El Instituto de Previsión Militar, que se encarga de brindar asistencia a quienes integraron el Ejército de Guatemala, posee empresas que han obtenido contratos con el Estado. Una de estas es Maya Químicos, la cual está acumulando varios millones de quetzales con adjudicaciones aprobadas, este año, por el Ministerio de la Defensa.
Por Cristian García
La institución militar posee diversos negocios. Por ejemplo, tienen una aseguradora, un club de reunión, un centro de almacenamiento, una torre de parqueos y una empresa que se dedica, principalmente, a la comercialización de explosivos industriales.
Esta última compañía se llama Maya Químicos, en la que el Instituto de Previsión Militar (IPM) posee el 88 por ciento de las acciones y, que en el presente ejercicio fiscal, ha recibido Q6.25 millones de fondos públicos.
La mayoría de ese dinero lo ha desembolsado el Ministerio de la Defensa Nacional (Mindef), que le ha comprado a la entidad mercantil materia prima para fabricar municiones, además de un explosivo y una emulsión.
Las fuerzas armadas refirieron que el primer insumo era fundamental para abastecer de proyectiles a las brigadas, comandos, servicios y dependencias militares, y así “cumplir con la misión constitucional encomendada”.
Respecto al explosivo y la emulsión, únicamente expresaron que servirían para la “misión y desarrollo de las funciones del Cuerpo de Ingenieros del Ejército”. En esa línea, el Mindef pagó Q6.14 millones del monto total indicado.
El resto de dinero (Q116,882) fue erogado por el Ministerio de Gobernación, que le adquirió a la empresa materiales explosivos para la Policía Nacional Civil, a fin de dar cumplimiento a las diligencias judiciales que involucren la destrucción de otros artefactos detonantes.
Este ha sido el mejor año de Maya Químicos en ventas públicas, pese a que ha sido contratista desde 2010. No obstante, en sus inicios las adjudicaciones fueron mínimas y sus ingresos se incrementaron exponencialmente durante el gobierno de Alejandro Giammattei.
Incluso, el exgobernante aprobó que el Estado le cediera gratuitamente un terreno al IPM para que establezca una zona de desarrollo económico. El inmueble se ubica en Escuintla y consta de 592,591 metros cuadrados.
El inmueble está junto al todavía inconcluso Aeropuerto de San José. La finca se trasladó al órgano de corte castrense en 2021, justo cuando Maya Químicos empezó a suscribir contratos millonarios con instituciones gubernamentales.
Antes de ese año, la cantidad de ventas con el Estado fue de apenas Q192,174. En cambio, en 2021, la empresa cerró negocios por Q6.08 millones. En 2022, consiguió contrataciones por Q1.04 millones y un año después sus adjudicaciones fueron de Q3.79 millones.
Utilidades
Maya Químicos, la cual fue fundada en 1980, dijo que el 87.5 por ciento de sus ganancias son trasladadas al IPM y añadió que estos recursos se emplean para costear las prestaciones y la seguridad social de los afiliados.