Créditos: David Toro
Tiempo de lectura: 7 minutos

Por Nelton Rivera

El 30 de octubre, en la Plaza de los Mártires en el campus central de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) fue develado un memorial formado por cuatro grandes placas de metal iluminadas, con las listas de nombres calcados de 700 personas estudiantes y trabajadoras de esta institución.

Tras varios años de gestiones y trabas, finalmente el Consejo Superior Universitario (CSU) realizó este acto al que nombraron: “Memoria y reconocimiento a las víctimas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, que sufrieron graves violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado interno”.

En octubre de 2017, Marylena Bustamante, hermana de Emil Bustamante, uno de los profesionales universitarios detenidos y desaparecidos por las fuerzas de seguridad del Estado en febrero de 1982, a 35 años de ese hecho, recibió el Doctorado Honoris Causa para su hermano.  Emil sigue desaparecido y el caso continúa en la impunidad.

Durante la entrega de este reconocimiento, Marylena en su discurso realizó una denuncia y a su vez un petición: “solicito al honorable Consejo Superior Universitario (CSU), y al señor rector Estuardo Gálvez Alvarado para que intercedan ante la ONU, para que la base de datos que documenta la versión del informe de la verdad de la USAC, sobre las detenciones y asesinatos de los universitarios y que fue entregada en el período del exrector Jafeth Cabrera, sea reintegrada a esta casa de estudios. Para que sea pública la verdad de las víctimas sancarlistas…”

En ese acto, Murphy Olimpo Paiz era decano de la facultad de Ingeniería, tres años después logró elegirse como rector, el informe de la verdad de la Universidad no ha sido devuelto.

Los informes de la verdad “Guatemala Nunca Más” o Informe de la Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI), presentado dos años después de la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, por la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHAG) y el informe “Memorias del Silencio” de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), dan cuenta de unas 45 mil personas detenidas y desaparecidas durante la guerra (1960-1996).

Muchas de las víctimas fueron docentes, trabajadores y estudiantes universitarios. 

¿La Universidad sabrá con exactitud cuántas víctimas en la guerra le fueron arrebatadas?

Memorial por las y los Mártires Universitarios. Fotos Nelton Rivera, Prensa Comunitaria.

Un homenaje al secretariado de la AEU de 1984

Este acto de memoria tuvo su origen en el reclamo de justicia por todo el secretariado de la AEU desaparecidos en 1984: Rubén Amílcar Farfán, Otto René Estrada Illescas, Sergio Alvarado, Héctor Alirio Interiano Ortiz, Irma Marilú Híchos y Gustavo Adolfo Castañón.

Rubén Amílcar Farfán, conocido desde su militancia como “Vila” fue un estudiante de la Facultad de Humanidades, asesinado al resistirse a su detención, el 15 de mayo de 1984 en la zona 1. Otto René Estrada Illescas, “Palmiro”, estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas, fue detenido el mismo día que Farfán y asesinado el 1 de agosto de ese año. Carlos Ernesto Cuevas Molina, estudiante de la carrera de sociología y presidente del Comité Ejecutivo de la AEU, fue detenido el mismo día que Rubén y Otto René en la zona 1.

Sergio Leonel Alvarado Arévalo, “Otto”, estudiante de Económicas, fue de detenido por el ejército cuatro días después que el resto del secretariado.

Héctor Alirio Interiano Ortíz, estudiante de Económicas, fue detenido el 21 de mayo cerca de la universidad, seis días después de la mayoría del secretariado. Gustavo Adolfo Castañón Fuentes e Irma Marilú Híchos Ramos eran estudiantes de la facultad de economía, fueron detenidos el mismo día que Héctor Alirio cerca de la Universidad, eran dirigentes estudiantiles y miembros del grupo político FRENTE.

Sus casos aparecen en el “Dossier de la Muerte” o “Archivo Militar”, un documento del ejército de Guatemala que documentó la detención y desaparición de militantes guerrilleros entre los años 1984 y 1985, en el caso del secretariado de la AEU de 1984, habían quienes formaban parte del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT).

Tras la muerte de una parte de la dirigencia estudiantil universitaria, de l985 al 1986 no se integró el secretariado de la AEU y fue hasta 1987 cuando se eligió un nuevo secretariado, durante esos años fue la Coordinadora Estudiantil Universitaria (CEU), la encargada de la dirección del movimiento estudiantil  desde la clandestinidad.

