Por David Toro
El estado de prevención que Alejandro Giammattei decretó en Mixco y San Juan Sacatepéquez el 17 de enero finalizó este jueves, el saldo fueron 31 capturas, sin especificar los delitos, más de 300 denuncias telefónicas contra pandillas y con la promesa de potenciar nuevas medidas militares en otras partes del país.
Cuestionados por periodistas luego de la implementación de el estado de prevención en San Juan Sacatepéquez y Mixco, Gendri Reyes, viceministro de seguridad; y Ervín Mayen, director interino de la Policía Nacional Civil (PNC), presentaron los resultados de la medida, este jueves 23 de enero.
Durante la conferencia de prensa en el Palacio Nacional de la Cultura, se les preguntó si la medida militar en San Juan tenía relación con la imposición de proyectos extractivos, las autoridades rechazaron que se esté tratando de militarizar los territorios y que “no regresará la represión”. Mayen agregó: “la gente está feliz con la presencia del Estado” y se justificó diciendo que San Juan era foco de pandillas que operan en Mixco por su cercanía.
El director de la PNC aseguró que, durante los seis días que duró el estado de prevención, se desarrollaron 776 operativos, logrando 31 capturas, la mayoría relacionadas a extorciones y otros delitos no detallados. El viceministro Reyes aseguró que esta es la primera medida del plan de seguridad del nuevo gobierno y que pronto se ejecutará la segunda fase en otras partes del país.
Giammattei inició su gobierno poniendo en marcha un estado de prevención, basado en la ley de orden público. Normativa que fue motivo de discución durante 2019 cuando el ex presidente Morales la utilizó para declarar un estado de sitio en el norte de Guatemala, porque no ha sido actualizada y sus artículos son contradicen los derechos humanos.
¿Los pandilleros pueden ser catalogados como terroristas?
La primera acción de Giammattei se enfocó en luchar contra las pandillas, el medio fue el estado de prevención, acto que corresponde con su primer discurso presidencial del 14 de enero, cuando prometió que impulsaría una iniciativa para declarar como grupos terroristas a las pandillas.
Recientemente en el medio digital Plaza Publica el politólogo guatemalteco Carlos Mendoza y miembro de la asociación civil Diálogos, cuestionó el plan de seguridad de Giammattei, “regresar a la política antimaras o peor aún a la contrainsurgencia únicamente nos dejará pérdidas humanas y materiales”, resaltó Mendoza.
Además el experto indicó que las pandillas guatemaltecas son grupos de crimen organizado pero no pueden ser catalogados como terroristas porque no cumplen con el segundo requisito que establece la agencia de Naciones Unidas Especializada en Narcotráfico y otros Delitos (ONUDD). Para tener está categorización, dice el organismo, los actos delictivos tendrían como fin causar miedo en la población y obtener poder político y territorial, pero la lógica de estos grupos “aunque el sicariato y la extorsión provocan miedo en la población solo son un instrumento para un fin económico”, añadió Mendoza.