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Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

Un informe señala que funcionarios públicos, el crimen y grupos organizados se convierten en los principales detractores de los periodistas independientes. 

Por Simón Antonio Ramón

Los medios de comunicación independientes enfrentan al menos tres principales desafíos en un contexto en el que el autoritarismo prevalece en la región.

El informe “Medios y democracia: hoja de ruta para el periodismo independiente ante el declive democrático”, elaborado por las organizaciones Diálogo Interamericano, Fundamedios y Voces del Sur documentan que el periodismo independiente ha lidiado principalmente con litigios penales impulsados por autoridades y personas con poder económico.

Los detractores de la prensa independiente “alegan falsedad en las publicaciones y el abuso de la libertad de expresión, con el fin de abrir procesos judiciales, que desincentiven las investigaciones periodísticas independientes”, señala.

Las conclusiones del informe también hacen énfasis en que la “mayoría de los ataques consisten en discursos estigmatizantes. Se trata de la promoción de un discurso de odio contra los y las periodistas, incluyendo difamación, campañas de desprestigio y propagación de noticias falsas, con la intención de representar a la prensa como agente de intereses extranjeros, enemigos de la nación, y, consecuentemente, deslegitimarla y erosionar la confianza del público en ella”, indica el informe.

Sostenibilidad vulnerable

El segundo desafío que plantea el informe es la sostenibilidad de los medios de comunicación independientes. De acuerdo con los datos de Cita a Media Impact Funders (MIF) informó que, en 2023, 13 donantes otorgaron US$4.7 millones a 23 organizaciones donantes en Latinoamérica.

A diferencia de 2022, cuando 29 donantes otorgaron US$11.9 millones a 60 beneficiarios. Antes de la pandemia de COVID-19, en 2018, 55 donantes otorgaron US$7 millones a 55 beneficiarios.

El informe destaca que las organizaciones donantes han cambiado parte de sus prioridades, destinando fondos para las guerras de Ucrania y Gaza. “La caída en el financiamiento se atribuye a que algunos donantes han modificado sus prioridades, han llevado adelante reestructuraciones internas, o han reducido su apoyo a los medios en América Latina”, señala el informe.

También refiere que el periodismo independiente es percibido como opositor al Estado o actores con acceso al poder. Aprovechan su posicionamiento afectando al ejercicio periodístico con dos modalidades: controles fiscales excesivos y bloqueando la asignación de publicidad oficial.

“Los obstáculos impuestos por los gobiernos también disuaden a algunas organizaciones filantrópicas de apoyar el periodismo independiente al encontrar riesgos en oponerse a los Estados”, resaltó el informe.

Consumo superficial de información

Otro de los desafíos financieros que enfrentan los medios independientes es que el modelo por suscripción ya no es rentable. El 75% de las y los lectores acceden a contenido por medio de redes sociales, donde la lectura suele ser superficial, centrándose únicamente en titulares.

Está forma de consumo desafía la adquisición de membresía de los diferentes medios de comunicación. “La digitalización de los medios desafía fuertemente la sustentabilidad de la actividad periodística en un contexto donde en 10 de los países con mayores PIB per cápita, ni 2 de cada 10 personas están dispuestas a pagar por membresías”, afirmó.

El tercer desafío que enfrentan los medios de comunicación independientes es la salud mental de las y los periodistas, que han hecho coberturas sobre desastres naturales, conflictos sociales, guerras y, recientemente, la pandemia de COVID-19, y con más más frecuencia, hechos extremadamente violentos, en muchos casos perpetrados por el crimen organizado.

“Este contexto incrementa la vulnerabilidad de los y las periodistas, no solo de su integridad física, sino también psicológica”, indica el documento.

Una investigación de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), elaborada con el apoyo de la UNESCO y citada en el informe, muestra que hace falta un enfoque preventivo donde el 80 por ciento de las y los periodistas en la región, no han obtenido formación para prevención en salud mental.

“Como resultado, los periodistas han comenzado a autocensurarse, evitando publicar información delicada y alejándose de temas como la corrupción, el abuso de poder y las conexiones con organizaciones criminales”, destaca el informe.

Otras problemáticas identificadas durante la elaboración del estudio es el estrés que se relaciona al poder de influencia de actores políticos, por su capacidad de ejercer control sobre los medios con la amenaza de cortar financiamientos y el acoso hacia las mujeres periodistas.

Ante estos desafíos, el informe incluye una hoja de ruta para los donantes sobre las implicaciones al retirar sus fondos a los medios independientes de la región. Para los medios de comunicación se recomendaron protocolos de protección y creación de proyectos colaborativos con otros medios y se pide apoyo psicológico para los y las periodistas, así como fomentar redes de contacto para los que están en el exilio.

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