Fue hasta 1989 que se hizo público el nuevo secretariado de la AEU durante el gobierno de Marco Vinicio Cerezo Arévalo. El 21 de agosto de ese año fueron detenidos y desaparecidos diez de los dirigentes del secretariado, nuevamente se repetía el horror, según los testimonios recogidos en el Caso Ilustrativo No. 30 “Ejecuciones arbitrarias y desapariciones de estudiantes en 1989”, del CEH, Guatemala memoria del silencio.

Foto El Periódico

Las palabras de Elizabeth Florián en la Plaza de los Mártires

Este acto tuvo su origen con la familia Cuevas Molina, exilados en Costa Rica e Inglaterra, afirma Elizabeth Florian, la familia tuvo que salir al exilio en 1984, después de la desaparición de Carlos Ernesto. Desde mayo de ese año la familia comenzó con un proceso de justicia a nivel internacional, de esa cuenta hicieron la petición de un memorial en la Universidad ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Uno de los momentos dolorosos fue cuando a la madre de Carlos Ernesto recibió la visita del rector de la USAC, Eduardo Meyer Maldonado, era la dictadura en Guatemala del general Óscar Humberto Mejía Víctores. Meyer viajó a Costa Rica para pedirle a Rosario Godoy, esposa de Carlos Ernesto y a su madre “que silenciaran sus voces y que le iban a entregar a su hijo”, Ruth Molina de Cuevas les respondió “los quiero a todos no solo a mi hijo”.

La lucha por justicia de la familia Cuevas Molina inició desde 1984 hasta el año 2011, con la firma del acuerdo de solución amistosa entre el estado de Guatemala y la Corte IDH, al día de hoy se trata de 36 años de buscar a su hijo y al resto del secretariado de la AEU del 84.

En ese acuerdo amistoso narra Florián, el Estado se comprometió a realizar la construcción de un muro de los mártires, la Usac aceptó realizarlo en base a la propuesta del diseño de la Facultad de Arquitectura. Con el paso de los años, este memorial fue encontrando barreras y trabas, hasta que seis años después se logra materializar.

Florián en su discurso responsabiliza a Jafeth Cabrera exrector y exvicepresidente del Gobierno de Jimmy Morales, como el responsable de perder de forma intencionada el informe de la verdad de la Universidad. Ana Lucía Cuevas, hermana de Carlos Ernesto siguió la transmisión de este acto desde Inglaterra, aun en el exilio.

Memorial por las y los Mártires Universitarios. Fotos Nelton Rivera, Prensa Comunitaria.

El discurso de la secretaria general de AEU

Laura Aguiar, es estudiante de sociología y actual secretaria general de AEU, frente a más de un centenar de personas que asistieron a este acto, quienes permanecieron más de dos horas debajo del sol, expresó: “hoy recordamos a donde pertenecían estas personas, nuestros mártires, personas que caminaron por esos lugares, que estuvieron en nuestras aulas, que convivieron en estos espacios, ellos fueron estudiantas y estudiantes, docentes, trabajadores y trabajadoras de esta institución…

…Desgraciadamente personas sin escrúpulos, grupos de huelga y autoridades universitarias buscan lucrar con las luchas de tantos y tantas compañeras, se atreven a pronunciar sus nombres en vano, inaugurando bustos que no reconocen las luchas que llevaron. Cuando no están ni cerca del lado correcto de la historia, cuando se han puesto del lado del opresor. 

…espero que las palabras que sucederán después de mi sean no solo promesas al aire, si no compromisos, compromisos con los estudiantes y con los mártires que han estado aquí…”

Esas palabras serian para Murphy Paíz, palabras que nunca llegaron. Desde la terraza de la Rectoría tomada por un grupo de estudiantes, se extendieron en señal de protesta dos mantas que citaban el rechazo a la privatización de la educación superior.

El rector en medio de una protesta de estudiantes develó junto a Jordán Rodas Andrade, Procurador de los Derechos Humanos cada una de las cuatro placas de metal en la plaza, al grito de “Murphy traidor” se lograba escuchar, mientras la maestra de ceremonias gritaba con más fuerza “este es martes de mártires”, el coro de la Universidad prácticamente era obligado a cantar una de las más emblemáticas canciones chilenas, el himno de la unidad popular, para silenciar los gritos de la protesta de los estudiantes.

Memorial por las y los Mártires Universitarios. Fotos Nelton Rivera, Prensa Comunitaria.
Memorial por las y los Mártires Universitarios. Fotos Nelton Rivera, Prensa Comunitaria.

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