El proceso de elección de Cortes llegó a su punto más álgido con la votación de la nómina final. El abogado Juan Francisco Solórzano Foppa descarta que en esta fase exista una nómina ya definida antes de empezar las votaciones y que la mayoría de candidatos se definirá en el momento en que se den las votaciones. Como líder gremial que impulsó la planilla 8, que colocó a seis comisionados en las Postuladoras, descarta que estos se alíen con el grupo de Néster Vásquez, presidente de la CC y otras agrupaciones que han conformado un bloque dentro de las Comisiones.
Por Regina Pérez
El abogado Juan Francisco Solórzano Foppa, uno de los líderes gremiales que impulsó la planilla 8 para colocar a comisionados en las Postuladoras, analiza la etapa de la elección donde se intensifican las negociaciones entre los diversos grupos y alianzas, para colocar a magistrados de Salas de Apelaciones y Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Además de la influencia de operadores como Néster Vásquez, presidente de la Corte de Constitucionalidad (CC); Estuardo Gálvez, exrector de la Universidad de San Carlos; Wilber Castellanos, magistrado de Sala, quien lidera a los magistrados de apelaciones; Roberto López Villatoro, el “Rey del Tenis”, y otros, la planilla 8 se colocó como un nuevo actor que define como no tradicional y sin vínculos con estos sectores.
“Eso no implica que no tengamos que participar en la política gremial porque a la larga ahí es donde se definen los puestos y los cupos”, señaló.
El abogado es optimista y ve una posibilidad de hacer una renovación más grande de las Cortes de lo que ha venido observando.
Lo que descarta es que este grupo se alíe con los comisionados afines a Néster Vásquez y otros operadores de las Cortes. En esta elección, ninguna de las dos coaliciones logra los 25 votos necesarios para los candidatos. En el primer grupo están los decanos, algunos comisionados del CANG, incluyendo la planilla 8 y los presidentes de las Postuladoras.
“Creo que está abierta la negociación, porque sí hay grupos que podrían cambiar de bando, se ha rumorado que algunos decanos podrían, pero hemos visto que se han mantenido bastante unidos en las votaciones, mientras que por el otro lado es más difícil porque ahí está el grupo de Estuardo Gálvez, de Néster, y de Walter Mazariegos”, indicó.
El proceso de elección de Cortes se encuentra en uno de sus momentos más cruciales, con la votación final de la nómina. ¿Cómo califica el proceso donde muchos perfiles cuestionados alcanzaron notas altas debido a los instrumentos deficientes aprobados?
Por la falta de acuerdos iniciales en la misma Comisión es que el acuerdo global fue posponer algunos filtros. Porque con anterioridad las notas y las tablas de gradación habían sido una especie de filtro. Al hacerlas tan amplias lo que hicieron fue eliminar el primer filtro y dejar la decisión para lo último, en la votación final, en aras de avanzar dentro de esas primeras etapas.
Se corría el riesgo de quedarse estancado en la fase de definición de esos instrumentos, como en algún momento una de las agrupaciones parecía que jugaban a eso, a estancar el proceso, por ejemplo, en las votaciones de la sede en el cambio hacia la Corte Suprema de Justicia.
#LuchaPorCortes ⚖️ “Hay grupos que podrían cambiar de bando”
El abogado Juan Francisco Solórzano Foppa explica cómo están conformadas las alianzas en las Comisiones de Postulación.
“Ninguna de las dos coaliciones tiene la mayoría de votos necesarios para poder pasar los… pic.twitter.com/hy5JZKcKo1
— Prensa Comunitaria Km169 (@PrensaComunitar) September 20, 2024
Creo que la estrategia que se adoptó para tratar de tener un acuerdo macro, es eso. Es: ‘no vamos a hacer un filtro tan riguroso en la etapa de evaluación’ y al final se van a jugar el todo por el todo en la etapa de la votación final donde ya se tiene que definir el listado. Esa estrategia ha implicado que pasen personas, que en principio no deberían ser idóneas o no llenan los perfiles que deberían ser los adecuados, para optar a esos puestos. Creo que se priorizó que avanzaran los procesos para tomar esa decisión y pues ya será en estos últimos tres días finales donde va a ocurrir la depuración real.
Los listados deben llegar al Congreso el 23 de septiembre. ¿Qué escenarios se manejan antes de que los diputados voten?
