Gaspar Reynoso, un joven agricultor de la aldea Talaj, ubicada en la microrregión de Río K’isil aseguró que perdió tres cuerdas de cultivos de las seis que tiene sembrado para la cosecha de este año.
Por Eduardo Pablo
La noche del lunes 10 de julio, la población de San Juan Ixcoy se sorprendió por las fuertes lluvias acompañada de viento, que provocaron la destrucción total de sus cultivos, principalmente las siembras de milpa, como la principal fuente de subsistencia de muchas familias de ese municipio, situado en el norte de Huehuetenango.
Gaspar Reynoso, un joven agricultor de la aldea Talaj, ubicado en la microrregión de Río K’isil, dijo que perdió tres cuerdas de cultivos de las seis que tiene sembrado para la cosecha de este año.
“La semana pasada había terminado de hacer el calzado de la milpa, pero ahora aproximadamente la mitad del cultivo se destruyó. Ninguna institución u organización se ha acercado para contabilizar y atender los daños, mis vecinos también perdieron sus cultivos”, dijo.
El paso de las lluvias en Huehuetenango no solo afectó a la población de San Juan Ixcoy, también se registraron daños en los municipios de Santa Eulalia y San Mateo Ixtatán.
“Bueno después de tirarles abono y urea (fertilizantes químicos) llegó el señor viento y arrasó con todo”, lamentó en Facebook, Pedro Gómez Silvestre, un agricultor oriundo de San Mateo Ixtatán. En su cuenta personal publicó varias fotografías en las que se observan las milpas destruidas.
Para este año, la época de la lluvia se atrasó. La población de San Juan Ixcoy empezó a sembrar a finales de febrero y mediados de mayo, pero varios agricultores perdieron sus siembras por la falta de lluvia.
Sin embargo, “el viento que trajo la lluvia es otra tragedia que no contemplamos, ya que por ahora no tenemos apoyo de ninguna institución estatal”, lamentó Reynoso.
También se sumaron las penas por derrumbes o deslaves. La gente del municipio de San Juan Ixcoy estuvo monitoreando en redes sociales, el comportamiento de la lluvia, que causó temor en muchas familias. Existe una “trauma” tal como han señalado, por la experiencia que vivieron con las tormentas Eta y Iota, en noviembre de 2020, donde perdieron sus viviendas y algunos hasta pérdidas humanas.
