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Gobierno Plurinacional: En el marco de la vigencia del estado de calamidad

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Créditos: Gobierno plurinacional
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

A la población del territorio Q’anjob’al, en el marco de la vigencia del estado de calamidad decretada por el gobierno de Guatemala. Hace saber:

1.El VIRUS que provoca la enfermedad, denominada corona virus — COVID 19 de acuerdo a información científica ha existido en la vida, pero que hoy por la viralidad, se ha convertido en peligroso para la vida humana, llegando a ser declarado PANDEMIA por la OMS. Esa peligrosidad se debe a su transformación, bien sea como efecto del cambio climático o, la manipulación intencionada de su estado natural por la acción humana.

2. En países como Guatemala, los riesgos son aún mayores, no sólo por los altos índices desnutrición crónica derivados de la pobreza general y pobreza extrema en que se encuentra la población sino también por un Sistema de Salud precario y extremadamente excluyente.

3. El Estado de Calamidad Pública decretada por el Organismo Ejecutivo, para intentar contrarrestar los efectos del COVID 19, es prudente, sin embargo los sucesivos acuerdos gubernativos, si bien es cierto que pueden ser medidas que contengan la expansión del virus, en su aplicación, se denota mayor inclinación a favorecer a las grandes empresas en detrimento de las micro, pequeñas y medianos empresarios; ignorando por completo a los vendedores llamados informales, a los de a pie que el esfuerzo diario, sustentan a la familia.

4. El plan de reactivación económica que el Presidente de la República presentó al Congreso de la República, no tiene coherencia con la situación actual, porque responde a una situación de aparente normalidad y no de Calamidad Pública. No responde a la situación de salud de la población en general, principalmente la población rural, ni plantean soluciones a la agudización del hambre y la miseria derivado de la restricción al trabajo informal, sólo para señalar algunas falencias.

5. Las evidentes deficiencias en el sistema de salud siguen sin formar parte en la agenda de trabajo del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. Los Centros de Acopio, Puestos y Centros de Salud, siguen operando en las peores condiciones.

6. La inexistencia de una política de desarrollo rural así como de una estrategia de desarrollo económico en beneficio de la mayoría de la población, aumenta los riesgos y vulnerabilidad a la mayoría de la población guatemalteca, particularmente los pueblos indígenas.

ANTE TALES CIRCUNSTANCIAS PEDIMOS:

1.Al presidente de la república, a establecer con responsabilidad los criterios de salud y seguridad pública, respetando los valores de la vida entendidos desde los distintos pueblos y nacionalidades originarias del país, cuyos aportes pueden ser fundamentales para superar esta crisis.

2. Al Organismo Ejecutivo a que se inviertan los recursos necesario para la adquisición de medicamentos que se han empezado a usar, en especial el INTERFERON 2B producido por Cuba, en el marco de la cooperación y las relaciones diplomáticas que existe entre ambos países.

3. Al congreso de la República, a no aprovecharse del Estado de Calamidad Pública para la aprobación de leyes regresivas en Materia de Derechos Humanos y contrarias a los Estados Democráticos de Derecho.

4. Al Organismo Judicial, estar atentos para detener aquellas acciones que atenten en contra de los derechos de los guatemaltecos, especialmente los derechos colectivos de los pueblos indígenas, en el marco de la jurisprudencia nacional e internacional.

5. A los Alcaldes y sus corporaciones municipales, a establecer la mayor coordinación con las autoridades propias de los pueblos y nacionalidades originarias Maya, Garífuna y Xinka de nuestros territorios; teniendo en cuenta que estos pueblos cuentan con una sabiduría milenaria para superar y restablecer la armonía de la vida en situaciones difíciles.

6. A la población de nuestras naciones originarias Maya Chuj, Maya Akateka, Maya Q’anjob’al y Maya Popti’, a no perder el verdadero sentido de la vida, extremando las medidas de protección individual, familiar, comunal y territorial utilizando la sabiduría milenaria, para resurgir en plenitud en medio de esta calamidad mundial; NO permitir que el pánico domine nuestra paciencia e incurrir en desordenes innecesarios.

7. Hoy más que nunca debemos de retornar a nuestras raíces milenarias y ancestrales, a sembrar y usar la medicina ancestral, a sembrar y consumir la producción local, a fortalecer la convivencia colectiva que se traduce en la solidaridad.

8. Finalmente, el COVID-19 es por supuesto de alta peligrosidad para la vida del ser humano, en consecuencia se requiere tomar todas las medidas se seguridad, para evitar su contagio y propagación. Sin embargo la pandemia del miedo y pánico es mucho más peligroso.

Jun Mulu (23–03–2020)

Con nuestra disciplina colectiva en función de la vida, La Madre Tierra desde su ternura sabrá restablecer la armonía entre sus hijas/os.

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