Creo que dependerá mucho de los listados. Los listados que lleguen al Congreso darán una primera impresión de qué grupos o qué fuerzas lograron en la Comisión de Postulación proponer o ingresar más candidatos dentro de esa nómina. Esto puede llegar a influir en lo que el Congreso vaya a hacer. Porque una nómina donde vayan demasiadas personas allegadas a Néster Vásquez (presidente de la CC) por mucho que en el Congreso se quiera hacer una depuración, van a ingresar casi que por descarte magistrados, ya sea en Salas o CSJ que estén vinculados a estos grupos.
La negociación final en el Congreso dependerá del tipo de listado que se les mande y hasta ese momento se conformará una alianza en la que serán los diputados que trabajen en pro de llegar a ese consenso, de los 81 votos que se necesitan, para nombrar magistrados.
Lo que veo positivo es que habrá nuevos magistrados. Por lo menos habrá una magistratura que tome posesión el 13 de octubre, que es algo que en algún momento se ponía en duda. Pero en estas alturas del proceso pareciera ser que todo va encaminado a que habrá cortes el 13 de octubre.
Antiguos operadores resurgieron en esta elección y su influencia es clara en los comisionados de ambas Postuladoras. ¿Por qué ha sido difícil limpiar este proceso de la sombra de estos personajes?
Talvez el término antiguos no es el más adecuado. Siguen siendo operadores que han participado en otras, talvez operadores experimentados. Se creyó en algún momento que no estaban vigentes o que no estaban trabajando y eso no es cierto.
Lo que pasa es que muchos de estos operadores no aparecen a la luz pública si no se da un evento de esta magnitud. Y no se habla de ellos hasta que no se dan este tipo de elecciones. Pero siempre están trabajando y siempre están haciendo política gremial, porque en su mayoría son operadores de la política gremial.
Ahora que ha salido esta elección creo que lo que se da de nuevo, hasta cierto punto, es que se da una dispersión de estos operadores y han entrado nuevos actores, como la planilla 8, por ejemplo, de los grupos que hicimos una coalición en Unidad por la Justicia, que no somos grupos tradicionales vinculados a ninguno de esos operadores pero que eso no implica que no tengamos que participar en la política gremial porque a la larga ahí es donde se definen los puestos y los cupos.
(La planilla 8 estuvo conformada por una coalición de diversos grupos en el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG) que coloca a 24 de sus representantes en las comisiones de Postulación. Dicha planilla, que apoyó Foppa con su agrupación Transparencia y Cambio, logró seis representaciones en las postuladoras).
Creo que estos operadores han estado en las sombras, lo único es que salen cada cinco años para esos procesos, aunque sí están un poco más dispersos y algunos disminuidos del poder que en algún momento tuvieron, pero siguen teniendo una influencia.
¿Entre qué actores se pueden dar las negociaciones antes de la votación?
Antes de la votación lo veo complicado. No creo que haya un acuerdo previo. No creo que vaya haber una nómina ya definida antes de empezar las votaciones. Creo que en su mayoría se van a definir en el momento justo de las votaciones y eso es algo que es complicado, pero que así va a ir definiendo esa parte.
Analizando los perfiles que pasaron el primer filtro, ¿Se esperan mejor o peores Cortes?
Es un poco difícil prever el comportamiento a futuro de las Cortes. Sí creo que hay una buena posibilidad de hacer una renovación más grande de lo que se ha dado tradicionalmente. Y esperemos que dentro de esa renovación los nuevos perfiles no respondan a las mafias tradicionales que han cooptado el sistema de justicia. Pero eso va a ser complicado, una depuración total es imposible.
Considero que puede haber una depuración, un gran porcentaje de magistrados, que ojalá no sean reelectos, de nuevos magistrados que no sean de los mismos grupos, sino que de grupos con independencia y sin los intereses de estos mismos magistrados.
¿Cuál fue la influencia de la fiscal general Consuelo Porras en este proceso y por qué muchos de los fiscales allegados a ella están buscando una magistratura?
