Por Miguel Angel Sandoval
“Para hacer estas cochinadas es que se aliaron para expulsar a la Cicig”
Desde hace algunos años sabíamos que el mecanismo de las comisiones de postulación para los magistrados no servía. Los vicios realmente son demasiados. Uno de ellos es la fundación de universidades de garaje con la carrera de derecho inexistente. No obstante ello, el rector de la misma es miembro de pleno derecho de la postuladora. Es la estafa académica.
Luego los delegados por cada sector. El de abogados, que en los últimos años tuvo en el rey del tenis a su mejor operador. Y así sucesivamente. Sin olvidar a los operadores del PP y de Líder. Incluso la UNE. Hoy todo reventó con la captura de Gustavo Alejos. Capaz de conseguir de un donante unos 40 millones de acuerdo con un audio de hace algunos meses.
Sin embargo, hoy sabemos que tiene a todos los diputados pegados a su refrigeradora, en donde los vinos y otros licores esperan por los invitados, entre los cuales, diputados, ex rectores, operadores políticos, uno que otro fiscal o ex fiscal, uno que otro magistrado o juez. En dos platos, desde la cocina de Gustavito se estaba fraguando la elección de los nuevos magistrados. ¡Qué horror!
Lo grave del asunto es que los diputados de los distintos partidos representados en el congreso, están obligados a votar por una lista preparada, entre trago y trago con boquitas de filete mignón, en la cocina de Gustavito. Es un golpe de gracia al método de las postuladoras: no sirven de nada.
Pero igual los diputados de esta legislatura: mientras no actúen de forma franca, directa e inapelable en contra del mecanismo, son cómplices de algo más que de un cohecho. Es la estafa total a la democracia a la chapina. Uno de los pilares de una democracia es la justicia independiente, así como otro lo constituye el poder legislativo que actúa como representante de la voluntad ciudadana.
Pues bien, esta norma rectora de la democracia liberal o representativa, ha sido echada al tonel de la basura por las transas de Gustavito y sus cómplices, incluida en esto Sandra Torres. No nos hagamos los mensos.
Es la mayor estafa que se comete en contra de la democracia. En dos platos, todo se fue a la mierda con lo actuado por el delincuente de cuello blanco Gustavito. Quien no lo quiera ver y entender así es por su ceguera o sus intereses. No hay alternativa.
Para hacer estas cochinadas es que se aliaron para expulsar a la Cicig. Por suerte la FECI ha puesto sobre la mesa nacional el apestoso tema. En buena hora. Y por ello mi calurosa felicitación al fiscal que encabeza ese último reducto de la lucha contra la impunidad. La fiscal dormilona esta interpelada.
Los diputados deberán hacer gala de lo que tienen escondido de vergüenza. Los jueces y magistrados dignos deberían hacerlo saber. No pueden quedar indiferentes y mudos ante el cataclismo en la justicia que estamos observando. El estado de derecho fue mandado al carajo. Así de fácil, así de obvio.
Ante ello queda por saber si la ciudadanía guatemalteca está interesada en movilizarse por una revolución ciudadana por la justicia y el estado de derecho. O si por el contrario, puede aceptar que le sigan sobando la cara una y otra vez.
Estamos pendientes.