Por Asociación de Mujeres Aq’ab’al
Lagrimas ocultas, vacío en la mirada, dolor en el corazón, confusión del camino a tomar, preocupación, cansancio. Estas son algunas de las manifestaciones físicas y psicológicas que se observan en las niñas y mujeres, que sostienen una desgarradora situación en el municipio de Santa Cruz Barillas, Huehuetenango. Algunas se encuentran en comunidades lejanas, ellas trabajan para sobrevivir a las situaciones de la vida.
Algunas niñas crecieron con alguien a cargo, con familiares comprometidos para que sus hijos e hijas vivan de la mejor manera. Esas niñas que miraban el amanecer, sin conocer la responsabilidad o las necesidades, inocentes obedecían los mandatos que les daban. En otros casos las circunstancias económicas hacen que el papá tenga que alejarse de su familia por algún tiempo, quedando a cargo la mamá. Las niñas empiezan a descubrir lo maravilloso de la vida, inician a explorar sus sueños, a conocer su cuerpo.
Los familiares de las niñas cuyas vidas fueron arrebatadas en la aldea Xoxlac en el municipio de Barillas el 24 de enero de 2020, están en críticas condiciones. Sus vidas ahora son vulnerables, ya que cualquier persona se aprovechará o los mismos criminales pueden vengarse, las autoridades guatemaltecas tienen que atender estos casos de urgencia, no sólo las necesidades de infraestructura son de urgencia. El trato para los familiares debe ser humano para no afectarlas psicológicamente.
Desde lejos apenas se puede describir la debilidad y fragilidad de un abuelo, de una abuela, de una tía, de los hermanitos, por la desaparición de las niñas, su mamá y la abuela; las niñas como se menciona en el párrafo anterior, fueron obedientes. Se encontraban en actividades en pro del desarrollo familiar, pero las alcanzó la muerte nefasta.
Nos preguntamos ¿por qué se utiliza el cuerpo de las mujeres? y lo más doloroso, ¿por qué el cuerpo de las niñas para satisfacer a personas malvadas?, ¿por qué tienen que utilizar el cuerpo de una niña torturándola hasta verla sin vida? Si es una cuestión económica, un medio para cobrar vidas, o es la desfachatez de no trabajar, de vivir a costa de la tortura de otras personas. Juzgue usted…
Las niñas y las mujeres no son objeto de tortura para nadie, no son mercancía para tratarlas, no son culpables del coraje de alguien solo porque ve una familia desarrollada. Las niñas no deben pagar las culpas de otras personas, las niñas y mujeres no son fábricas de órganos para vender. Cada persona debe resolver su vida y no con el cuerpo de las niñas, su derecho era decidir por su propio camino.
Hago un llamado a la población ante cualquier tipo de situación que pone en riesgo la vida de la niñez y de personas de cualquier edad, se debe hacer la denuncia respectiva. También pido a las autoridades guatemaltecas que cesen los negocios de trata de personas. Esperamos que no estén involucrados dentro de estos procesos criminales que ponen en riesgo la vida de la población barillense y guatemalteca.
En el pueblo barillense debe prevalecer la armonía, la paz, la tranquilidad sobre todo el amor consigo mismo y con los demás.