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Modelo Incluyente de Salud una propuesta esperanzadora y vigente de atención pública

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Créditos: Simone Dalmaso
Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Andina Ayala

El Instituto de Salud Incluyente (ISIS) intenciona que el modelo de salud vuelva a ser incorporado como política pública dentro del Ministerio de Salud.

El 4 de diciembre de 2019, en el edificio Reforma 10, donde se ubica la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) miembros del ISIS presentaron los resultados de la investigación al Modelo Incluyente de Salud (MIS) de 2013 a 2017 en los municipios Cuilco (Huehuetenango), Cubulco (Baja Verapaz), Guineales (Sololá) y Rabinal (Baja Verapaz). El proyecto inició en 2013 con niños de 2 años de edad, con riesgo de desnutrición crónica

El análisis fue presentado por los autores Ivonne Solórzano Castillo, Jesús Bulux Hernández, acompañados  del médico Juan Carlos Verdugo, investigador de ISIS.

Bulux, uno de los autores del estudio, explicó que “para erradicar la desnutrición se requiere de atención como la lactancia materna exclusiva y medidas que se indican en el programa de ventana de los 1,000 días, pero el MIS fue más allá. Lo novedoso es que se hizo con la participación de la comunidad, las autoridades locales, y de actores de oficiales en salud. El MIS reforzó el tema de cuidado de salud en 4 distritos, y trató temas de saneamiento ambiental, de consejería y visitas domiciliarias”.

Foto: Andina Ayala

Según expuso la investigadora de ISIS, Ivonne Solórzano, el MIS proveyó atención personalizada desde los puestos de salud. “La acción del modelo que más impacto tuvo fue la consejería“. Esta debe entenderse como el seguimiento, visitas constantes, monitoreo de medicamentos etc. “Es un modelo de atención integral, no se atiende exclusivamente por el motivo que llegaron sino, que se exploran otras posibles causas del problema, esto incluye a la persona, su familia o incluso la comunidad”, agregó.

La consejería consiste en orientar a las familias en temas de lactancia, buena alimentación, buena ingene, consumo de agua tratada. Dependiendo de lo que el personal de salud identifique que necesita la familia. La consejería constante y conitua permite un cambio de hábitos, es lo que hace la diferencia de otros programas. Todas las acciones tienen una lógica de larga duración, el personal es del ministerio de salud, con presencia permanente.

El modelo cuenta con un Sistema de Información (SIMIS), que permite que el personal del ministerio de salud, acceda a un croquis y ubique los casos que necesitan seguimiento, y programar sus visitas a las familias. Esto tamién ha cambiado la percepción de la población hacia el servicio público y que el personal conciba la salud como derecho que tienen las personas y a proveer la atención de calidad.

Datos interesantes de la desnutrición crónica

Según la UNICEF, en Guatemala 49.8% de los niños padece de desnutrición crónica y el índice de mortalidad infantil es de 34% poniendo al país en el primer lugar en América Latina y el sexto en el mundo respectivamente.

Según los descubrimientos del MIS, las causas estructurales, económicas y políticas son determinantes para abordar el tema. Entre las cuasas sociales identifcaron que el machismo, reconocido en la falta de autonomía de la mujer, tiende a estar muy vinculado con la desnutrición crónica de los niños porque las mujeres no tienen el poder de administrar el dinero o en las compras, tampoco pueden decidir sobre el número de hijos que desean tener, entre otras cosas que se reflejan en la desnutrición infantil. 

El Modelo de Salud que atentó contra prebendas de las ONGS

A inicios de la década de 1990, las políticas públicas de salud sufrieron cambios radicales, en el gobierno de Arzú, se implementó el Programa de Extensión de Cobertura (PEC) de atención a la salud en el primer nivel, pero fueron proyectos administrados por organizaciones no gubernamentales (ONGS) con lánguidos resultados.

Según una entrevista del medio Plaza Pública a la exministra de Salud Lucrecia Mack, esos programas dieron como resultado que “las políticas públicas se encaminaran a acceder créditos en salud y a una reforma del sistema, que en síntesis se trató de una imposición de parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), a cambio de autorizar créditos monetarios para procurar la subsistencia del Estado de guatemalteco”.  

Los PEC funcionaron a nivel nacional hasta 2015. En agosto de 2016 Lucrecia Hernández Mack asumió el cargo de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), implementó el Modelo Incluyente en Salud (MIS), pero fue eliminado en octubre de 2017, luego que desde presiones políticas ella anunciara su renuncia. Ese año el doctor Carlos Soto asumio el cargo y en una oportunidad indicó a la prensa, que eliminaría el MIS ya “que no puede priorizar áreas solo porque sí“ y que “Guatemala es un país que requiere salud en todas partes”.

Este año, el Instituto de Salud Incluyente (ISIS) está intencionado que el Modelo Incluyente de Salud  vuelva a ser incorporado como política pública dentro del Ministerio de Salud. Para cerrar la presentación Juan Carlos Verdugo, ex viceministro de salud e investigador de la entidad, enfatizó que los resultados arrojados por el MIS  son históricos en el país, que es un modelo hecho por guatemaltecas y guatemaltecos que data de 2000. El modelo ha ganado premios internacionales, con cuatro perspectivas innovadoras y humanistas: derecho a la salud, pertinencia cultural, perspectiva de equidad de género y armonía con la naturaleza.

Además de que el análisis ya incluye los planes maestros y proyecciones financieras adecuadas al presupuesto del ministerio de salud, “es algo totalmente abarcable por el Estado, para mejorar las 9 áreas más afectadas por desnutrición crónica”, concluyó Verdugo.

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