Por Patricia Cortez Bendfelt
Cada vez veo más gente negando la existencia del virus, diciendo que “igual todos nos vamos a infectar” diciendo que equis ye o zeta “medicamento mágico” los “cura inmediatamente” haciendo caso a cualquier bulo que leen, que si “hay que arralar la sangre” o que “hay que tomar antibioticos”.
hace una semana me invitaron para conversar con una joven que se curó del COVID, pero que continúa con molestias severas y que aún no termina de recuperarse bien.
así que les comparto un “dialogo imaginario” sobre enfermedades virales
-Buena tarde don José, ¿como está?
-aquí bien aburrido seño, con eso de la “cuarentena” ni trabajar nos dejan, para mi que esa tal enfermedad ni existe, solo es para que nos quedemos sin trabajo o para vendernos vacunas y medicina cara.
Viera que me mandaron por internet un video que dice que es una enfermedad que crearon los chinos para acabar con los gringos y que se cura con aspirinas y jugo de limón.
-ay Don José, usted tan incrédulo, pero mire:
¿se acuerda del dengue?
¿usted cree que existe el dengue?
-claro que lo creo seño, me dio a mi, a mi hijo el mayor y a mi hermana que vive en Salamá, fea esa enfermedad.
-¿cree que el dengue es peligroso?
-pues mire seño, a mi me dio así regular, unos dolores de cuerpo y mareos, y la calentura que hasta dicen que andaba viendo cosas, luego el roncherío, como picaba el cuerpo.
pero hay un señor que conozco para el que estuvieron pidiendo sangre porque casi se muere, le pusieron como 8 transfusiones y de milagro está vivo.
-¿a todos les dio dengue así de fuerte?
-no, que va, al chofer de la camioneta dice que cuando le dió solo se tomó un par de tragos y un día le duró la fiebre, y le salieron unas cuantas ronchas en el pecho, pero rapidito se curó. Mi mujer dice que no le dio nada, pero yo vi que un día le salieron esas ronchas pero no se quejó ni nada.
-entonces, don José, ¿existe el dengue? ¿es peligroso? ¿uno sabe cuando el dengue lo puede matar?
-pues a saber seño, una niña que se murió en la aldea la enfermera les dijo que fue porque le dieron aspirina antes y entonces la enfermedad le agarró peor, pero seño: ¿que tiene que ver el dengue con el COVID?
-pues vea don José, el dengue, así como el COVID, es una enfermedad viral. cuando recién apareció el dengue en Guatemala fueron muchos los muertos, precisamente en salamá hubo bastantes. es dificil saber quien se va a enfermar de gravedad y quien ni siquiera va a sentir la enfermedad, incluso puede haber asintomáticos, así como dice que su esposa no sintió nada, también en eso se parece al COVID.
El dengue lo transmite un zancudo, o sea, el zancudo pica a alguien que tiene dengue y ya se lleva la enfermedad a otra persona y para prevenirlo uno tiene que usar repelente, evitar que le piquen los zancudos, dormir con pabellón, limpiar la casa y evitar los criaderos de zancudos. Es más fácil evitar el dengue porque el zancudo es bien fácil de ver y de matar o evitar que lo pique a uno, en el COVID quien “transmite” la enfermedad es el aire. hagamos de caso que en lugar de zancudo hay miles de gotitas de saliva que yo estaría echándole en la cara si no tuviera la mascarilla o estuviera demasiado cerca de usted, pero además, el virus “se queda un rato” en mis manos cuando me toco la boca o estornudo y yo puedo pasar dejando mi saliva en las cosas que toco.
El asunto es que ¿a cuantas personas puede picar un zancudo en una noche? pues a las que duermen juntas, tal vez. ¿y mi saliva? si voy hablando por teléfono en la calle, si toco el pasamanos de la escalera, si estornudo o toso, voy dejando regada mi saliva y entonces: miles se pueden enfermar solo porque fui dejando regada mi saliva.
igual que en el dengue, que si existe, nadie puede saber si le va a tocar enfermarse “suave” o si va a terminar en el hospital. por eso es mejor que todos tengamos cuidado.
¿ahora si me cree que existe?
-pues tal vez seño, pero hasta que no me toque…-pues si don José, lamentablemente muchos piensan como usted y cuando llegue el muerto en la familia se pondrán a pensar “por qué no hice algo antes”
-ay no seño, usted me está deseando el mal.
-no don José, pero yo ya le expliqué, solo hágame el favor de no tomar medicinas que no conoce, esperemos que no seamos los favorecidos en la lotería y nos toque la enfermedad grave.