo. Antes hubo otros premios, pero este llega en un momento en que lo tomamos como un reconocimiento a lo que hemos hecho y cómo lo hemos hecho, pero también como un empuje para seguir avanzando.
Queremos creer que este premio refleja todo el crecimiento cuantitativo y cualitativo de estos últimos años que, de alguna manera, nos permitió atender el reto de los 106 días del año pasado con capacidad de analizarlo y responder como se merecía.
Después de más de una década de trabajo, podemos decir que ahora contamos con un equipo de comunicadores y comunicadoras que desarrollan su trabajo con gran profesionalidad. En estos momentos, somos una red formada por unas 70 personas distribuidas por 14 departamentos, a las que al mes se activan entre 20 a 30 personas con sus materiales. Llegamos a territorios donde antes no estábamos desde los más lejanos a los más cercanos a la capital, cubriendo 12 idiomas mayas. En la capital una docena de personas se encarga de revisar textos, convertir materiales y subir a las redes los productos que ustedes reciben.
Para responder a la audiencia en las redes sociales, pero también a los intereses de los territorios, hemos diversificado los formatos para contar las historias. A las crónicas y reportajes producidos por los propios periodistas comunitarios, sumamos fotorreportajes y carruseles, minidocumentales, videos, videonotas, y cortos, algunos en idiomas mayas.
Según los datos con los que contamos, en estos momentos tenemos medio millón de seguidores en diversas plataformas, logrando casi diez millones de interacciones. La mayoría nos sigue por Facebook, pero también por X, Instagram, TikTok y YouTube, mientras la página web tiene 700 mil usuarios y más de ocho millones de vistas. Los números más altos de lectores se concentran en Guatemala, Estados Unidos, El Salvador, México, España y Colombia. Todo esto es un reflejo de cómo Prensa Comunitaria es, en estos momentos, un medio de referencia para la política en Guatemala.
Puede haber lectoras y lectores que ven esto con normalidad, pero si piensan que hace 12 años éramos apenas cuatro personas con buenas intenciones y poco futuro, comprenderán el tamaño de nuestro orgullo.
Sabemos que este premio y esta audiencia que nos sigue con asiduidad se deben, sobre todo, a una forma de concebir el periodismo que es la razón de ser de nuestro trabajo y que toma forma en las y los periodistas comunitarios, esos hombres y mujeres que, repartidas por todo el país, nos mantienen al día de lo que está pasando en sus comunidades.
Nos informan de las violaciones a sus derechos, tristemente demasiado frecuentes y de los desastres climáticos, pero también sus fiestas, sus creencias y los logros que tienen. Gracias a ellas y ellos, esa Guatemala “del interior” es algo presente hoy para muchos de sus compatriotas. El premio es para su labor. En algunos casos, esto les ha implicado tener que salir del país; pero también con sus reportajes y seguimiento hemos logrado contribuir, desde el periodismo comunitario, a la sanción, retiro de fondos e incluso el cierre de empresas que ejercían despojo.
Y también queremos creer que se está premiando la forma de entender el periodismo que nos propusimos desde el inicio: ser una alternativa al discurso generado desde los medios corporativos, romper con un monopolio informativo que hace 12 años era prácticamente completo y ahora, por lo menos, ya es algo mucho más cuestionado.
Queríamos ser un medio para que las comunidades que en esos tiempos sufrían el despojo de sus territorios y formas de vida, tuvieran una voz que sirviera de contrapeso al poder casi infinito de las empresas que las amenazaban. La persecución penal a las autoridades comunitarias y defensores de sus territorios fueron prácticamente nuestra primera tarea. De ahí fuimos ampliando a los juicios a los responsables del genocidio y las acciones contra la corrupción, las movilizaciones que se daban en el país y nos llevaron a las plazas en aquellos meses de 2015 y las elecciones del año pasado.
En todas estas acciones, nunca hemos ocultado la intencionalidad política de nuestro trabajo y nunca hemos pretendido hacer un periodismo neutral u “objetivo”; pero sí, desde el principio, hemos querido hacer un periodismo de calidad, con rigor y que no solo llevara a conocer la realidad, sino a pensarla.
Si esa es la razón por la que hemos logrado ser un medio de referencia en Guatemala, si por eso nos han dado este y otros premios y, sobre todo, hemos logrado su fidelidad como lectoras y lectores, eso es lo que esperamos poder seguir haciendo, de una forma cada vez más compleja y completa.
Este es el reto que, tras haber llegado a estos 12 años, nos imponemos y que queremos seguir manteniendo con el apoyo de ustedes.