América Latina: las periferias de Guatemala ante la desigualdad, el conservadurismo y la pandemia

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Créditos: Internet
Tiempo de lectura: 8 minutos

Por Renato Silva / Favela em Pauta (Brasil)

Desde que la pandemia llegó a nuestro continente, hemos enfatizado que tantos grupos de comunicadores y activistas periféricos de las cinco regiones de Brasil han trabajado y trabajan de diferentes maneras, buscando en la solidaridad y el esfuerzo conjunto un medio para tomar acciones prácticas sobre cómo tratar sus territorios con covid-19 y también tratar de mitigar los efectos económicos provocados por el aislamiento social. Pero pensar que esta realidad se vive solo en Brasil puede ser un error. Es necesario “mirar a los lados” e identificar cuán similar es la lucha periférica y popular que se está dando en tantos lugares de América Latina, como en Guatemala, durante una crisis global que arroja luz y hace cada vez más clara la desigualdad que impone el modelo de la sociedad se vendió a altos costos en nuestro continente durante siglos.

Y si mirás la historia de Guatemala, puedes ver que las similitudes no se detienen tan rápido. El país pasó por un proceso llamado por muchos golpe de Estado en 1954 que desató una guerra civil. Un proceso muy apoyado por el discurso de la guerra contra el comunismo, exportado por Estados Unidos a varios países durante la Guerra Fría. Lo que ya sería muy común si recuerdas la historia reciente de Brasil.

Sin embargo, desde 1954 hasta la actualidad, el comediante y expresidente Jimmy Morales fue civil y no militar que ocupó la presidencia en el país centroamericano. En 2020, Morales fue sucedido por el ex bombero, exdirector del Sistema Penitenciario de Guatemala y político conservador, Alejandro Giammatei quien ganó las elecciones de 2019 con un discurso a favor de la pena de muerte en el combate a las pandillas, ofreciendo a estos grupos tratamiento de terroristas.

El portal de noticias guatemalteco Soy502 dedicó al presidente electo una producción que relata su trayectoria de servidor público a preso, con una historia que involucra la muerte de 7 internos en la cárcel de Pavón en 2006. El sitio web destaca que luego de la repercusión, Giammatei no falleció al ser aclamado por la parte conservadora de la población. Un apoyo que lo motivó a seguir intentando llegar a la presidencia una y otra vez hasta las elecciones de 2019. Se dice que el presidente guatemalteco es impulsivo y tiene un temperamento “volcánico”. Historias familiares, ¿verdad?

Desigualdad social en Guatemala

Para dar el tono del tamaño del origen conservador que reflexiona sobre la desigualdad social en Guatemala y para tratar los hechos y la información de manera más humana, Favela em Pauta conversó con el periodista Nelton Rivera. Nelton es miembro del portal Prensa Comunitaria, que aborda temas como el periodismo comunitario, indígena, artístico y feminista. Sobre la situación de las periferias frente a la acción del Estado y la situación vivida en 2020, el periodista señala que es importante recordar la historia del país. “Guatemala hoy tiene niveles muy altos de pobreza y miseria. Especialmente en las periferias de la capital Ciudad de Guatemala, que concentran gran parte de la población debido a la migración forzada por la represión del Estado, durante el período de dictadura entre 1954 y 1996”.

En cuanto a los altos niveles de pobreza mencionados, uno de los que muestra el tamaño de la desigualdad social en el país es el Índice de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2017. El estudio lleva a Guatemala al puesto 127 — clasificado en 0,650 — un índice considerado de desarrollo medio. En el mismo ranking, Brasil forma parte del grupo considerado de alto desarrollo — con 0,759 -, en el puesto 79.

Según la plataforma IBGE Países, Guatemala tiene hoy cerca de 17,5 millones de habitantes, de los cuales al menos el 48% vive en regiones rurales. Además de ser un país donde casi la mitad vive en grandes áreas periféricas alejadas de los centros urbanos, una gran parte de la población urbana vive en áreas de riesgo cercanas a las laderas de los ríos, en condiciones de vivienda y acceso a derechos completamente inadecuados.

