Durante los últimos 40 años, don Miguelito Muñoz ha sido el alma del programa “Chapinlandia” desde la feria del municipio de Santa Rosa de Lima, un concierto en honor a la patrona Santa Rosa de Lima que se transmite a nivel nacional por TGW (107.3 FM). Este evento reúne a pobladores de otros municipios cercanos como Casillas y Nueva Santa Rosa, en el departamento de Santa Rosa. Los asistentes se congregan para disfrutar y bailar al ritmo de la marimba, un símbolo cultural que está arraigado en la identidad guatemalteca.
Por Fátima García
Fotos de Efraín Alvizures
Don Miguel Ángel del Socorro Muñoz Donis, conocido cariñosamente como “don Miguelito Muñoz”, nació el 27 de junio de 1937 en el municipio de Santa Rosa de Lima. A sus 87 años es uno de los compositores y músicos de marimba más importantes del departamento de Santa Rosa.
Durante los últimos 40 años, don Miguelito Muñoz ha estado a cargo de organizar el programa en vivo “Chapinlandia” como parte de las actividades de la feria patronal de Santa Rosa de Lima. Este programa se transmite por la radio TGW (107.3 FM).
El pasado 30 de agosto, como todos los años, don Miguelito se encargó de acompañar a los marimbistas en el concierto realizado en el quiosco del parque central de Santa Rosa de Lima. En la tarde de marimba se congregaron vecinos de municipios aledaños como Nueva Santa Rosa y Casillas, quienes, al ritmo de “Chapinlandia”, bailaron y compartieron en la feria patronal en honor a Santa Rosa de Lima.
Una vida dedicada a la marimba
Don Miguelito Muñoz cuenta que su amor por la interpretación de la marimba inició cuando tenía 12 años, comenzó su camino musical gracias a la influencia de don José Ángel Meda, quien no solo le enseñó las primeras lecciones, sino que también despertó en él una profunda pasión por el instrumento.
Su trayectoria musical comenzó en las zarabandas, donde su pasión por la marimba se consolidó. En esos bailes populares, lo vieron crecer como músico, y fue en ellas donde aprendió a perfeccionar su técnica. Por cada toque al que asistía, le pagaban 8 centavos, y sus presentaciones solían durar hasta 5 horas. Aunque sus estudios fueron empíricos, don Miguelito Muñoz observaba atentamente cómo otros músicos tocaban, absorbiendo técnicas y melodías a través de la práctica y la dedicación.
“Me siento muy feliz de haber dedicado mi juventud a tocar la marimba, y creo que fui muy inteligente para la marimba, hasta llegué a ser compositor”, comenta. Su inspiración surgía de las melodías, que lo motivaban a seguir perfeccionando su arte. La primera melodía que interpretó fue “Ya no llores mamacita”, una pieza que marcó el inicio de su carrera musical. Más tarde se aventuró en la composición y su primera obra fue titulada “Santa Rosa de Lima”, en honor a su pueblo y la patrona.
El talento de don Miguelito no pasó desapercibido. Quienes lo escuchaban tocar quedaban impresionados y expresaban con asombro: “¡Qué inteligentes! Porque tocar esa tablazón requiere de muchas ganas”, refiriéndose tanto a él como a su compañero de música, César Ortega, quien en paz descanse.
A lo largo de su carrera, trabajó durante 30 años como miembro de la marimba Recreación Laboral, del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, hasta su jubilación en 1998. Además, ha formado parte de agrupaciones como la marimba de la Policía Nacional Civil (PNC), marimba Maderas de Oriente, marimba Xinka de Jumaytepeque, entre otras que ya no recuerda.
Además de su talento como intérprete y compositor, don Miguelito Muñoz ha demostrado ser un hábil reparador de marimbas. A lo largo de su vida, ha reparado alrededor de 10 marimbas en la capital de Guatemala, entre ellas la reconocida marimba Recreación Laboral, donde también trabajó.
Sin embargo, hay algo que don Miguelito nunca aprendió: la elaboración de baquetas, una herramienta esencial para tocar este instrumento. Aunque no domina este arte, muchas personas lo buscan para que les haga un juego de baquetas. “Tengo un amigo en la ciudad capital que las fabrica”, les indicaba. Un juego de 16 baquetas tiene un costo de Q1,600.00. A lo largo de los años, don Miguelito ha sabido combinar su conocimiento empírico con el apoyo de amigos y colegas, manteniéndose activo en el mundo de la marimba tanto como músico como reparador, un testimonio más de su inquebrantable dedicación al instrumento que ha marcado su trayectoria.
A lo largo de su vida, don Miguelito ha dejado una marca imborrable como compositor, con una serie de obras que han enriquecido el repertorio marimbístico del departamento de Santa Rosa y a nivel nacional. Algunas de sus composiciones más destacadas son: Recordando a Amanda, Santa Rosa de Lima, Un vals para mi padre, Volcán Jumaytepeque, Locutores de Chapinlandia, Quiero a mi Guatemala en paz, Romeo Asturias y Quevedo y la cumbia de Mónica.
Más allá de su labor artística, don Miguelito también se ha dedicado a la docencia, transmitiendo su pasión y conocimientos a nuevas generaciones. Durante cinco años, fue maestro del curso de marimba en el Seminario Mayor de la ciudad de Guatemala, donde los seminaristas aprendieron a interpretar diversas melodías. Actualmente es maestro de marimba en el colegio El Saber, en el municipio de Nueva Santa Rosa, donde imparte clases a niños, niñas y jóvenes. El mensaje que don Miguelito deja a las juventudes es que “aprendan para que no se acabe la tradición”.
