Créditos: Merlen Blanco, Francis Palencia y Silvana Martínez, tres mujeres garífunas buscan la alcaldía y dos diputaciones en Livingston. Foto Alva Batres
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Una candidata a la alcaldía de Livingston, Izabal, y dos al Congreso de la República por ese distrito indican que si bien es difícil hacer campaña cuando no cuentan con el financiamiento, lo más duro es abrirse camino en espacios que los hombres reclaman como suyos. A pesar del cansancio indican que se sienten satisfechas de abrir brechas.

Por Alva Batres

Merlen Nohemí Blanco Zúñiga, Francis Maribeth Palencia Domínguez y Lidiette Silvana Amarilis Martínez Cayetano, son tres mujeres garífunas y afrodescendientes de Livingston, Izabal, que se han animado a participar en cargos de elección popular. Merlen Blanco busca la alcaldía con el partido Azul, mientras Francis Palencia y Silvana Martínez apuestan a la diputación por el mismo partido.

La candidata a la alcaldía de Livingston es maestra y se postuló por primera en actividades políticas. Merlen Blanco asegura que su participación ha sido difícil porque no tiene financistas y cada una de las integrantes de su planilla aporta para hacer sus giras a las comunidades y llevar el mensaje a la población.

También cuenta que fue motivada a participar por Francis Palencia, quien está participando como candidata a diputada en la tercera casilla por el partido Azul.

Francis Palencia se autoidentifica como una mujer afrodescendiente, es lideresa comunitaria, emprendedora y ha trabajado con las mujeres de Puerto Barrios y Livingston. También laboró en las municipalidades de los dos municipios, impulsando la cultura afrodescendiente y garífuna entre la juventud. Tiene su propia venta de artesanías y alimentos propios de la región, siendo muy conocida en las ferias de emprendimiento local.

Por su parte, Lidiette Silvana Amarilis Martínez también candidata a diputada en la primera casilla por el mismo partido. Ella es psicóloga, trabajó como delegada de la Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo (CODISRA) en el departamento de Izabal y fue ministra de Cultura en el gobierno de Alejandro Giammattei por corto tiempo. Silvana Martínez ha participado anteriormente en actividades políticas y esta vez lo hace como candidata a diputada.

Las tres candidatas aseguran que Azul fue el único partido que les abrió las puertas y no les exigió cuota para participar. “Hemos hecho una campaña humilde y austera, ha sido muy difícil económicamente, pero lo más duro ha sido abrir camino en esos espacios que los hombres siguen reclamando como suyos”, concluyeron.

A las tres mujeres se les ha visto juntas trabajando en los municipios de Livingston y Puerto Barrios en donde tienen mayor cantidad de seguidores. Frente al tema de racismo y discriminación, las candidatas se han apoyado y caminado juntas, han recibido el apoyo de organizaciones de mujeres garífunas quienes las motivan a seguir trabajando.

A tan solo una semana de las elecciones generales se les puede ver cansadas, pero dicen estar satisfechas de haber abierto brecha y demostrarle a otras mujeres garífunas y afrodescendientes que sí se puede participar, que se puede hacer una campaña digna, alejada de la compra de votos y de otro tipo de estrategias que no favorecen en nada al desarrollo del municipio.

La planilla municipal de Azul se conformó solo por 8 personas, un hombre Garífuna y un Q’eqchi’, el resto son mujeres, una ladina y cinco Garífunas (incluida Merlen) entre ellas, una mujer joven.

Sin interés de candidatos en la seguridad alimentaria

Fundación Guatemala promovió un foro con candidatos a la alcaldía de Livingston para abordar el tema de la seguridad alimentaria y nutricional en el municipio. Merlen Blanco fue la única que se presentó, lamentando que otros candidatos no estuvieran interesados en el tema.

En su exposición la candidata a la alcaldía de ese municipio caribeño dijo que en su plan de trabajo contempla la contratación de profesionales en agricultura para que enseñen a las mujeres a cultivar sus propios alimentos, ya que el municipio cuenta con tierras fértiles que no están siendo utilizadas.

Livingston es un municipio en el que los alimentos suelen ser más caros, sobre todo en la cabecera municipal en donde el acceso es únicamente por agua, (el transporte acuático es mucho más caro que el transporte terrestre). Las verduras son trasladadas desde del occidente del país hasta Puerto Barrios y luego se trasladan en barco hasta el municipio de Livingston. El valor de un producto puede triplicarse debido al alto costo de transporte.

Lo más difícil, aseguran las candidatas es abrirse paso y reclamar un espacio que los hombres consideran suyo. Foto Alva Batres

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