En el Informe sobre Desarrollo Humano publicado en 2019 publicado en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la ONU trata la relación entre desigualdad social y violencia como el círculo vicioso más cruel en los países con el índice de desarrollo humano más bajo. “Se cometen más homicidios en países con mayor desigualdad, en todas las categorías del desarrollo humano. La desigualdad explica casi un tercio de la variación global en las tasas de homicidio”, dice la organización en el documento.

Asimismo, Rivera trata de resaltar la desigualdad en la capital del país cuando dice que en las periferias lidian con poca inversión en temas sociales básicos como agua potable, infraestructura, saneamiento, tratamiento de aguas residuales, pavimentación y alumbrado público. Si bien la mayor parte de la inversión se dirige al manejo de las principales áreas de clase media y alta, o donde el turismo es la mayor actividad económica y también donde se encuentran las grandes cadenas hoteleras de Guatemala.

“En los últimos 15 o 20 años, al menos, se impuso una oligarquía, cuya imagen más representativa era el expresidente Álvaro Arzú, quien firmó los Acuerdos de Paz en el 96, pero luego se convirtió en líder, o cacique a nivel municipal, y tenía control (de la política local) hasta su muerte hace unos años. En el departamento de Guatemala, como en muchas ciudades y especialmente en las zonas urbanas, existen serios problemas por la falta de acceso al agua potable y estas autoridades han intervenido muy poco para resolver estos problemas, que son bastante graves”.

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En octubre de 2015, un deslizamiento de tierra dejó alrededor de 600 personas desaparecidas luego de que 125 viviendas fueran enterradas en Santa Catarina Pinula, en las afueras del Departamento de Guatemala. Foto: Conred — Guatemala.

Otro problema grave para el país está en la prevención de desastres naturales, ya que la mayoría de la población periférica de los centros urbanos vive en las laderas de los ríos, lugares de alto riesgo y sin inversión pública, como recuerda el periodista. “Es precisamente en las laderas de los ríos donde se ubican los asentamientos. Viven en áreas con alto riesgo de deslizamientos de tierra. Guatemala es un país que sufre mucho por esto, también es un país muy sísmico, pero tiene mucho que ver la ubicación de los asentamientos, que es de alto riesgo. Y eso va de la mano con la falta de alumbrado público, la falta de infraestructura”.

Oligarquía conservadora

En Guatemala, el fin de la dictadura es aún más reciente. El país tenía un acuerdo de paz firmado en 1996, pero no rompió con el sistema político que opera bajo la estructura presidencial local. Respecto a lo que él llama la oligarquía guatemalteca, el periodista Nelton Rivera trata al país como un estado cooptado por una élite económica atrasada y reaccionaria. Una oligarquía que sigue manteniendo el control político del estado, pero también una capital emergente que estuvo ligada a los militares, que negociaron con él durante la guerra. “Ahora son ellos los que tienen comunión entre el capital emergente, el capital tradicional, la oligarquía, el sector empresarial, los nuevos ricos en crimen organizado y la mayor presencia del narcotráfico en las funciones de gobiernos departamentales, alcaldes de las ciudades, financiamiento de partidos políticos, diputados en el Congreso de la República e incluso en la directiva del Congreso de la República el año pasado”, dice Rivera.

Para encontrar vínculos entre el narcotráfico y la política en Guatemala, no es necesario retroceder demasiado. En vísperas de las elecciones de 2019, el alcalde y candidato a la reelección de la ciudad guatemalteca de Nueva Concepción, Otoniel Lima, de 58 años, tuvo su solicitud revocada por el Tribunal Supremo Electoral TSE del país, 6 meses después de ser acusado de participación en narcotráfico y lavado de dinero para los cárteles que envían drogas a los Estados Unidos. El sitio web Notimérica publicó un artículo en junio de 2019, titulado “Narcotráfico y política, la conexión que manchó las elecciones en Guatemala”. El texto trae la situación del alcalde y otros que denotan la magnitud de este vínculo entre la política y el narcotráfico en el país.

