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Chiquimula: pobladores de Jocotán denuncian clientelismo en elección de COCODE

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Créditos: Prensa Comunitaria.
Tiempo de lectura: 4 minutos

 

“A cambio de los víveres, los operadores locales del alcalde comenzaron a decir a las señoras, que en el día de la elección deben elegir a las personas allegadas a la comuna y les decían que habrá proyectos o programas de alimentos para ellas”. Ramírez López

Por  Francisco Simón 

Autoridades locales y ancestrales, de Jocotán, Chiquimula, denunciaron clientelismo en la elección del Consejo de Desarrollo Comunitario (COCODE), de parte de allegados al alcalde Ramón Díaz. Los hechos se dan en el contexto de un año preelectoral y como respaldo a la presencia de empresas mineras en el área.

Las mujeres mediante engaños, denuncian las autoridades, han sido sobornadas con bolsas de víveres a cambio de respaldar la elección de los COCODE en sus comunidades.

“Los que buscan ocupar los puestos de COCODE, aprovechan de la situación de las mujeres más vulnerables de las áreas rurales. Las engañan con bolsas de alimentos, para no elegir a las personas idóneas o independientes, que tiene la voluntad y la vocación de servir a la comunidad y obtener un desarrollo comunitario, tal es el caso de las autoridades ancestrales”, dijo Virgilio Ramírez López, originario de la comunidad de Guareruche.

Ramírez López, quien es autoridad de Consejo de Autoridades Ancestrales Maya Ch´orti´, señaló que la estrategia del alcalde municipal de cooptar el COCODE, también se replica en algunos trabajadores de la municipalidad de los 154 caseríos y 32 aldeas que conforman el municipio de Jocotán.

En una entrevista a Prensa Comunitaria, la autoridad ancestral informó sobre la forma en que se llevó el proceso de elección en su comunidad, en marzo pasado. Un día antes de la elección del COCODE en Guareruche, el alcalde municipal envió treinta quintales de maíz, que fueron repartidos entre algunas familias, para conseguir el voto de las mujeres. “A cambio de los víveres, los operadores locales del alcalde comenzaron a decir a las señoras, que en el día de la elección deben elegir a las personas allegadas a la comuna y les decían que habrá proyectos o programas de alimentos para ellas”, indicó.

Sin embargo, para algunos vecinos del lugar, que no comparten la posición del alcalde, el proceso fue excluyente y antidemocrático, ya que solo permitieron participar a quienes representan los intereses del alcalde más no de la comunidad.

“El líder político de la comunidad pide ser electo y obliga a las personas a votar por él, para que supuestamente los beneficios que brinda la municipalidad, no dejen de llegar a las familias más necesitadas. No es más que un quintal de maíz o una bolsa de alimentos que, quizá solo dura una semana”, indicó un vecino de Guareruche, que pidió el resguardo de identidad.

En la mayoría de las comunidades de Jocotán, dicen los pobladores de Guareruche, ocurre la misma situación. Las personas que no son afines al alcalde municipal no son tomadas en cuenta al momento de la elección. Según estas personas, los candidatos opositores no son nada para los habitantes, mientras no ofrecen víveres o bolsas de alimentos a cambio del voto. Por esa razón, las autoridades ancestrales hacen el llamado a la población de otras comunidades del municipio, para que hagan valer sus derechos y obligaciones al elegir a personas idóneas en los cargos locales y de desarrollo.

Entre otras razones mencionadas por Virgilio Ramírez, destaca el interés que tiene el alcalde de municipal, Ramón Díaz, de continuar al mando de la comuna por un periodo más, por ello, está buscando el respaldo de quienes integran el COCODE, para iniciar con las bases locales en un año preelectoral.

También agregó que las empresas mineras, en alianza con la municipalidad, buscan el respaldo de las autoridades locales, para la autorización de licencias mineras en el municipio. “Quieren las firmas de los presidentes del COCODE, pero para ello necesitan ganar las elecciones locales con sobornos o porciones de alimentación, para que la población diga que sí están de acuerdo con los megaproyectos”, aseguró.

“A pesar de que nosotros como pueblos hemos rechazado rotundamente cualquier megaproyecto en nuestro territorio, porque solo vienen a afectar las montañas y los ríos, el municipio no es una herencia política o empresarial, sino nosotros somos un pueblo originario, somo raíces y somos sangre de nuestros ancestros, según nuestra historia. Por lo cual hacemos un llamado, que ya no queremos más amenazas a la madre tierra, porque cada día el calentamiento global es muy fuerte que afecta directamente a la tierra y a los recursos naturales, que cada vez más el agua es muy escasa”, dijo Ramírez al respecto.

Según las autoridades ancestrales de esa localidad, cada dos años eligen a los nuevos integrantes del COCODE y siempre se les pide a las autoridades elegir un representante del Consejo de Autoridades Ancestrales Maya Ch´orti. Sin embargo, este año ninguno fue tomado en cuenta.

“Cuando una persona sale electa y representa a la lucha de las autoridades ancestrales y participa en la defensa del territorio no es tomada en cuenta”. Tal es el caso del periodo anterior, una evidencia clara que todo es político, el vicepresidente de COCODE electo para el periodo 2020-2022, nunca fue tomado en cuenta o invitado por los demás, por el hecho de pertenecer al movimiento local que integra la lucha por la defensa del territorio en oposición a las minerías, solo era buscado para firmar o sellar algún documento, que les interesa a ellos, explicaron las autoridades, dijo.

El mandato de los COCODE según la ley

Según la ley de los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural, los integrantes tienen por mandato promover y velar por la coordinación tanto entre las autoridades comunitarias, las organizaciones y los miembros de la comunidad como entre las instituciones públicas y privadas.

Entre las principales funciones que tienen en las comunidades está la coordinación, ejecución y auditoría social sobre los proyectos u obras que hagan las instituciones de Gobierno en la comunidad. Además de administrar y velar por el buen uso de los recursos técnicos, materiales financieros y humanos que obtenga el COCODE por cuenta propia, o que dé la Corporación Municipal para la ejecución de proyectos, e informar a la Asamblea Comunitaria sobre dicha administración.

Respecto a la duración del mandato, cada integrante que salga electo dentro de la asamblea tiene funciones por un periodo de dos años, gestionando proyectos y programas que beneficien de manera directa a la población en cada localidad.

No obstante, lo que ocurre en Jocotán contraviene las normas, ya que no que se toma en cuenta la participación de todos los pobladores, y la injerencia del alcalde municipal es notoria a través de sus allegados, que llegan a ofrecer víveres un día antes de las elecciones, como ocurrió en Guareruche, una comunidad maya Ch´orti´.

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