La Sala Primera de Apelaciones de Mayor Riesgo y Extinción de Dominio, ordenó la incorporación al proceso de Juan José Recinos Hernández, quien a solicitud de la defensa del militar Manuel Benedicto Lucas García, se presenta como consultor técnico y podrá realizar cuestionamientos a los peritajes.
Por Simón Antonio Ramón
El Tribunal de Mayor Riesgo A programó para el 30 de septiembre la presentación del peritaje técnico militar realizado por el argentino Benjamin Carloni.
Esta sería la segunda ocasión en la que se presenta el peritaje en el juicio por los delitos de desaparición forzada, genocidio y deberes contra la humanidad que se realiza en contra de Manuel Benedicto Lucas Garcíaa, exjefe del Estado Mayor General del Ejército entre 1981 y 1982, por hechos ocurridos en tres Ixil de Nebaj, Cotzal y Chajul, de Quiché.
La repetición por segunda vez del peritaje dará cumplimiento a la resolución de la Sala Primera de Mayor Riesgo, tras la presentación de un amparo que promovieron las abogadas Carmen Peralta Marroquín y Teresa Martínez del Instituto de la Defensa Pública (IDPP), y quienes ejercen la defensa legal del exjefe del Estado Mayor General del Ejército durante el gobierno de Romeo Fernando Lucas García.
La primera presentación del peritaje se realizó los días 6 y 7 junio, en aquella ocasión la defensa del general Lucas pidió que el militar Juan José Recinos Hernández hiciera preguntas al perito en calidad de consultor técnico, pero la solicitud fue rechazada por el Tribunal porque a su criterio debió ser incorporado en la fase de presentación de pruebas. Ante este rechazo, la defensa del militar promovió el amparo argumentando que se había violentado los derechos de su defendido.
La primera acción tomada por la Sala fue suspender el peritaje y la presentación de peritajes con lenguaje militar el 19 de junio. En la resolución definitiva señala la incorporación del consultor militar para restablecer los derechos violentados. “Por unanimidad se resuelve otorgar el amparo solicitado por Manuel Benedicto Lucas García”, se lee en la resolución.
Tras conocerse la resolución de la Sala Primera, se había programado la intervención del perito Benjamín Carloni, para el próximo 1 de octubre, pero se le adelantó su intervención para el 30 de septiembre. “Ya no va a ser presencialmente que el perito Carloni vaya a venir sino por videoconferencia”, dijo el abogado Francisco Vivar Castellanos, que representa a los querellantes.
Las exhumaciones en cementerios clandestinos
Hasta el 11 de septiembre se han realizado 71 audiencias del juicio donde se han escuchado a testigos, sobrevivientes, familiares de víctimas y especialistas sobre masacres en el contexto del conflicto armado interno.
Para este miércoles, el perito Josué Suasnavar presentó peritajes forenses sobre exhumaciones realizadas en cementerios clandestinos en San Juan Cotzal. En uno de ellos, señaló que en seis fosas exhumaron a 16 personas donde más del 50 por ciento eran niñas, niños y adolescentes, y se detectó que la muerte de las personas fue provocado con proyectil de arma de fuego de alta velocidad y posteriormente sus cuerpos fueron expuestos al fuego sin precisar fechas del hecho.
El perito dijo que según los testimonios de vecinos y testigos del lugar fueron encerrados en la casa incendiada por militares. En el momento de la exhumación se encontró un juguete de barro. En otro caso, se cree que una de las víctimas estaba embarazada, pero el perito dijo que no había rastro de un nonato.
En otro peritaje, en la comunidad Cholkual, de San Gaspar Chajul, fueron exhumados 42 personas que los exámenes determinaron que sus muertes fueron provocadas por arma de fuego y objetos contundentes. Mientras en la comunidad Xola, de Santa María Nebaj, fueron exhumados los restos de una persona. El experto señaló que los dos lugares son considerados como cementerios clandestinos.
Entre los cuestionamientos al perito por la fiscalía, abogadas y abogados tanto de querellantes como de la defensa, se recordó que en peritajes anteriores se había señalado que en un caso, una mujer embarazada recibió un disparo en el vientre y, en otro caso, en el bolsillo de un niño se encontró un juguete conocido como yoyo.