“Chapinlandia” en Santa Rosa de Lima
Durante los últimos 40 años, don Miguelito Muñoz ha sido el alma del programa “Chapinlandia” desde la feria de Santa Rosa de Lima, un concierto en honor a Santa Rosa de Lima que se transmite a nivel nacional por TGW (107.3 FM). Este evento es un punto de encuentro para los vecinos santaroseños y de municipios cercanos de Casillas y Nueva Santa Rosa, en el departamento de Santa Rosa. Los asistentes se congregan para disfrutar y bailar al ritmo de la marimba, un símbolo cultural que está arraigado en la identidad guatemalteca.
Para llevar a cabo el concierto “Chapinlandia”, don Miguelito cuenta con el apoyo de sus amigos en TGW, quienes lo ayudan a gestionar lo necesario para el concierto en vivo. Durante los últimos años, él se encargó de recaudar fondos en el pueblo para cubrir los gastos de alimentación y viáticos de los marimbistas, recibiendo el respaldo de la población y la municipalidad.
El pasado viernes 30 de agosto, en el quiosco del parque central, frente a la iglesia de Santa Rosa de Lima, el concierto de marimba inició a las 4 p.m. y finalizó a las 5 p.m. Durante una hora de música en vivo, a cargo del programa “Chapinlandia”, sonaron melodías en las que se encontraban varias composiciones propias de don Miguelito, como Santa Rosa de Lima, una de sus primeras obras, y Blanca Azucena, un tema que evoca su conexión con la tierra y su gente.
Además, tocó piezas llenas de sentimiento como Recordando a Amanda y Un vals para mi padre, que reflejan sus influencias personales y familiares. El repertorio del día también incluyó composiciones de otros autores, entre las que se destacan Las Chancletas de Nayo Capero y La patrona de mi pueblo, lo que permitió a la audiencia disfrutar de un variado espectáculo que combinó lo mejor de la música tradicional guatemalteca, mientras las personas bailaban y celebraban la feria patronal. Don Miguelito Muñoz asegura que esta tradición continuará a través de sus hijos, quienes comparten su amor por la marimba.
Al finalizar el concierto expresó su agradecimiento a los lugareños y reafirmó su compromiso de seguir honrando a la patrona Santa Rosa de Lima. “Lo hago por y para el pueblo”, dijo con emoción, “con el deseo de dejar una huella en las futuras generaciones y de continuar preservando las tradiciones que nos unen como comunidad”.
Feria patronal en honor a Santa Rosa de Lima
Cada 30 de agosto, el municipio celebra su feria patronal en honor a la primera santa de América y patrona de la diócesis de Santa Rosa de Lima. Esta es una de las ferias más importantes y con mayor antigüedad de la región. En 2017, la imagen de Santa Rosa de Lima fue consagrada, lo que la convierte en un destino para cientos de visitantes que llegan al municipio durante las actividades de la feria.
Una de las tradiciones más importantes durante las actividades de la feria es “las Rositas”, dos réplicas de la imagen de Santa Rosa de Lima que, desde hace 105 años, peregrinan por la región. Estas imágenes, una de la aldea Ojo de Agua, en Nueva Santa Rosa; y la otra de la aldea El Naranjo, en Santa Cruz Naranjo, recorren el pueblo cada 28 de agosto y regresan a sus lugares de origen el 31 de agosto. Durante esta peregrinación, las imágenes son acompañadas por las cofradías, que, junto con una banda de músicos, animan el recorrido con sus sones tradicionales.
La cofradía de “las Rositas” tiene su origen en la veneración de la imagen de Santa Rosa de Lima, patrona de la región. Está formada por mayordomías, un grupo de devotos encargados de organizar y custodiar las festividades religiosas. Cada cofradía está dirigida por un capitán, quien es responsable de la coordinación de las actividades religiosas y culturales. Actualmente, doña Tomasa Sánchez es la capitana de la cofradía de Ojo de Agua, mientras que Luis Ramírez, hijo de los difuntos capitanes don Pedro y doña Chana, lidera la cofradía del Naranjo.
Ambas cofradías se encargan de llevar en peregrinación las imágenes conocidas como “las Rositas”. Estas representaciones religiosas recorren los hogares de las aldeas vecinas, recolectando las ofrendas que serán entregadas a la parroquia de Santa Rosa de Lima al final de su recorrido.
El recorrido culmina el 28 de agosto, día en que las dos imágenes se encuentran en el Trapichito, a la entrada de Ojo de Agua. Este momento es de gran celebración, con fuegos artificiales, música y comida compartida entre los asistentes. La peregrinación continúa hasta el barrio el Tesoro, en Santa Rosa de Lima, donde nuevamente se celebra con bailes y refacciones.
El punto culminante de la festividad ocurre cuando “las Rositas” llegan al lugar llamado la Cruz de la Misión. Allí, son recibidas por la réplica de Santa Rosa de Lima, en un emotivo acto que simboliza la unidad de las cofradías y su devoción a la patrona. Posteriormente, las imágenes son llevadas al templo, donde se les da la bienvenida oficial y se presentan ante la comunidad. Según un vecino, esta tradición surgió debido a que, en tiempos pasados, la imagen principal de Santa Rosa de Lima no salía en procesión, siendo “las Rositas” las encargadas de recorrer las calles de la cabecera municipal.
Esta celebración no solo es un reflejo del profundo sentido de comunidad de los habitantes de Santa Rosa de Lima, sino también un testimonio del compromiso de personas como don Miguelito Muñoz y de la comunidad por mantener vivas las tradiciones que han dado identidad y unidad a este territorio durante décadas.