Pandemia en las periferias guatemaltecas

Según datos oficiales, Guatemala presentó poco más de 109 mil casos y 3.752 muertes por covid-19. Número impugnado por el periodismo de Prensa Comunitária, que habla de 198 mil casos e igual número de muertes por la enfermedad. En el país, el problema es la forma en que el gobierno local ha tratado la pandemia, sin recursos disponibles para aumentar las pruebas diarias en el país.

Además de las pruebas, el gobierno también cambió al ministro de Salud, Hugo Monroy, ya otros cuatro viceministros en junio de este año. El motivo del intercambio fue la “renovación del equipo” por delante de Salud por “agotamiento físico y mental”, según informó el presidente Giammattei en un video difundido por el Gobierno. Sin embargo, las repercusiones marcaron la pauta para la salida forzada por las críticas dirigidas a la respuesta del gobierno a la pandemia bajo la gestión de Monroy al frente de la cartera de salud.

Para las periferias, la situación fue diferente frente a la pandemia, según informó Nelton Rivera. En Guatemala, el tratamiento de 15 días en hospitales privados del país cuesta el equivalente a 360 mil reales. “Es uno de los países de América Latina donde los medicamentos son cuatro veces más caros que los mercados de otros países. Un caso de covid en un hospital privado de Guatemala puede costar 500.000 quetzales. Solo por el cuidado de más o menos 15 días que están dando a los pacientes. Y hay pacientes que pueden tardar mucho más en recuperarse”.

Además, el periodista señala que el gobierno del país dejó a los ayuntamientos y a la población a su suerte. Así, lo que impidió un agravamiento de la crisis fue la actuación de algunos alcaldes y principalmente líderes indígenas, ancestrales y líderes comunitarios, quienes a través de la organización popular permitieron a la población tomar medidas para prevenir y contener el contagio del covid-19. “Aquí en la salud comunitaria de los pueblos indígenas, la salud ancestral ha jugado un papel fundamental para las parteras, promotoras de la salud indígena, guías espirituales, guías que tienen conocimiento de la medicina natural de diferentes plantas fueron quienes jugaron un papel de primera línea durante el pandemia”.

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Municipio guatemalteco advierte a población sobre Covid-19 | Foto: Johan Ordonez / AFP / CP

Para los medios independientes y comunitarios, en el caso del portal Prensa Comunitaria, Rivera dice que el trabajo se hizo inicialmente a través de mucha investigación sobre el virus, el uso de recursos públicos y la actividad de los hospitales públicos a nivel nacional para reportar lo sucedido y todavía sucede durante la crisis. “Hemos trabajado mucho para poder reflejar lo que está sucediendo en todos los territorios a nivel nacional, pero también principalmente donde se ubica el sistema público de salud, especialmente en la capital”.

Ante este escenario, el ejercicio de medios de comunicación independientes y comunitarios en suelo guatemalteco se vuelve cada vez más importante, aunque peligroso en la misma proporción. Muchos periodistas corren el riesgo de simplemente hacer su trabajo en áreas periféricas dominadas por los intereses de las grandes empresas, como dice Rivera. “Amenazas, intimidación de agresiones físicas o asesinatos de locutores comunitarios o periodistas comunitarios e indígenas. La presencia de empresas en los territorios, por lo tanto, ha atraído la implementación de mega proyectos basados ​​en el uso de la violencia y la corrupción para funcionar y, por lo tanto, la labor de los periodistas se mantiene en constante asedio, en permanente violación de derechos y bajo riesgo de cualquier cosa”.

Sin embargo, Nelton Rivera considera que hay un gran avance en la comunicación independiente, en la pandemia las personas están entendiendo que ellos mismos pueden ser quienes realicen la comunicación alternativa. “Somos un instrumento, en muchos territorios son las personas, son los movimientos, las autoridades comunitarias las que deciden comunicarse. Por lo tanto, deciden investigar, documentar e informar. De esta forma se intercambian experiencias, así como la toma de decisiones y la movilización en base a todo lo que gira en torno a la comunicación alternativa. Las personas se ven reflejadas como los principales actores del periodismo. Y para disputar las narrativas hegemónicas que ha tenido el periodismo tradicional durante siglos. Y en Guatemala, este es uno de los mayores desafíos”.

Texto publicado originalmente en: https://favelaempauta.com/periferias-guatemala-pandemia/

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