Voy a empezar con la segunda pregunta. Están conscientes de que el mandato de la fiscal general tiene un periodo de expiración. Talvez lo va a cumplir, pero el 15 de mayo de 2026 la fiscal general termina su mandato. Y es la oportunidad para blindarse con antejuicios. Lo que buscan es gozar de antejuicio y tener cierta influencia dentro de las Cortes en las cuales ellos mismos prevén que en algún momento se les va a juzgar, porque saben que han hecho “n” cantidad de delitos y actos contrarios a la ley, entonces lo que están buscando es 100 % protección y no hay otro momento.
Saben, además, que no va a quedar ningún aliado como la fiscal general, porque la pelea abierta que tiene con el Ejecutivo va a impedir esa situación. Creo que están buscando tener un trabajo más allá de 2026 y además están buscando el antejuicio.
Sobre la influencia de la fiscal general sin duda ha sido alta y ella está operando para procurar que sus allegados tengan esa incidencia, porque lo que está buscando ella es también impunidad para después del 2026. Inclusive, yo no dudaría que ella quisiera ser magistrada de la CC o pensar en alguna situación de esas donde pueda entrar con una Corte Suprema aliada, pensar que la puedan postular posteriormente como magistrada.
Hay 12 magistrados de la CSJ que buscan su reelección y obtuvieron notas altas y que tienen muchas posibilidades de ser incluidos en la lista, ¿Cómo ve esta situación, la CSJ podría no cambiar?
Creo que hay una alta probabilidad de que se reelijan, pero me atrevería a decir que no se reelige más de la mitad. Por lo menos no pasa más de la mitad. Es muy difícil que vayan a pasar todos juntos, porque no les dan las matemáticas.
Creo que hay una gran posibilidad de que se parta la Corte Suprema y, al final, el que quede de alguna manera del lado ganador será el que tenga la reelección. Pero veo muy difícil un escenario donde los 12 magistrados pasen a una reelección, algo que además nunca ha pasado.
En este proceso siempre hay grupos que se integran y vemos a antiguos operadores, pero uno de los nuevos actores es el gobierno de Bernardo Arévalo, ¿piensa que el grupo vinculado al gobierno podría lograr alguna cuota de poder en los listados finales?
Sin duda alguna. El hecho de que la votación final no esté todavía definida y no haya grupos con una mayoría genera la posibilidad de que cualquiera de los dos grupos pueda negociar con alguna facción de alguno de los grupos para llegar a los 25 votos. Si sucede eso del grupo de Néster Vásquez, pues es poco difícil y poco probable que el grupo de la planilla 8 vaya a estar con Néster y compañía.
Pero puede ocurrir también que logren sumar alguna facción de los grupos del otro lado hacia el grupo de los decanos y la planilla 8, con lo cual ahí si veo una gran posibilidad de que tengan influencia y de que puedan proponer candidatos, que no es que tengan que ser afines al gobierno sino que en realidad se está buscando que sea gente proba, independiente, de honorabilidad comprobada y que vayan a hacer una función por el bien del país y por el cambio necesario en el sistema de justicia.
Se dice que este es uno de los peores procesos de elección que se han dado, ¿Cuál sería la alternativa a las Comisiones de Postulación? Algunos proponen el voto popular como se dio en México.
Creo que cualquier modelo, con las personas adecuadas, puede funcionar. Siempre influyen más las personas que el modelo. Pero si queremos realizar un cambio de fondo, sí pasa por cambiar el modelo. ¿Por qué? Porque las personas no cambian por sí solas si el modelo no cambia. Al final es algo de la mente humana. Si estamos acostumbrados a una misma dinámica, si estamos todo el tiempo en una cotidianidad, donde sabemos que así funciona el sistema, es muy difícil cambiar nuestra actitud dentro del mismo.
Habrá que trabajar mucho en el cambio de las personas, pero creo necesario un cambio de modelo. ¿Cuál? Pues habrá que ver, hay muchísimos modelos más. Creo, honestamente, que sí urge hacer una separación de lo que es la academia y la política gremial. Porque eso ha estado matando la academia. Y ahí es el grave problema, porque la academia produce a los abogados. Y produce el material, educando a la gente que va a integrar en este modelo. Si estamos matando la academia, lo que estás haciendo es matar el modelo del sistema de justicia. Porque la academia produce a los miembros de ese sistema de justicia. Sí creo sumamente necesario…no sé qué modelo, porque sería algo que hay que discutirlo, hay que trabajarlo, pero cualquiera de esos modelos, desde mi punto de vista, lo mínimo que debe tener es esa separación de la academia con la política gremial.