Por Nelton Rivera
Un pequeño grupo de guatemaltecos y una guatemalteca llegaron la mañana del viernes 28 de agosto a la sede de la Embajada de la República de Cuba en Guatemala. En una pared frontal de ladrillo se registra la dirección 20-72, seguida de una placa con el escudo nacional cubano, en una de las casas ubicadas frente a la Avenida Las Américas en la zona 14 de la ciudad capital.
Son las 11:30 de la mañana, el cónsul Jesús Delgado Labañino los recibe y dirige a una de las salas en el interior de la embajada. El cónsul recibió una carta de respaldo a la Brigada Médico Cubana “Henry Reeve” y un ofrecimiento como voluntarios para las pruebas de la vacuna cubana Soberana 01 contra la covid-19, carta que recibió de manos de Miguel Ángel Sandoval, escritor y sociólogo; Alba Estela Maldonado, “Lola” comandante del Ejército Guerrillero de los Pobres EGP; y Factor Méndez Doninelli profesor e investigador.
“En medio de la pandemia que azota al mundo entero, un grupo de ciudadanos guatemaltecos expresamos nuestra disposición de ser voluntarios en las pruebas para aprobar el protocolo de la vacuna contra el covid-19 denominada “Soberana”.” Afirma la carta.
La ministra de salud, María Amelia Flores unas horas antes en una entrevista a través de una radio comercial se retractaría sobre sus propias declaraciones hechas el día 26 de agosto en la misma sintonía de las acusaciones del diputado Felipe Alejos Lorenzana, quien pidió expulsar a la Brigada Medico Cubana de país.
La Hora publicó parte de las declaraciones de la ministra esta mañana “La posición del Gobierno no es expulsar a la brigada cubana, en ningún momento se mencionó esa aberración, yo mencioné que estamos en el Ministerio revisando presupuesto, eso no equivale a la sanción de los médicos cubanos”, expresó Flores.
Sandoval, Maldonado y Méndez agradecieron el trabajo de las y los médicos cubanos a lo largo de los 22 años de presencia de la Brigada Médica Cubana trabajando en el país, recordaron también los miles de guatemaltecos y guatemaltecas que fueron atendidas en la Operación Milagro, quienes fueron alfabetizadas también con el programa “Yo sí puedo” y los miles de profesionales de la medicina formados en la Escuela Latinoamericana de Medicina ELAM y otras carreras universitarias en Cuba.
De forma simultanea en la zona 1 de la ciudad en una citación con el diputado Aldo Dávila del partido Wianq, la ministra se retractó de lo dicho sobre los médicos cubanos:
“A mí me preocupa que la interpretación que se le da a los comentarios es el inadecuado, desafortunadamente a mí me entrevistaron cuando acababan de pasar una iniciativa en la mañana y yo ni enterada estaba y entre todas las preguntas, me dicen y usted qué opina sobre lo que está haciendo un diputado?…
En la noche me llamaba gente diciendo, ¿porque estás diciendo que los médicos cubanos se van? En ningún momento, sería terrible para nosotros que la Brigada Cubana se fuera, mucho menos en este momento.
Son aproximadamente unos 442 médicos especializados, hay mucho personal médico y paramédico, no son cualquier personal, es personal especializado que no le importe irse a las comunidades y que colaboran con muchísimas ganas algo que no lo hacen nuestros propios profesionales.
Con los anestesiólogos tenemos muchísimos problemas porque en los lugares más lejanos son los anestesiólogos cubanos los que se encuentran y no tenemos anestesiólogos que se quieran ir a la Tinta, Fray, a ningún lugar. Ellos nos fortalecen con eso, también hay un grupo muy profesionalizado de oftalmólogos que están trabajando en diferentes lugares en cooperación y son altruistas, sin costo, ese es el objetivo de esos hospitales para oftalmología. No hay ninguna intención.” Afirmó la ministra.
Lola recordó los años de la guerra mientras estuvo en Cuba, “recuerdo a Vilma, con mucha gratitud por su apoyo a las mujeres de todo el mundo. Conocimos como URNG a la primara brigada médica con el Mitch. Nos sentimos muy comprometidos la revolución cubana, de respaldar sus logros y agradecer por las miles de vidas que han salvado de este pueblo.” También recordó que los tres formaron parte de Frente Unido del Estudiantado Guatemalteco (FUEGO), siendo bastante jóvenes y que fue el camino por la revolución guatemalteca la que los llevo a tener contacto con la cubana desde 1960.