Esta es la historia de la alianza entre el gobierno de Alejandro Giammattei y las mineras rusas asentadas en Izabal y Alta Verapaz.
TEXTO Y FOTOS POR: THE STORE PROJECT
Varios gobiernos de Guatemala han permitido la operación ilegal de la mina de níquel en El Estor, Izabal. Esta investigación demuestra que los conglomerados rusos contaron con los gobiernos de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, quienes facilitaron el desmantelamiento institucional y la regresión autoritaria tras la salida de CICIG del país, para crear mecanismos de corrupción, acoso y represión que han servido a la mina para funcionar de forma ilegal, manipular una consulta comunitaria, no dar cuentas por la contaminación ambiental e, incluso, cometer crímenes para garantizar el éxito de su operación.
Esta es la historia de como Solway, la compañía minera asentada en Suiza y creada con capitales rusos, armó alianzas con el poder político de Guatemala para operar de forma ilegal en El Estor, Izabal, y para criminalizar a los indígenas Maya Q’eqchi’ que se les opusieron cuando la mina contaminó sus aguas o quiso desalojarlos de sus tierras.
Es una historia que periodistas guatemaltecos han contado con detalle desde 2017, cuando el pescador Carlos Maaz fue asesinado por miembros de la Policía Nacional Civil en El Estor. A partir de entonces, la minera perfeccionó estrategias de seguimiento a sus opositores y sus mecanismos de impunidad.
La opacidad de la minera no atañe solo al gobierno guatemalteco actual que preside Alejandro Giammattei; ha sido tolerada por sus antecesores, sobre todo por Jimmy Morales. Ambos presidentes no dudaron en decretar estados de sitio en El Estor que la mina de Solway y otras empresas extractivas instaladas en la zona aprovecharon para intentar desalojar a los Q’eqchi’ de sus tierras o para sembrar el terror.
La parte más reveladora de la historia que hoy contamos tiene que ver con los secretos descubiertos tras la publicación en varios medios del mundo de documentos internos de la mina (correos electrónicos, presupuestos, planes de acción, presentaciones digitales), filtrados al consorcio periodístico Forbidden Stories, a 65 periodistas de 20 medios en 16 países.
Por primera vez, Forbidden Stories y los medios colaboradores pudieron levantar la cortina del poderoso conglomerado ruso-suizo propietario de la mina. Los documentos filtrados, que incluyen 470 buzones de correo (2TB de datos) y otros 8 millones de archivos, están llenos de escándalos: daños medioambientales; propuestas para comprar a los líderes de la comunidad, la policía y los jueces; planes detallados para desplazar a las comunidades locales; e imágenes que documentan la vigilancia de los periodistas que investigaron las actividades de la mina.
Pero esta historia también se relaciona con el caso que en Guatemala se conoció como la alfombra mágica o la trama rusa, que involucra un posible soborno de la empresa Mayaníquel, socia de Solwy en El Estor y propiedad de la rusa TelfAg. Directivos rusos de Mayaníquel, según una investigación iniciada en 2021 y enterrada por la actual fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, entregó un soborno al presidente Giammattei.
Ni Mayaníquel ni Giammattei son los protagonistas más importantes en los documentos de Solway, pero las historias de ambas empresas rusas y los políticos de Guatemala, tanto en los despachos de la capital como en los del poder local en Izabal, están íntimamente relacionadas. Este texto se adentra en ese laberinto de corrupción.
Acto I. Los conglomerados rusos, los mineros de El Estor y el gobierno de Guatemala
Juan Francisco Sandoval está siempre pendiente de Guatemala. Vuelve en forma constante a su país a través de la pantalla de su celular. Es así porque está exiliado en un suburbio de Washington, DC desde la noche de julio de 2021 en que tuvo que huir tras denunciar que investigaba al presidente Alejandro Giammattei.
Cuando se adentra en el tema de su salida de Guatemala, Sandoval, ex jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad del Ministerio Público (FECI), deja su celular. Se dispone a hablar de la investigación que su oficina inició el 23 de junio de 2021 cuando un testigo presentó indicios de que un grupo de ciudadanos rusos y un kazajo relacionados a la empresa Mayaníquel entregaron un soborno a Giammattei. Al caso se le conoce ahora en Guatemala como la alfombra mágica o la trama rusa.
De acuerdo con el testimonio que recibió FECI, la delegación ruso-kazaja asociada a Mayaníquel llegó a Guatemala el 26 de abril de 2021 en un avión privado procedente de Bruselas, Bélgica, después de hacer escala en Punta Cana, República Dominicana. El dueño del jet es un empresario kazajo-israelí llamado Alexander Maskevich.
