En Chiquimula y Huehuetenango, las mujeres Ch’orti’ y Mam denuncian la opresión de las mineras y exigen al Estado que se respeten sus derechos. La articulación de las mujeres fue en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.
Por Norma Sancir y Blanca Jiménez
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre, lideresas, autoridades indígenas, artesanas y defensoras maya Ch’orti’ de Olopa, Chiquimula, se autoconvocaron para reflexionar sobre las diversas violencias que afrontan en sus comunidades, en manos del Estado de Guatemala y de las empresas mineras que ocupan su territorio.
Las mujeres celebraron una asamblea en la comunidad de Tituque, en la que enfatizaron la violencia de la minera Cantera los Manantiales que destruyó su territorio, provocando enfermedades y contaminando el agua.
Pascuala Alonzo, una de las participantes de la asamblea, denunció que a las mujeres organizadas de esa comunidad las amenazaron con quitarles el agua, pese a que la comunidad compró el recurso y donó los terrenos para la construcción de proyecto municipal.
También evidenciaron que la discriminación y racismo persiste como arma de violencia.
Según Blanca Hernández, autoridad indígena, comunicadora e integrante de la asamblea de mujeres de Olopa es importante reunirse con jóvenes y adultas para conocer sus derechos y demandarlos.
Las mujeres de ese municipio también reflexionaron sobre las condiciones que consienten los abusos y señalaron la problemática, porque Guatemala ha sido golpeada por la violencia de la corrupción, porque ha permitido que las mismas autoridades locales violenten los derechos fundamentales de la vida.
Durante la actividad elaboraron dibujos y pintaron frases para hacer conciencia de que la violencia en contra de las mujeres en todas sus formas debe parar.
La conmemoración en tierra huehueteca
Las mujeres maya Mam de las comunidades de San Sebastián Huehuetenango, Colotenango y San Ildefonso Ixtahuacán, Huehuetenango, también se reunieron a celebrar la vida, pidiendo que se respeten los derechos humanos y de la madre Tierra.
La organización Actoras de Cambio presentó una obra de teatro llamada “Mujeres de montañas-mujeres jaguar”, quienes participaron fueron bien aplaudidas por mas de cien mujeres presentes. Además, realizaron actividades lúdicas como el uso de zancos para el manejo del equilibrio e hicieron una ceremonia en la que ofrendaron flores, velas y plantas de distintos colores.
Magdalena de 67 años, quien fue la protagonista de la obra, es una de las tantas mujeres sobrevivientes de las masacres perpetradas por los gobiernos militares, en la década de los ochenta, contra las comunidades indígenas que fueron asociadas como aliadas de la guerrilla y, por ello, fueron víctimas de un plan de exterminio o limpieza étnica (identitaria).
Las mujeres de ese departamento cerraron la actividad bailando durante más de dos horas en agradecimiento al viento, agua, fuego y con todos los elementos de la madre Tierra.
