Search
Close this search box.
Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

Los pequeños países del Istmo, necesitan evaluar con claridad sus relaciones internacionales con el gigante asiático, por las implicaciones que conlleva su reconocimiento diplomático y la apertura de sus economías a la República Popular China. No se puede obviar que los Estados Unidos (USA) sigue siendo la mayor economía mundial, vecino cercano, origen las decisivas remesas y el principal social comercial de la región. Y que esta nación, antes aliada de la RPC, ahora es su rival y frente a ella asume ahora una postura de conflicto hegemónico en el continente americano.

Por M. A. Juan Alberto González Jacobo*

Los países centroamericanos –Panamá incluido-, están construyendo o modificando sus relaciones comerciales con la República Popular de China (RPC) –incluidos Macao y Hong Kong-, en un contexto en el que, el Dragón, escaló el ranking económico global hasta convertirse en la segunda economía mundial, lo que condujo a que la mayoría de países, abandonar las relaciones diplomáticas con Taiwán -que también es un actor político y económico significativo en el mundo-, de conformidad con el principio de “una sola China”.

En este momento, en el Istmo, únicamente Guatemala y Belice, mantienen el reconocimiento de la isla de Taiwán.

Esta primera entrega, está dedicada al análisis de las exportaciones de la región en el período 2000-2023, que se resume en el gráfico siguiente:

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Sistema de estadísticas de comercio, SIECA.

*Centroamérica incluye Panamá

**China incluye la República Popular China y sus Regiones Administrativas Especiales de Macao y Hong Kong.

***Las cifras están en miles de USD.

 

A inicios de este siglo, las exportaciones de la región eran ínfimas, sin embargo, aumentaron de forma consistente. Pese a su crecimiento, para 2004, por ejemplo, las exportaciones de los seis países no alcanzaban los 400 millones de dólares, equivalentes al 5.2%. Es decir, la RPC era no pasaba de ser un lejano mercado emergente.

En los años siguientes, experimentaron un crecimiento relativamente vertiginoso, acercándose a los 1,500 millones en 2007, un 7.1%, bastante significativo, en tres años casi se cuadruplicaron, aunque distante del 32.2% que los Estados Unidos compró ese año.

En los diez años siguientes, las ventas se desplomaron de forma errática de ese techo y aunque en 2013 hubo una leve recuperación, la caída continuó hasta detenerse en 2016, un piso, incluso, por debajo del nivel de 2003.

Desde 2017, hubo una constante recuperación de las exportaciones apenas interrumpida levemente en 2020, que puede asociarse a la pandemia que estalló a finales del año anterior, precisamente, en la RPC.

De 2021 a 2023, los montos han escalado a niveles superiores al techo de 2007. El valor de las exportaciones superó los USD 1,800 millones, con lo que, que este mercado, sin ser rival del mercado estadounidense o del propio mercado interregional, ya es significativo y se anuncia como un destino prometedor.

Cabe anotar que la República Popular China ha tenido un crecimiento económico ininterrumpido desde 1977 que la hizo pasar del puesto onceavo en el ranking global de 1978, al segundo puesto a partir del 2010. Su dinámico crecimiento, aunque menos intenso que en otros tiempos, continuará en el futuro próximo. Y como, se indicó al principio de este trabajo, en ese tiempo, de los seis países que antes solo reconocían a Taiwán, ahora, solo lo hace Guatemala.

La importancia que tendrá la Gran China para la región está por revelarse, sobre todo, por la esperada suscripción de tratados de libre comercio con Honduras, El Salvador y Panamá. Costa Rica ya cuenta con uno desde 2011 y Nicaragua firmó el suyo este 2024.

¿Qué hará Guatemala? (…)

Guatemala, diciembre 2024.

*Economista por la FCE/USAC, con Maestría en Integración Centroamericana y Maestría en Dirección y Gestión Política Local. Profesor e investigador universitario en resistencia. Guatemala, 18 de diciembre 2024.

COMPARTE