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Créditos: Diseño de Juan José Guillén
Tiempo de lectura: 4 minutos

 

En el río QawaLask’u que pasa por la aldea San Francisco Las Mercedes, en Chisec, Alta Verapaz, comunitarios descubrieron que decenas de peces habían muerto. Una de las primeras sospechas apunta a las actividades de la empresa palmera Chiquibul que opera en los alrededores de la comunidad, debido al veneno que utilizan para proteger sus cultivos de roedores.

Por Regina Pérez

La tarde del 3 de diciembre don Arturo Set descubrió que en el río que pasa por su parcela, en la aldea San Francisco Las Mercedes, en Chisec, Alta Verapaz, murieron decenas de peces en el río Qawa’ Lask’u. Ese hecho causó consternación en los comunitarios que nuevamente sospechan de las actividades de la empresa de palma africana Chiquibul por la contaminación.

En un video compartido por los comunitarios se puede observar a Arturo Set mostrando los peces muertos que fueron recogidos en el afluente del río Chixoy.

Nos sentimos tristes porque somos quienes cuidamos los ríos y los bosques, estamos cansados y decepcionados, los ricos siguen contaminando nuestro medioambiente, la empresa de palma africana Chiquibul es el responsable de soltar veneno en el río, ha contaminado nuestras fuentes de agua, indicó Set en su idioma Q’eqchi’.

Los comunitarios consideran que los peces murieron a causa del veneno utilizado por empresas de palma africana, que tienen cultivos muy cerca de las parcelas, que colocan en tronco de la planta para ahuyentar a roedores y otras plagas. La noche anterior al hecho se produjo un aguacero, lo cual pudo haber arrastrado el veneno al río.

Set agregó con preocupación “los peces son nuestros alimentos sagrados, nosotros no consumimos Pollo Campero ni otro tipo de comida preparada, lo que comemos con nuestros hijos e hijas son puros alimentos naturales” y pidió apoyo para denunciar a esa empresa.

Hasta el momento no se ha realizado ninguna denuncia formal por la matanza de los peces ante el Ministerio Público (MP), solo se dejará constancia del hecho en un acta de las autoridades indígenas de San Francisco Las Mercedes.

Lo ocurrido causó preocupación en las mujeres de la comunidad que manifestaron: “Nos da mucha tristeza ver nuestros ríos contaminados, quieren acabar con nuestra naturaleza, ahora no es fácil tomar cualquier cosa para nuestro consumo porque puede estar contaminado”.

Se solicitó una postura del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) sobre las acciones que corresponden frente a esta situación publicada por los pobladores pero hasta el cierre de esta nota no se obtuvo una respuesta.

No es el primer incidente registrado

Lo ocurrido en la aldea San Francisco Las Mercedes, Chisec, no es el primer incidente de contaminación que ocurre en la región. Otro comunitario que habló con Prensa Comunitaria a condición de anonimato, ya que se dedica a la defensa del territorio, dijo que en otros años se han registrado hechos similares, desde que las empresas de palma africana llegaron al lugar entre 2016 y 2017.

“Hemos hecho denuncias, hemos hecho manifestaciones porque la palma africana está variando mucho las comunidades, muchos desalojos y hay amenazas”, manifestó.

La comunidad de San Francisco Las Mercedes está ubicada a pocos kilómetros de dos empresas que se dedican a este monocultivo en la región, Palmas del Ixcán e Industrias Chiquibul.

Uno de estos casos es el del río San Román, donde el año pasado se produjo un derrame de químicos. La población también sospechó que estos contaminantes provenían de la empresa palmera Chiquibul.

En 2017 y 2019 también se registró el ecocidio, daño grave y masivo a los ecosistemas, que provocó la mortandad de peces en este municipio.

Conoce más detalles acá:

Alertan por derrame de químicos sobre el río San Román en Chisec

A pesar de que algunas denuncias se han realizado en el Ministerio Público y el MARN, defensores del territorio dicen que no han tenido eco y, que incluso, hasta las autoridades municipales y Consejos Comunitarios de Desarrollo (COCODES) actúan a favor de las empresas.

Sin sanciones severas

El defensor del agua, Bernardo Caal, señaló que uno de los daños más visibles de esta industria es lo que se ve a simple vista, como la mortandad de peces.

Sin embargo, añadió que la población en general también consume pescado, que se extrae de los ríos, que es un atentado a la salud por los químicos que utilizan estas empresas y que en algunos casos van a parar a los ríos.

En el caso de las empresas que siembran monocultivos utilizan fungicidas y herbicidas, que echan a las plantas. “¿Qué pasa cuando llueve? No lo absorbe el suelo, muchos de estos químicos son llevados por las correntadas de la lluvia a los nacimientos de agua, a los ríos, que contamina la alimentación de los seres humanos y otros seres vivos”, dijo.

Caal indicó que en el Código Penal no se imponen sanciones severas a estos casos a personas individuales y jurídicas. Si esto se investiga, se verifica y prueba y se juzga a la persona, tampoco reciben cárcel o prisión, son sanciones muy leves que lo pueden pagar con multas en contraste al daño que ocasionan a los nacimientos de agua, eso no lo prevé la ley actual, manifestó.

El ambientalista Julio González, del colectivo Madre Selva, coincide en la falta de sanciones en estos casos. “El delito ambiental no solo no se persigue sino que no se sanciona”, indicó.

Como ejemplo de esto, un caso emblemático ocurrido en 2015 en Petén, el ecocidio provocado por la empresa REPSA en el río La Pasión, quedó en la impunidad en Guatemala.

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