Tres días después, según el testigo que habló con los fiscales de FECI, los extranjeros visitaron al presidente Giammattei y le llevaron “una alfombra que estaba envuelta como caja de regalo y tenía un listón color rojo que lo amarraba, al cargar dicho paquete con otra persona, pude determinar que la misma contenía en su interior dinero en efectivo envuelto en paquetes”.
Los extranjeros que estuvieron en Guatemala también fueron atendidos por Antonio Malouf, el ministro de Economía de Giammattei y expresidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF). En el testimonio que conoció la FECI de Sandoval consta que Malouf acompaño a la delegación de rusos a Petén el 1º de mayo.
Mayaníquel es propiedad del consorcio ruso TelfAg y es dueña de la licencia minera El Sechol, en la frontera entre los departamentos de Izabal y Alta Verapaz, un sitio de extracción ubicado cerca de la comunidad Chichipate, a unos 16 kilómetros del Proyecto Fénix, como se llama a la licencia minera que manejan la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN) y Pronico para la otra compañía de capitales rusos, basada en Suiza, que se llama Solway.
Un mes después de aquella supuesta entrega de dinero, el 28 de mayo de 2021, Mayaníquel obtuvo una nueva licencia para explorar la explotación de níquel y otros metales en el sur de Izabal. La empresa había solicitado esa licencia 11 años antes, en 2010, pero el permiso llegó solo después del arribo de la delegación rusa a Guatemala en 2021.
Fue aquel expediente, dice Sandoval en Silver Spring, la ciudad vecina a Washington, DC donde ahora vive, el que motivó en buena medida que su jefa, la fiscal general Consuelo Porras, lo destituyera del puesto y le quitara todas las protecciones un mes después, el 24 de julio.
La denuncia pública de Sandoval y su exilio son solo la primera parte de la historia que involucra a los rusos y a las mineras en El Estor.
Acto II. La consolidación de una alianza criminal
La otra gran actriz de esta trama es Solway. Esta empresa, dueña de la licencia minera Fénix en El Estor, Izabal, tiene una relación comercial con Mayaníquel, cuyos representantes se supone sobornaron al presidente de Guatemala. Aunque Solway ha tratado de minimizar esa relación, decenas de documentos prueban que esta existe y es esencial para el funcionamiento de ambas empresas.
Mayaníquel vende a Solway la mena de níquel extraída de su yacimiento en Sechol, entre Izabal y Alta Verapaz, que es la materia prima que sirve para procesar el ferroníquel, el derivado que se exporta desde Guatemala. Y es Solway la que procesa el material, extrae el níquel y lo envía a Puerto Santo Tomás de Castilla para embarcarlo a mercados europeos a través de puertos en Italia, Holanda, Ucrania, entre otros, desde donde la carga se mueve a cualquiera de los 35 países en los que la empresa rusa hace negocios con el níquel guatemalteco. Por ahora, la única empresa que saca el ferroníquel es Solway, gracias a un contrato que tiene con la Empresa Porturaria Nacional (EMPORNAC) y con la privada Pahame, que maneja el puerto y a la que FECI y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) abrieron dos investigaciones por corrupción.
Pronico, una de las empresas de Solway, aceptó, a través de una carta en la que contesta varias preguntas hechas por el consorcio de medios reunido por Forbidden Stories, que hay dos tipos de relaciones con Mayaníquel: contratos por compra de mineral y contrato para la realización de análisis de la muestra de material.
Hay, en efecto, documentos que prueban esas relaciones entre Mayaníquel y Solway/CGN/Pronico. Pero también hay pruebas de otras relaciones que Pronico niega; por ejemplo, que CGN paga derechos de anclaje, carga y amarre de buques fletados por TelfAg, la empresa madre de Mayaníquel, en Santo Tomás de Castilla. En la carta de Pronico, enviada a Forbidden Stories el 25 de febrero de 2022, dicen que esa “información sobre el pago de los fletes no corresponde a la realidad”. Hay, sin embargo, pruebas de lo contrario.
El 14 de julio de 2017, por ejemplo, dos rusos firmaron un acuerdo para certificar el uso conjunto del puerto. Yuriy Berzoviskiy, uno de los gerentes de TelfAg, y Sergeri Nosachov, ejecutivo de CGN, acordaron que será esta última la que pagará a la primera el flete y uso del puerto de los buques Nautical Hilary y Chipobrok Atlantic.